Políticas

2/2/2021

Apertura sesiones legislativas

Córdoba: Schiaretti y un discurso para encubrir un ajuste en ascenso

Apertura de las sesiones en la Legislatura cordobesa.

Con el discurso del gobernador Juan Schiaretti se produjo la apertura del año en la Legislatura de Córdoba. El mandatario provincial realizó anuncios sin responder a preocupaciones elementales de la población trabajadora, como las del salario, jubilaciones y tarifazos. Además, fue palpable la falta de respuestas a la agenda de género, diversidades y gatillo fácil, evitando referirse a las cifras de pobreza y desocupación que exponen la orientación política del PJ.

Schiaretti hizo mención a la pandemia para elogiar a su gestión, una impostura. Puesto que les profesionales de la salud tuvieron que ganar la calle en defensa de sus condiciones de trabajo y reclamar salarios y jubilaciones. Todavía esperan respuestas.

El gobernador se comprometió a vacunar el 70% de la población, en un cuadro sanitario de crisis que expuso la precariedad de un sistema sanitario víctima de un ajuste feroz.

En su discurso, se refirió a las obras públicas proyectadas para este nuevo año, sin determinar de dónde se sacará el presupuesto para realizarlas. Vale señalar que Córdoba acaba de reestructurar su deuda en dólares. Con ese aire, Schiaretti repitió el esquema de anuncios de obras en un “año electoral”. Además, el gobernador hizo gala de un superávit.

Pero, “el superávit fiscal del que se jacta como consecuencia de un manejo ‘austero’ de la economía; es en realidad la confesión del ajuste, del robo histórico a la Caja de Jubilaciones y el ataque a los convenios colectivos de los trabajadores”, expresó Soledad Díaz García, referente del Partido Obrero y del Frente de Izquierda.

El gobernador también se deslindó de la responsabilidad que le cabe en las más de 300 mil hectáreas de bosque nativo incendiadas. Sobre el punto, hizo alusión a la sequía, eludiendo la responsabilidad de los capitalistas del negocio inmobiliario. Si de impacto ambiental se trata, cabe señalar que el gobierno provincial no tiene respuestas a la urgente necesidad de remediación de la tierra arrasada por el fuego. El movimiento ambiental no debe bajar la guardia hasta hacer efectivas todas las demandas pendientes.

La deuda es con nosotras

El gobernador tampoco nombró ni dio aviso de haber recibido la enorme carta de exigencias del movimiento de mujeres. A 31 días de haber empezado el año ya son cuatro los casos de femicidios que sacudieron la provincia, sin contabilizar el incremento de denuncias por violencia de género durante el aislamiento, el pasado año, y la falta de presupuesto que destina el gobierno para la atención de los mismos.

Días atrás, en Capilla del Monte, se realizó una nueva movilización en reclamo por justicia para Cecilia Basaldua, es que a 9 meses del femicidio todo sigue igual y se sospecha encubrimiento de la policía: otra vez las fuerzas de (in)seguridad involucradas en un crimen. Pero el gobernador no dice nada.

Además, el gobernador no hizo mención alguna a las maniobras de centros de salud para impedir que se haga efectiva la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). En Córdoba, tanto el Hospital Privado como la clínica Reina Fabiola ya se pronunciaron en ese sentido. Tampoco mencionó ni una palabra con respecto a los reclamos de las diversidades.

Anuncios para encubrir ajuste y represión

A la hora de tomar los anuncios del gobernador nadie puede desconocer los antecedentes que tiene en esta materia. Porque la realidad es que el propio gobierno provincial ni siquiera cumplió con el plan de viviendas pactado para el año 2020 (25 mil viviendas), dejando muy por fuera de la agenda política provincial la solución al problema habitacional de los cordobeses y por supuesto, de la vivienda digna.

Otro tema que estuvo ausente esta mañana en la legislatura fue la problemática de la enorme cantidad de casos de gatillo fácil, que se incrementó con la pandemia producto de la intervención del aparato policial en los barrios de la provincia. Sin ir más lejos, el gobernador “hizo anuncios sobre la puesta en marcha del sistema 911, y de compra de equipamiento para luchar contra la inseguridad” (La Voz, 01/02), dejando en el olvido intencional las pérdidas de pibes en manos de la policía provincial.

El gobernador anunció que se construirán nuevas escuelas y se entregarán computadoras, pero vale tener en cuenta que el presupuesto educativo viene sufriendo recortes, y a la docencia se le pretende imponer modificaciones en el convenio colectivo de trabajo. Todo esto en un cuadro de un ataque de conjunto a la educación, en el que el estado de los edificios es solo una expresión del derrumbe educativo.

Schiaretti reiteró que “Córdoba no para”. Sin embargo, la Córdoba que vive de su trabajo sufre un cuadro de confiscación en sus ingresos producto del ajuste sobre el salario, por la vía de los tarifazos y la inflación. Además, el gobierno no tiene un plan para generar trabajo genuino, lo que complica aún más la pobreza estructural.

Es clara la definición que Schiaretti dio, este comienzo de año, sobre las políticas que seguirá el gobierno, año especial por las consecuencias de la pandemia por Covid-19, que atentan directamente sobre el pueblo trabajador. El gobernador nada tiene para decir sobre constantes exigencias populares que protagonizan la agenda provincial a diario y prometen hacerlo el resto del año. En palabras de Soledad Díaz García “es claro que comienza un año de nuevos ataques a la clase trabajadora. El control de la pandemia y el freno al ajuste dependerá de la organización independiente de les trabajadores.”