Políticas

29/5/2018

Córdoba: la burocracia ningunea la lucha de Luz y Fuerza y denigra al Cordobazo

Las dos CGT y las CTA convocaron, en un nuevo aniversario del Cordobazo, a una “jornada de lucha para decir: No al tarifazo, no al ajuste, no a la reforma laboral, no a la reforma previsional, no al ataque a las organizaciones sindicales, no al FMI”. Lo que menos buscaron es abrir alguna perspectiva para llevar adelante este propósito.   


El gremio de Luz y Fuerza declaró el paro y el abandono de tareas (lo mismo hicieron los municipales) y marchó con una numerosa columna, pero el resto de los gremios armaron delegaciones simbólicas incluso menores a sus propios “cuerpos orgánicos”. Los trabajadores de Luz y Fuerza están en lucha contra un ataque que concentra la esencia del plan de guerra de Macri y el gobernador Juan Schiaretti contra los trabajadores: violación del convenio, eliminación a la caja compensadora para jubilados, racionalización de la empresa, vaciamiento que conduce a la privatización. Sin embargo en el documento leído en el acto se omitió cualquier referencia al conflicto de Epec, siendo hoy el principal conflicto de la provincia. Toda la dirigencia sindical de Córdoba unida no quiso dar una señal clara de apoyo a los trabajadores lucifuercistas, lo que solo podía ser como mínimo declarar un paro provincial de advertencia. 


Toda la jornada fue una impostura destinada a disipar los reclamos de un plan de lucha y a disimular los compromisos de la propia burocracia con el gobierno. En el palco estaban los responsables de que los planes gubernamentales pasen: el Smata, cuya directiva está a la cabeza de la firma de convenios flexibilizadores como el de Renault y Fiat y que junto a la UOM tuvieron una reunión con Macri, Schiaretti y las principales patronales metalmecánicas y metalúrgicas sobre los convenios colectivos de trabajo; el SEP (Empleados Públicos), con el delasotista José Pihén a la cabeza, que firmó un acuerdo salarial del 11% en cuotas y que como dirigente de la CGT armó una reunión con los diputados de Cambiemos para “discutir” la reforma laboral; lo mismo que el kirchnerista Juan Monserrat de UEPC (Docentes), solo para ejemplificar lo más grueso. 


Tomada en el palco


Para completar la perfidia la dirección cegetista invitó a subir al palco al exministro de Trabajo de CFK, Carlos Tomada. La invitación sirvió para blanquear al cómplice y encubridor del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra y de las lesiones irreversibles de Elsa Rodríguez, a uno de los principales responsables de la mayor precarización laboral y de la quiebra de la seguridad laboral con la ley de las ART.


La presencia de Tomada y la invocación a los diputados K aparecen en tono de acuerdo político. Tomada aprovechó para declarar que el kirchnerismo "no está extinguido" en el mismo momento en que De la Sota se reúne con la intendente K de La Matanza y no descarta una reunión con Cristina Fernández. 


La energía y la voluntad de lucha de muchos activistas, los reclamos de una intervención de los trabajadores en la crisis y la necesaria solidaridad con las luchas en curso pretenden ser encerradas en el marco de las maniobras para una recomposición del PJ que sea un reaseguro de los planes capitalistas frente a los fracasos de Macri.


Violando la historia


Lógicamente la contraposición entre la jornada de hace 49 años y ésta es palmaria. Mientras la primera fue un verdadero paro activo que por sus actores, por la decisión de lucha y por la crisis abrió una situación revolucionaria, la de 49 años después es la negación de la primera; por ello en el documento que se leyó se relata el Cordobazo de una forma “lavada” y se termina por afirmar: “Quienes gestaron el Cordobazo planteaban, en definitiva, el fin de la dictadura y el regreso de la democracia en nuestra patria”. Los trabajadores reclamaban el fin de la dictadura e imponer un gobierno obrero y popular, cantaban “luche, luche y no deje de luchar por un gobierno obrero y popular”. El “regreso de la democracia” consistía en el retorno de Perón que no era reclamado en las calles de Córdoba pero que sí sería impulsado por la clase capitalista para apelar a la autoridad del mismo para cerrar la crisis revolucionaria abierta por los trabajadores. 


Con esta frase, la dirigencia sindical de Córdoba ha confirmado que nunca producirá, estimulará ni organizará un nuevo Cordobazo, sino que más bien militará contra el mismo. La burocracia “compró” el argumento de los propios capitalistas quienes, una vez conjuradas con represión (primero la Triple A, luego la dictadura genocida) las consecuencias y los actores de esa gesta obrera, la usurparon para decir que ésta se justificaba “solo porque había una dictadura” y que era, en cambio, incompatible con los “gobiernos democráticos”. 


Por el paro activo, por el congreso de delegados


Las tareas para decirle “No al tarifazo, no al ajuste, no a la reforma laboral, no a la reforma previsional, no al ataque a las organizaciones sindicales, no al FMI” son organizar un paro activo nacional, en el camino de la huelga general y un congreso de delegados de todo el movimiento obrero. La burocracia debe ser barrida de nuestras organizaciones para garantizar una lucha efectiva contra el ajuste, el FMI y los gobiernos del hambre, la entrega y la miseria. 


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