Políticas

14/7/2005|908

Córdoba: La renuncia de Bollo al partido comunista

Para que nadie nos haga un bollo

Ha causado considerable impresión la renuncia de José Bollo al partido comunista. Bollo fue candidato a intendente para la ciudad de Córdoba por Izquierda Unida, miembro del Comité Nacional y del Comité de Córdoba del Partido Comunista, secretario legislativo del bloque de IU en la legislatura provincial y asesor de la legisladora Liliana Olivero. Bollo cambió sus pareceres y decidió hacer público su pase al Partido Justicialista de Córdoba por medio de visitas a los medios de información. Denunció “la escasa voluntad de poder” del bloque político que integraba, y que pasaba a apoyar “el proyecto político de José Manuel De la Sota y su política de desarrollo provincial, agroexportación, turismo y fomento de la región Centro” (La Mañana de Córdoba, 5/7). Es decir que Bollo se adhirió al poder ya establecido, lo cual no caracteriza una vocación de poder sino las ganas de vivir a sus expensas, aunque declare que hará “militancia de base” en el peronismo (ídem). De la Sota se ha convertido, como consecuencia del boom de la soja, en uno de los más decididos defensores del bloque agroexportador, más allá de su condición de agente de los pulpos automotrices.


La voltereta de Bollo se produce luego del pasaje de su ex partido al apoyo de otro de los pilares de la oligarquía sojera, el Encuentro de Rosario, que encabeza el santafesino Hermes Binner. Si en 2007 logra llegar a la gobernación, Binner se integrará al ‘lobby’ agroexportador de la ‘región centro’, con Córdoba y Entre Ríos, un grupo de presión gubernamental que hizo recientemente una visita colectiva al ‘mercado’ chino. Es decir que Bollo se ha enredado en su propio rollo, porque pretende abandonar una política que coincide con la suya y con la misma ‘vocación de poder’.


Otra cosa curiosa es que Bollo se pasa al campo kirchnerista, en el que milita De la Sota, cuando el mismo Binner acaba de proclamar a Kirchner el “conductor del barco”. No hay que ser un genio para ver que el anuncio del Presidente de que quiere crear un bloque de centroizquierda pone al desnudo la filiación kirchnerista del bloque rosarino. Que el ‘correligionario’ de Binner, el bonaerense Rivas, se haya presentado a la Justicia para impugnar al partido de Kirchner no desmiente nada de lo dicho, sólo demuestra la orfandad de Rivas y su desesperada necesidad de publicidad. La corriente piquetera del PC ya se encuentra actuando en frente único con sus similares del gobierno nacional.


La deserción de Bollo se produce cuando el partido comunista se encuentra en un proceso similar al que llevó a la deserción de los Sigal, Mosquera o Schiffrin, que dejaron el partido comunista por Chacho Alvarez y la Alianza. Esta vez no es el Frente del Sur sino el ‘frente amplio’ con los náufragos de la Alianza y alguno del PJ. Es el partido comunista el que da rienda suelta a la tendencia a la disolución política que luego alguno de sus dirigentes lleva hasta el final. Existe un proceso internacional de vaciamiento de la izquierda, que se manifiesta en toda su magnitud en Brasil y en Uruguay. En Brasil hay en marcha una gigantesca desmoralización de las esperanzas populares y en Uruguay ha comenzado a ocurrir lo mismo (Tabaré, por lo pronto, ya ha comenzado a enfrentar a los piqueteros, que, a diferencia de Kirchner, han comenzado a aparecer como consecuencia de su política).


Al objetivo de los Bollos, liquidar a la izquierda, oponemos un frente cien por cien de izquierda y de los luchadores.