El gobernador de Córdoba, Angeloz, es un adelantado de la “reforma previsional”. El miércoles 27 informo que se elevó la edad mínima para jubilarse de los empleados del estado provincial de 55 a 56 años (para mujeres y hombres respectivamente) a 60 y 65. En el mismo paquete Angeloz decidió aplicar el retiro “voluntario” a 4.000 empleados públicos.

Estas medidas forman parte de la llamada “reforma” del Estado provincial. Angeloz, en su afán de diferenciarse del tándem Menem-Cavallo (con quienes disputa aspiraciones presidenciales), ha criticado los “costos sociales” del “correcto” plan del ministro, pero los “costos” de Angeloz no son inferiores.

La lucha de los estatales

La combinación de Angeloz y Menem para destruir el salario y liquidar las condiciones de vida de los explotados levantó una ola de reclamos y luchas que recorren varios gremios.

Los empleados públicos están desde hace un mes con paros parciales y escalonados, cuyo cumplimiento se ha elevado, después de la movilización del 14 que nucleó a 4000 compañeros. Fruto de la presión en las escuelas, la UEPC (Docentes) resolvió un plan de paros. Los médicos de los hospitales públicos reclaman un 150% de aumento y los bancarios, en medio de la conciliación obligatoria, están realizando asambleas con paralización de tareas.

Todas estas movilizaciones abrieron en debate (con resoluciones, en el caso del SEP) en los gremios y lugares de trabajo reclamando para el 29 de mayo (aniversario del Cordobazo) un paro con movilización. Sin embargo los 200 delegados y activistas que concurrieron al plenario abierto del jueves 21 (convocados con el objetico de resolver como continuar la lucha) recibieron de parte de la “mesa” (Luz y Fuerza, Obras Sanitarias, ATE, SEP, y Bancarios) un baldazo de agua fría. Los dirigentes decidieron postergar la movilización para el 5 de junio. Sin embargo se abrió un intenso debate porque la mayor parte de los oradores repudiaron esta decisión y señalaron la importancia de que la movilización fuera el 29, un día con connotaciones políticas y de lucha para los trabajadores cordobeses. El plenario revelo las tendencias de lucha presentes en los trabajadores y también la incapacidad y falta de voluntad de las direcciones de los gremios de viabilizaras en una única y contundente lucha.

Absolutamente todos los dirigentes se dedicaron a poner paños fríos. Su política no va más allá de ejercer una presión para ser tenidos en cuenta en la “necesaria transformación del Estado provincial”, siendo ellos cabeza de los gremios afectados por las privatizaciones, despidos, retiros voluntarios y por supuesto miseria salarial. Al trasladar la movilización del 29 al 5 los burócratas actuaron preventivamente, ya que la movilización del 14 ha “despertado” a los trabajadores y no solo de los gremios ligados a la Coordinadora de Estatales. El 29 era la manifestación de la decisión de emprender una lucha en serio, algo que no está en la cabeza de la burocracia.

Los “anuncios” de Angeloz agregaron leña al fuego, y le plantea a la movilización del 5 un desafío, solo puede ser encarado por los delegados y activistas. Plenario abierto para resolver como se saca a todos los sindicatos el 5 a la calle.