Políticas

2/12/2021

Con una Legislatura porteña vallada, Larreta aprueba la privatización de la Costanera

Redoblemos la movilización popular para derrotar los negociados de la especulación inmobiliaria.

Foto: Willy Monea @ojoobrerofotografía

En estos precisos momentos la Legislatura porteña acaba de aprobar la privatización de la Costanera Norte y Sur con un vallado a su alrededor, junto a un paquete de reformas urbanísticas en beneficio de la especulación inmobiliaria. En las tratativas del día, el gobierno de Rodríguez Larreta dispuso cuatro proyectos que implican jugosos negociados en este sentido, en detrimento del medioambiente y del acceso a la vivienda para la población trabajadora en una ciudad jaqueada por la crisis habitacional. Afuera del recinto, la disociación entre estos negociados y las verdaderas necesidades populares se hizo ver con una gran movilización de rechazo, luego de largas audiencias públicas que expresaron este mismo contraste y un repudio a los proyectos inmobiliarios en más del 98% de las intervenciones.

Las leyes en beneficio de los especuladores inmobiliarios que Vamos Juntos logró aprobar son cuatro. Gracias a las idas y vueltas y a la rosca entre los partidos patronales el oficialismo pudo hacer pasar los convenios que permiten la construcción de torres de lujo en la Costanera Norte; puntualmente las zonas comprendidas como Costa Salguero y Punta Carrasco. El objetivo es avanzar con la edificación de un barrio de lujo compuesto por diez bloques de edificios, en manos de la constructora Telemetrix, que muy lejos están de brindar una salida habitacional a las 400 mil personas que viven en asentamientos o en villas, o para un enorme sector de la población porteña que mes a mes tiene que pagar los precios de alquiler más caros del país. Peor aún, implica la edificación sobre la orilla del Río de la Plata, lo que no sólo cercena el acceso público y privatiza de hecho al mismo, sino que es altamente contaminante.

Luego de ser este proyecto detenido por la justicia, que lo declaró inconstitucional según las normativas para la construcción vigentes, Larreta impuso la rezonificación del área para luego privatizarla, tras una “prórroga” del tribunal aceptando postergar la discusión sobre el amparo presentado por el Gobierno de la Ciudad, dándole tiempo a esta maniobra. La misma suerte correrán los terrenos de la Costanera Sur donde se encontraba situada la Ciudad Deportiva de Boca Juniors hace más de 30 años. Con esta votación favorable, IRSA avanzará también en un barrio de lujo denominado “Solares Santa María” que, de igual forma, privatizará el acceso al río y edificará sobre él, en una zona de humedales protegidos internacionalmente (la Reserva Ecológica).

Estas tierras fueron adquiridas por IRSA en 1997. Su destino original era el montaje de un espacio para que la población pudiera hacer deportes. Si avanza la rezonificación, IRSA construirá un megaproyecto que incluye (además de “clubes deportivos”) hoteles, oficinas comerciales, tiendas y ¡clubes de yates!. Todo a metros de la villa Rodrigo Bueno, donde los vecinos siguen reclamando por el acceso a una vivienda y la urbanización real del barrio y el mismo Gobierno de la Ciudad llevó a cabo el brutal desalojo de cientos de familias en julio.

Si bien al comienzo de la sesión la UCR mocionó la reserva del proyecto de IRSA para que no sea votado, luego de una negociación de puntos menores, terminaron votando favorablemente, ya que no cuestiona el proyecto en sí y forman parte de los rematadores de tierras de CABA. Pero además de las construcciones de lujo sobre la cuenca del Río de la Plata, en la Legislatura se aprobaron 10 de los 11 convenios que iban a ser tratados el día de hoy y que aumentan la altura permitida para las torres a ser construidas en varios barrios porteños. Si bien en un principio iban a ser presentados 11 convenios, al comienzo de la sesión se pusieron 9 a discusión y pocos minutos antes de tener que ser realizada la votación “apareció” el décimo, que implica la construcción de una torre en el barrio de Belgrano, en un predio de 882 metros cuadrados y que actualmente ocupa una construcción histórica que data de 1925. El único que quedó por fuera es el de un terreno en el barrio de Abasto, que venía siendo rechazado por los vecinos organizados. En la audiencia pública sobre este punto no hubo siquiera un expositor a favor.

