Políticas

26/1/1995|437

Conferencia Nacional de la Izquierda

El PO ha venido dando una batalla contra los frentes electoralistas con políticos arribistas. Criticamos las tentativas “que están realizando el PC, el Mst y el Ptp para poner en pie un cadáver político como Solanas, que no representa ningún movimiento popular, ni semipopular, sea de la clase social que fuere” (PO, 19/12/94).


Pero estas corrientes se empeñaron en ofrecer la candidatura presidencial de un frente electoral a Pino Solanas.


El hombre, ni corto ni perezoso, les respondió que ni loco pensaba encabezar un frente con ellos. El argumento con que rechazó el ofrecimiento confirma nuestra caracterización de que Solanas es nada más que un arribista: “no  me interesa un frente del 3% y menos con ‘la izquierda’’”. El quiere un nuevo Frente Grande con personeros potables para la burguesía, no con izquierdistas en crisis. Solanas salió a buscar compinche que lo acompañe en su aventura electoral entre los hombres de la burguesía. Así propuso a Alvarez Guerrero, presidente de la convención de la UCR, “uno de los pocos que se opuso a la liquidación de YPF, para que no se vendiera sin licitación ni balance” (Página 12), como candidato a vicepresidente. Sin embargo, la búsqueda indica el perfil político de Solanas. ¡Busca a los hombres “éticamente” honestos, que hubieran permitido la “liquidación” de YPF a precio justo!


Fracasado con Alvarez Guerrero, Solanas sigue recorriendo el país ofreciendo una vacante a vicepresidente al obispo de Nevares, a Ricardo Molinas, a Pérez Esquivel.


No obstante haberlos pateado, el PC insiste en nombrar a Solanas como su precandidato a presidente. Lo mismo sucede con el Ptp, que saluda “las definiciones avanzadas de Solanas… de los diputados Molinas y Polino, de Alvarez Guerrero” (Hoy, 26/1).                       El Mst, por su parte, llama a constituir el frente electoral a estas corrientes, criticándolas porque “equivocadamente no quieren avanzar en concretar el Frente, esperando una definición de Solanas” (Semanario, 12/1).


La dirección del Mst, que se jacta de “realista”, quiere “avanzar” dejándole una silla para que Pino se incorpore a la candidatura presidencial una vez que haya quemado todas sus naves.


Pino Solanas es un fraude. Habiendo apoyado la intervención menemista a Santiago del Estero, habiendo acompañado al Chacho Alvarez en el apoyo a la Constituyente reaccionaria, hoy Solanas está hundido y se sostiene todavía por el apoyo que las organizaciones antes nombradas le brindan.


El PO considera que todo compromiso, en especial en el terreno electoral, con Pino Solanas, Molinas u otros elementos devaluados y carreristas del centroizquierda, no será un avance, sino un factor de desmoralización para la vanguardia obrera y la militancia de la izquierda.


Se trata de superar al Frente Grande no con sucedáneos, sino con un Frente de Izquierda que ayude a un reagrupamiento general de la vanguardia y la izquierda, para enfrentar políticamente a la burguesía y sus partidos. Y la forma más sana, la que crea un mayor protagonismo e intervención, es mediante una movilización política consciente de la vanguardia. La Conferencia de la Izquierda, que el PO y otras organizaciones de la izquierda y diversos agrupamientos de activistas independientes están impulsando, pretende ser un canal para la participación e integración de los activistas del movimiento obrero, de los jubilados, de la juventud.


Este no es un planteo nuevo, por lo menos del PO. El 7 de abril pasado, en el acto de cierre de la campaña electoral del FIS, Altamira llamó desde Plaza Once a realizar una Conferencia Nacional de la Izquierda, para discutir las diferencias en un terreno de acción política común. Este llamado lo volvimos a realizar públicamente desde el acto del 1º de Mayo en la Plaza de Mayo. El PO pretende dar un lugar destacado en la Conferencia a la vanguardia independiente y de izquierda, que ve la necesidad de un reagrupamiento independiente de toda candidatura burguesa o pequeñoburguesa. El PO ve la perspectiva frentista no sólo para el ámbito electoral inmediato, sino como parte de un Comando de Acción de la Izquierda para intervenir en el proceso cotidiano de la lucha de clases. Más importante aún, frente a la crisis nacional en desarrollo, que obligará a las masas trabajadoras a replantearse un curso de intervención y movilización, y que reclama una alternativa clasista de dirección. Es hora de definición. Los partidos y corrientes de izquierda deben definirse: frente electoralista democratizante con los carreristas políticos o Frente de Izquierda, de lucha y revolucionario, impulsando la Conferencia Nacional de la Izquierda de común acuerdo.


En estas páginas se podrá ver al activismo que se está organizando en comités para impulsar la Conferencia Nacional de la Izquierda. Hay que tomar con toda energía esta tarea. A formar comités por gremio, fábrica, facultad o colegio, para discutir allí las propuestas y elegir delegados que las lleven a la Conferencia Nacional.