Luego del largo período de descanso desde el último paro, hace ya un año y ocho meses, esta marcha es aislada e inocua. El planteo es electorero porque reclama “que los que aspiren a sucederlo (a Menem) también prometan crear trabajo para todos (y) nos digan cómo van a lograrlo. Y que cumplan con esa promesa”.

Pero la realidad es que los candidatos patronales no van a crear trabajo y van a agravar la catástrofe que viven las masas.

La Alianza ha respaldado la reglamentación de la ley de las Pymes que agrava la flexibilización y por lo tanto el desempleo.

La Alianza ha dejado de lado el seguro universal al desempleado o la imposición de una semana laboral de 35 horas, para proponer subsidios para las patronales que tomen trabajadores (subsidios que terminan en los bolsillos de los empresarios sin que se tome a nadie).

Los dirigentes del Mta, en su último congreso, votaron una posición a favor de devaluar el peso, al criticar “la paridad fija combinada con desprotección arancelaria” y al proponer una “moneda única” con el devaluado real brasileño. Se trata del planteo que hace el propio Cavallo.

Estos planteos explican que el Mta no lance un plan de lucha para imponer sus propios reclamos.