Políticas

8/8/2022

Contaminación en el Río Pilcomayo por derrame de una minera

Se rompió un dique de cola de una mina en Bolivia.

Afecta a varias regiones de Bolivia, Argentina y Paraguay.

La rotura de un dique de cola en una explotación minera de plata y zinc en Bolivia ha despertado el alerta tanto en distintas localidades de ese país como también en las provincias de Salta y Formosa en Argentina y en Paraguay, por la posible llegada de los desechos contaminantes al Río Pilcomayo.

La rotura se produjo el 23 de julio pasado, en una explotación a cargo de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras en Potosí. Según medios de Bolivia el dique de cola estaba construido de manera precaria con un plástico y no contaba con una geomembrana, que es lo que se requiere en estos casos. Reflejan también una discusión sobre si las autoridades de las distintas localidades afectadas hicieron o no las denuncias correspondientes, pero en ningún caso se menciona si hubo controles que evitaran este terrible desenlace. Este tipo de cosas suceden en las explotaciones mineras que hacen también las empresas multinacionales, donde la reducción de costos es la prioridad sin importar las consecuencias.

Los residuos alcanzaron el Río de la Rivera y luego el Tarapaya, que es afluente del Pilcomayo. Según una concejal de Potosí, consultada por Infobae, los residuos habrían llegado al Pilcomayo. Es decir que la situación es muy grave ya que afecta a varias regiones de Bolivia, Argentina y Paraguay. Según el biólogo salteño Enrique Derlindati, entrevistado por FM Profesional, este tipo de residuos contienen metales pesados que pueden acumularse en los organismos con consecuencias graves para las personas y la fauna, y que el proceso de remediación es muy costoso y a muy largo plazo. Según la concejal mencionada la zona aún se está recuperando de un derrame anterior, ocurrido en el año 2003. La contaminación de los afluentes del Pilcomayo viene desde mucho tiempo atrás con denuncias a las cooperativas mineras y la empresa Santiago Apóstol de Potosí.

Desde el gobierno de Salta, que encabeza el prominero Gustavo Sáenz, se emitió un comunicado donde recomiendan no beber el agua, ni bañarse, ni pescar en el Pilcomayo, hasta tanto se hagan los análisis correspondientes. Según el gobierno, se van a entregar módulos alimentarios a las comunidades originarias de la zona, pero no se anunció ninguna medida a largo plazo para comunidades que sufren falta de acceso a la salud, desnutrición infantil entre otros graves problemas que se verán agravados ya que dependen del Pilcomayo para su subsistencia. No se conoce por el momento ningún anuncio de parte del gobierno de Formosa.

Según Salta/12 los resultados de los análisis realizados por el gobierno de Bolivia ya habrían sido remitidos a la Argentina, pero no se han dado a conocer públicamente. Tanto el gobierno nacional como de Salta y Formosa deberían informar inmediatamente y establecer un plan de ayuda a las comunidades originarias para dar una respuesta de fondo y no simplemente una entrega de bolsones.

Este grave hecho deja planteado el interrogante también de los controles que puedan existir o no en la actividad minera en nuestro país, donde los gobernadores y el presidente actúan como verdaderos lobbistas de las multinacionales del rubro. Recordemos los derrames de la Barrick en Jáchal, provincia de San Juan. También mantiene la tensión con la megaminería y el uso de cianuro. En el caso de Salta, Sáenz viene festejando la puesta en marcha y las enormes ganancias de la minera canadiense Mansfield que explota la mina de oro Lindero, la primera a cielo abierto en la provincia.