El pasado viernes se volvió a mostrar de cuerpo entero el burdo seguidismo del “Nuevo MAS” al kirchnerismo. Resulta, que en el marco del 46 aniversario de la noche de los lápices el “Ya Basta” convocó a la marcha oficialista en Córdoba. Se trató de una modesta movilización de aparato, de espaldas a las necesidades elementales del movimiento estudiantil, y en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner.

La situación no es novedosa si tenemos en cuenta el posicionamiento que el mencionado partido tomó en torno al intento de magnicidio contra CFK, no obstante al calor de los hechos políticos de los últimos días la kirchnerización del MAS resulta más escandalosa que antes.

La intervención del “Nuevo MAS” en acciones que resultan en definitiva un apoyo al gobierno nacional es un error por donde se lo mire (y más en momentos en que el Frente de Todos profundiza un régimen de coloniaje imperialista en Argentina). Así lo evidencia la gira de Sergio Massa por EE.UU. en donde las gestiones se han centrado en profundizar el endeudamiento del Estado y el recorte fiscal para que la crisis la paguemos los trabajadores.

La foto de Yasky y Baradel con el embajador norteamericano Marc Stanley es una prueba contundente de la postración de la burocracia K frente al FMI. Así las cosas, es claro que cuando hablan de “la paz social” lo hacen con el objetivo de aplicar las políticas de ajuste del FMI.

En ese escenario, el “Nuevo MAS” impulsa en la Universidad una campaña “AntiFascista” y caracteriza de progresiva las marchas en apoyo al gobierno nacional. Caen en un esquema que deja de lado la tarea central de construir una huelga política de masas capaz de tirar abajo el ajuste fondomonetarista. Es que según manifestaron sus propios referentes estaríamos ante la posibilidad de un golpe de Estado, algo que resulta remoto si tenemos en cuenta que el gobierno de la Argentina es hoy uno de los mejores alumnos del FMI y lleva a fondo un programa de ajuste, con el que coincide la oposición patronal.

Por eso la posibilidad de que el imperialismo y la burguesía busquen alterar el rumbo político-económico por medio de una avanzada golpista queda cuestionada. ¿Para qué un gobierno de facto cuando hay una democracia al servicio del FMI?

Vale aclarar que desde el Partido Obrero rechazamos el atentado contra la vicepresidenta, exigimos su inmediato esclarecimiento y la condena a todos los responsables. También denunciamos a los sectores fascistizantes que se llamaron a silencio y repudiamos que el principal blanco de la “campaña de odio” es el movimiento piquetero que también tiene entre sus victimarios al propio gobierno. Esto desde una posición independiente y sin hacer seguidismo al gobierno fondomonetarista

Es necesario seguir profundizando la lucha, desarrollando un programa de salida por izquierda que se oponga al programa reaccionario del gobierno. El frente único y la movilización independiente del movimiento obrero por sus reclamos contra el ajuste del gobierno y el FMI son las piezas fundamentales para cambiar el cuadro político.

En ese sentido, lo que corresponde es impulsar a fondo una acción independiente para construir un plan de lucha y paro general. En lugar de hacerle seguidismo a movilizaciones gubernamentales o de la burocracia estudiantil kirchnerista, hay que ligarse a la clase obrera, a su vanguardia piquetera, para enfrentar el ajuste en curso, y en esa perspectiva construir la fuerza para que la crisis la paguen los capitalistas.