El pasado miércoles, un colectivo de la empresa Ersa impactó contra un árbol luego de que se le cortara la dirección delantera de una de sus ruedas, ocasionando un caos vehicular. El hecho ocurrió en la Avenida Colón, en el barrio Alberdi, que está ubicado al oeste de Córdoba capital.

Según trascendió, el colectivo circulaba repleto de pasajeros, quienes no sufrieron heridas. Solo el chofer tuvo que ser asistido al encontrarse con una crisis nerviosa.

Este nuevo incidente muestra a las claras los graves problemas que tiene el transporte urbano de pasajeros en Córdoba. Resulta que, desde hace años, el servicio es pésimo y los usuarios padecen innumerables dificultades como consecuencia de la falta de respuesta de todos los gobiernos.

Así las cosas, este nuevo siniestro no debe de resultarnos novedoso. Vale recordar que tiempo atrás, luego de una inspección vehicular, se formalizó que el 80% de la flota de Ersa no se encontraba en condiciones de circular, a pesar de que en los registros del municipio figuraba que contaba con todos los elementos (por ejemplo, aquellos vinculados a la seguridad vial) para funcionar.

El vaciamiento de la mencionada empresa fue largamente denunciado por los trabajadores y reconocido por el propio intendente, quien tras una concatenación de casos le sacó corredores a Ersa, una medida que no resuelve el problema de raíz y que se desarrolló para no quitarle la concesión a la empresa.

Mientras los trabajadores pagan uno de los boletos más caros del país, la gestión capitalista del transporte le garantiza cuantiosas ganancias a los empresarios por la vía de subsidios millonarios y tarifazos. Las patronales, entretanto, ofrecen un sistema sin frecuencias, y tienen unidades devastadas que muchas veces ponen en riesgo la integridad de las personas.

Frente a esto, es necesaria la intervención de la población para que se garantice el derecho a un transporte de calidad. Vamos por su estatización bajo control de trabajadores y usuarios.