Políticas

24/12/2022

Con el Presupuesto 2023 de ajuste aprobado, Kicillof bicicletea las paritarias bonaerenses

La ronda de paritarias pasó a un “cuarto intermedio”.

La ronda de las paritarias bonaerenses pasó a un “cuarto intermedio”, con la promesa del gobierno de una nueva reunión con los sindicatos estatales, docentes y de los profesionales de la salud para el 29 de diciembre. Kicillof conoce de sobra a las burocracias sindicales “amigas”, las que en la previa habían mendigado “un puntito por encima de la inflación” a pesar de que la mayoría de los trabajadores del Estado no alcanzan los 145.000 pesos que cuesta la canasta básica.

La presencia del “Kici” en la asunción de Roberto Baradel como secretario general de la CTA de “los Trabajadores” dice mucho de una burocracia que cogestionó con el gobierno los descuentos de los paros docentes convocados por la Multicolor para reabrir la paritaria docente. Con la misma tónica la dirección yaskista de la Cicop dejó en banda la gran lucha de los médicos residentes de la provincia, organizados por la Comisión Provincial de Residentes.

Paritarias con cepo consensuado

Todas las burocracias sindicales, desde ATE a UPCN y Salud Pública, pasando por el Frente de Unidad Docente Bonaerense liderado por Suteba, se cuidaron de agitar las olas del reclamo salarial mientras duraron las negociaciones del Frente de Todos con Juntos por el Cambio para la aprobación del Presupuesto de ajuste 2023 en la Lgislatura. El tiempo que le regalaron las conducciones burocráticas al gobierno provincial es el que no tienen los trabajadores. Mientras el gobierno celebra la baja de la inflación de noviembre, los productos de la canasta alimentaria duplicaron el porcentaje inflacionario anunciado. En este cuadro, Kicillof pateó las paritarias para la última semana del año y sentó a la mesa de las negociaciones a funcionarios de segundo orden para escuchar a los gremios; sin oferta salarial alguna, el ministro de Trabajo Walter Correa se echó el faltazo.

La postergación de la oferta paritaria coincide con una escalada del dólar, que devalúa aún más la capacidad de compra de los salarios estatales. A esto se suma la pérdida salarial de arrastre y acumulada que viene de la gestión de María Eugenia Vidal, y que las burocracias han dejado correr que Kicillof se financie ajustando los salarios y jubilaciones de la provincia de Buenos Aires. Después del desplante del gobernador y el ministro de Trabajo, el FUDB sacó un comunicado lastimoso pidiendo paritarias urgentes, una truchada que retrata a una “actualización salarial” 2022 que está en veremos y a una paritaria 2023 cuya apertura de alarga en el tiempo.

Por cierto, el gobierno anunció un bono de “recomposición salarial” para los jubilados del IPS (Instituto de Previsión Social de la provincia) que alcanzará sólo a aquellos que cobran hasta 50.000 pesos mensuales. Con este tope, el bono de 10.000 pesos no llegará siquiera a todos los jubilados que perciben haberes de miseria cuando la canasta de indigencia es de 65.000 pesos.

A la medida del Presupuesto ajustador

La dilación de las paritarias es inseparable del Presupuesto de ajuste 2023 votado por el Frente de Todos y Juntos por el Cambio en la Legislatura. Una ley de leyes que se aprobó con los trabajadores del Banco Provincia como rehenes de un pacto entre el oficialismo y la oposición derechista que les niega la restitución de los derechos jubilatorios conculcados por Vidal en 2017. La dirección de la Asociación Bancaria esperó hasta aprobación del Presupuesto y la ley Fiscal para lanzar un paro aislado de protesta contra esta confiscación. Las burocracias kirchneristas y cegetistas apoyaron la sanción del presupuesto ajustador y se comieron el amague de Kicillof, o mejor dicho vendieron humo con la “paritaria”. Tratándose de direcciones integradas al gobierno y al Estado que no pueden aducir sorpresas. En el comunicado del Fudb sobresale el reclamo de un bono de fin de año que puede ser el camino consensuado con el gobierno para limar un aumento salarial y para excluir de este a los jubilados

La bicicleta salarial es un tiro a varias bandas, ya que posterga el cobro efectivo del incremento o bono que finalmente se informe para el cobro de febrero. Pero además Kilcillof y su “ministro sindical” Correa se valen del bicicleteo para diluir el impacto de un “acuerdo”, que como todas las cuotas anteriores será dispuesto unilateralmente por el gobierno. El “gobernador amigo” le reserva a las burocracias sindicales el rol de comparsas del ajuste salarial. Postergando la “actualización”, Kicillof también patea para adelante la la paritaria 2023 que recorrerá el mismo camino tortuoso de pagos en cuotas y a la baja de la inflación real. Como denunció el Partido Obrero, el Presupuesto 2023 “estima” una inflación mentirosa del 60% para bajarle el precio a la discusión del salario y las jubilaciones.

En defensa del salario

Después del fallo de la Corte Suprema, Kicillof prepara el terreno para condicionar aún más la paritaria 2023 argumentando la herencia dejada por el ” partido judicial” al subirle la coparticipación al gobierno porteño de Larreta en desmedro de “las provincias”. Con tono amenazante, Kicillof y funcionarios de su gobierno declararon que el fallo cortesano pone en peligro el normal pago de los salarios. La prioridad para el movimiento sindical combativo pasa por enfrentar el ajuste de Kicillof -consensuado con Juntos- y por defender las paritarias con mandato por un salario igual a la canasta familiar y no inferior a los 205.000 pesos de inicial como reclama la Comisión de Médicos Residentes.

El 29/12, fecha en que debería retomarse la ronda de reuniones exprés con los gremios, es otra instancia para contraponer un programa de movilización por el salario y contra la precarización y extensión de la jornada laboral, que es la política oficial de los Baradel, los “Colo” De Isasi y demás burocracias sindicales. Luchemos por el aumento salarial indexado por inflación y paritarios electos por la base. No al pago de la usurera e ilegal deuda externa bonaerense.