Luego, el cuarto y último proyecto tiene que ver con la regularización de construcciones y obras ejecutadas en contravención. Esto quiere decir, ni más ni menos, que se “blanquearían” proyectos inmobiliarios que hayan vulnerado el código urbanístico vigente, extendiendo un régimen de facilidades en el que se les cobrarán pequeñas multas financiadas en cómodas cuotas y que tan simple como eso puedan continuar con sus negociados. Esto cuando no existe un plan de financiamiento y de créditos blandos para el acceso a la vivienda para los trabajadores. Este paquete que se acaba de aprobar es lisa y llanamente la entrega en bandeja de la Ciudad de Buenos Aires a un puñado de especuladores, para que desarrollen en ella obras excluyentes para el grueso de los trabajadores que la habitan, que cada vez más son expulsados por los elevados costos de alquiler (cuyo encarecimiento es favorecido por este tipo de proyectos).

La sesión de hoy demuestra que los bloques políticos que gobiernan y han gobernado la Ciudad y el país no tienen problema en cambiar una posición y ceder a los negociados de acuerdo a su conveniencia, ya que son ellos también quienes se ven beneficiados siendo garantes de los mismos. Algo similar sucede con las promesas de campaña, donde, por dar un ejemplo, el Frente de Todos hablaba en favor de la Ley de Humedales que acaba de perder estado parlamentario en el Congreso nacional, donde tienen mayoría; y cuando su aprobación no hubiera permitido que avance el proyecto de IRSA en la Costanera Sur.

La oposición porteña del Frente de Todos, además, ha sido socia directa de Larreta en un sinfín de sesiones en que se votaron a su turno otros proyectos inmobiliarios de características similares. Esto se reflejó a las claras en el último debate de candidatos a legisladores porteños, cuando el electo representante del Frente de Izquierda – Unidad, Gabriel Solano, interpeló al representante kirchnerista, Alejandro Amor. Allí le señaló que cuando ocupó anteriormente una banca, le votó al PRO la venta de tierras ferroviarias en Caballito, Liniers y Palermo, la venta del Edificio del Plata o la venta del Parque Las Victorias de Lugano para hacer una cancha de golf. Pero ahora el kirchnerismo hace gala por todos los medios de su rechazo al paquete, y pretende enarbolarse como defensora del derecho a la vivienda. Es una canallada de un oportunismo sin precedentes. No solo hablamos de quienes votaron todas estas entregas junto a Larreta, sino que son también quienes gobiernan al otro lado de la General Paz o del riachuelo, y que protagonizaron los desalojos en Guernica, La Matanza y decenas (o cientos) de municipios para que avancen los countries y los megaemprendimientos inmobiliarios; tal cual hace el Gobierno de la Ciudad como en la toma Fuerza de Mujeres.

Queda cuantiosamente claro, entonces, que la defensa de una ciudad para los trabajadores queda en sus propias manos. Desde la banca de Amanda Martín del Partido Obrero en el Frente de Izquierda – Unidad en la Legislatura nos proponemos apoyar, desde las vísceras de un recinto de agentes de la especulación inmobiliaria, la lucha de los vecinos de la capital contra el avance de estos megaproyectos y en defensa del derecho a la vivienda. Seguiremos movilizados contra el avance de la especulación en una ciudad que expulsa a los trabajadores o los condena a vivir en la calle, por la recuperación de sus espacios verdes privatizados y por el derecho de los trabajadores a acceder a una vivienda. Colocaremos entonces estas cuestiones en el debate parlamentario para denunciar a las claras a Larreta y a sus cómplices, que posan de manera oportunista de “opositores”.

Por un código urbanístico discutido por los trabajadores y vecinos, que expresaron su contundente rechazo en más de un 98% de los casos durante las audiencias sobre estos proyectos inmobiliarios. Por un verdadero plan de obras públicas y viviendas y la creación de un banco de tierras comandado por ellos mismos, lejos de las garras de los especuladores y de un régimen político que es directamente lobbista de estos últimos. Redoblemos la movilización popular por estas reivindicaciones y para derrotar el avance de estos proyectos privatistas.