Luego del choque protagonizado por el legislador peronista Oscar González, en el que falleció Alejandra Begnoa, se dio a conocer que la camioneta BMW X1 fue entregado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en carácter de “depositario judicial”. Y la chapa patente AB293MY de la camioneta color negra utilizada por el legislador es clonada a la asignada a un vehículo que supo ser conducido por el exjugador Gastón “Gato” Sesa, una BMW, de color blanco, inscripta en la localidad bonaerense de Quilmes.

Salta a la vista preguntar por qué la justicia entregó una movilidad con una patente clonada y ¿por qué el presidente provisorio de la legislatura que cobra al menos unos $ 445.509 recibe otro beneficio más, como el de manejar un vehículo de alta gama?

El escándalo golpeó al gobierno y produjo la extensión de la licencia y renuncia a la presidencia provisoria de la Unicameral por parte de Gonzalez. El funcionario todavía continúa en libertad y está imputado por homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas.

La investigación dio a conocer que además de este vehículo, González tiene en su poder otros 3 vehículos de alta gama y pocos años de antigüedad. Según los datos publicados por el portal de transparencia del Gobierno de Córdoba en cuanto a gastos sobre el “funcionamiento legislativo”, en el ítem acerca de rendiciones por combustible, González presentó en octubre pasado dos entregas por cargas de gasoil y nafta por más de 63 mil pesos.

Además de González, otros 5 parlamentarios de todo el arco político patronal cuentan con este privilegio. Del mismo bloque hacemos por Córdoba Dardo Iturria y Miguel Majul; el presidente del bloque de legisladores de Juntos UCR, el radical Juan Jure; el titular de Juntos por el Cambio, Orlando Arduh; y el legislador del PRO Darío Capitani.

Como se ve no solo González disfruta del lujo de vehículos de alta gama, diputados de la UCR y el PRO también lo saben o supieron hacer. Es decir que a raíz del choque se reveló que los privilegios los usan como quieren el conjunto de los partidos políticos patronales.

El senador Luis Juez realizó declaraciones con la intención de capitalizar políticamente lo sucedido. Sin embargo, hace la vista gorda con los políticos de su propia alianza política que están involucrados. Esto muestra que la famosa “grieta” es inexistente a la hora de recibir estos beneficios a costa del pueblo trabajador.

Cabe tener en cuenta que la normativa dice que estos vehículos se pueden entregar a distintos organismos para funciones o servicios públicos específicos, pero, vale volver a reiterarlo, la dieta de los legisladores es de $445.509 por lo que no sería de su necesidad un vehículo de primera gama.

Los trabajadores tenemos que repudiar y denunciar estos privilegios que se otorgan los que más tienen a ellos mismos, mientras la gran mayoría de sumerge cada vez más en la pobreza, producto de este terrible ajuste de los todos gobiernos burgueses.

Justicia para Alejandra y las menores víctimas del choque protagonizado por González. Basta de privilegios para los poderosos, que todo funcionario cobre lo mismo que una maestra, como lo viene planteando el FIT desde hace años. Fuera los políticos capitalistas, abajo el régimen de privilegios.

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