Con balas y palos

Candidato a intendente de Azul (Buenos Aires) por el FIT

El gobierno kirchnerista de la provincia de Jujuy enfrentó con balas el reclamo de tierras de un grupo de familias de Libertador General San Martín. 500 familias sin viviendas, a las que se les había prometido un predio de 15 hectáreas -tal lo que reclamaban, frente a las más de 150 mil que tiene la familia Blaquier, propietaria del ingenio Ledesma-, ocuparon el lugar prometido y el gobierno los sacó a balazos, en defensa de la propiedad de los Blaquier -que, encima, está subsidiada por el Estado nacional. y adeuda tres décadas de tasas municipales.

El ingenio Ledesma se ha cobrado muchos muertos a lo largo de la historia. El capital da la orden y el gobierno pone las balas. Los muertos siempre son del pueblo.

El kirchnerismo también gobierna con represión. A los fanáticos que intentan ocultar esta verdad les refrescamos la memoria: contra los docentes y los petroleros en Santa Cruz y en Buenos Aires; contra los vecinos del vial costero en Vicente López; contra la protesta obrera por la precarización laboral y despidos en Picún Leufú; contra la comunidad Qom en Formosa y en Buenos Aires, en este último caso con la intervención de La Cámpora; desalojo violento del Parque Indoamericano en Buenos Aires; la muerte de Mariano Ferreyra en Avellaneda y Buenos Aires; allanamientos y detenciones a petroleros en Las Heras, Santa Cruz; etc…

Hay una línea de continuidad, que no deja lugar a dudas acerca del carácter represivo del gobierno kirchnerista, y del ejercicio acabado del rol estatal de protección a los intereses capitalistas. Así lo demuestra el saqueo de la Anses y de las reservas del BCRA y el Banco Nación, para subsidiar a la banca y a las empresas y pagar la deuda externa ilegítima contraída por el último gobierno de facto. Y también lo constata el último “arreglo” con Techint, con participación de La Cámpora, para enjuagar los 6.500 millones de pesos que la empresa ha fugado del país.

En el conflicto capital-trabajador, el Estado siempre interviene a favor del primero, porque es al único al que le teme. Para desviar al Estado de ese objetivo, el trabajador debe hacer su propia demostración de fuerza y para eso debe unirse y organizarse. Lejos de cumplir ese cometido, las organizaciones gremiales se han burocratizado y asociado al gobierno kirchnerista -al que le deben, por ejemplo, que un Moyano no esté preso o que la CGT conserve sus negocios. De esa manera, los gremios se descomponen, contrariando la esencia misma de su naturaleza -preguntárselo a Yasky, de la CTA.

También las rutas

La misma lógica explica lo que está ocurriendo con la Ruta 3, hoy una de las rutas más peligrosas del país. El peaje ha sido durante años un sistema de expoliación constante. Las empresas de peaje están reclamando un 116 por ciento de aumento -el gobierno les concedió uno hace muy poco. Hemos hecho una inversión de locos. Hemos invertido para que nos maten. Estamos pagando por nuestros muertos.

Encima de que hemos pagado durante al menos dos décadas para que la ruta sea una ruta segura hacia la muerte, las nuevas reglas del kirchnerismo han puesto a un Organo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) a cargo de la proyección y presupuesto de obras que, además, no prevé como prioritaria la ruta 3, donde se producen la mayor cantidad de accidentes.

Según los nuevos pliegos, las Empresas de Peaje sólo son responsables del cobro en cabina y del mantenimiento de banquinas, conforme se ha informado periodísticamente acerca de la nueva concesión -Concesiones Viales SA.

El lucro se satisface aún a costa de la vida ajena.

Está en nosotros poner un límite a este estado de cosas. El FIT en Azul sumará sus firmas a las que ya se están reuniendo para refrendar el petitorio por la autovía, pero al mismo tiempo advierte que las peticiones formales nunca fueron por sí mismas una herramienta útil y efectiva. Movilización y lucha activa de todos, para que no haya más muertos en la ruta. Afuera las empresas de peaje.