Según el autor del proyecto de presupuesto municipal, Ricardo Villada, presidente del Concejo Deliberante y del bloque del nuevo intendente massista, la presentación de Sáenz es igual que la del anterior intendente, con la aplicación de un 30% más en todas las partidas.

 

Una estafa a los vecinos de la ciudad que votaron al nuevo intendente para cambiar la política de Isa de doce años en la municipalidad, que terminó con los canchones vaciados, las calles destruidas, la inundación de la ciudad en días de lluvia y una enorme cantidad de contratistas que se llevan uno de cada 4 pesos que ingresan a la municipalidad.

 

La continuidad con la política de Isa no termina ahí. El Presupuesto está armado sobre un aumento de los impuestos y tasas, sin revisar los contratos onerosos que ahogan las cuentas públicas ni el andamiaje de eximiciones de impuestos y tasas para las empresas, armado por Isa para favorecer a los empresarios amigos.

 

El bloque de concejales del Partido Obrero fue el único que votó en contra, comenzando por denunciar el método con que fueron tratadas las dos ordenanzas más importantes para la vida de los vecinos: los proyectos fueron presentados durante la misma sesión, para votarlo a libro cerrado y evitar que éstos pudieran intervenir en el debate.

 

Mientras que los impuestos y tasas aumentan un 33%, la planificación de la obra pública sólo aumenta un 10% con respecto al año anterior. Diferente tratamiento tuvieron los contratos de las tercerizadoras de servicios que se llevarán más de 520 millones del nuevo presupuesto. La partida en obra pública, tan reclamada por los vecinos a la gestión que se va, será la variable de ajuste tal como lo estipula el Art. 5º que determina que el nuevo intendente podrá modificar dichas partidas con solo informar al Concejo, cuando antes debía pedirle autorización.

 

Cuando interpelamos al autor sobre el monto de la deuda no hubo respuesta. En definitiva, no respondió absolutamente ninguna pregunta y rápidamente mandó a votar a su tropa, sin debate.

 

A 24 horas de asumir los nuevos concejales se impuso un aumento de impuestos casi como una revancha, ya que durante dos años el impuestazo fue impedido por la presencia de un bloque de nueve concejales del PO.

 

En la capital de Salta, con el triunfo del massista Sáenz, se ha constituido un gobierno que integra al macrismo, al romerismo y a la UCR como bloque oficial de gobierno mientras el ala del PJ de Urtubey avanza a pasos acelerados a un acuerdo general con Macri a nivel país y con Sáenz en la ciudad. El debut del radicalismo después de muchos años de estar fuera de la representación no pudo ser más penoso, los que se postularon como la oposición “sensata” aprobaron el más puro continuismo de una camarilla descompuesta al servicio de un puñado de contratistas que se llevan el grueso del presupuesto municipal.

 

Este presupuesto aplasta cualquier ilusión de los que han votado a Sáenz por un cambio y que vienen reclamando obras largamente postergadas para sus barrios. La primera lluvia fuerte ha dejado cientos de evacuados y todos los barrios anegados. Los compañeros municipales precarizados, que trabajan contratados desde hace años, deberán seguir esperando por lo menos otro año más.

 

Nuestra bancada de tres concejales intervendrá vigorosamente como lo hemos hecho en esta primera sesión, amañada, oponiendo una plataforma de reivindicaciones de vecinos y trabajadores a un régimen que luego de 12 años quiere gobernar como un “isismo” sin Isa (el intendente que fuera repudiado por los vecinos cuando en 2013 el PO salió primero en la ciudad).