Políticas

28/12/2014|1346

Córdoba: vamos por la anulación definitiva del Código de Faltas

Fracasa la reforma represiva de De la Sota

legisladora del Frente de Izquierda


El gobierno de De la Sota recibió un nuevo golpe frente al intento de reforzar legalmente su política represiva, mediante la modificación reaccionaria del Código de Faltas. La enorme movilización popular, que se expresó en masivas marchas y acciones de lucha en toda la provincia y en las barriadas de Córdoba Capital, dio por tierra con la reforma del Código de Faltas, el que pasaría a llamarse Código de Convivencia. 




El nuevo Código venía a completar un cuadro de reforzamiento del aparato represivo, que tiene como principal objetivo regimentar la vida de las barriadas y la lucha de los trabajadores que rechazan el ajuste en marcha. Esto fue plasmado claramente en el nuevo proyecto del oficialismo: a la par de sostener todo el andamiaje represivo del viejo Código de Faltas, incorporaba un capítulo destinado a regimentar las manifestaciones populares y expresiones de lucha.




Así fue comprendido por el conjunto del movimiento en lucha. Luego de la octava Marcha de la Gorra, que movilizó a más de 15 mil personas contra el Código de Faltas, el 17 de diciembre se realizó una nueva movilización, esta vez a la Legislatura, con el objetivo de rechazar el nuevo Código el día en que el oficialismo tenía previsto aprobarlo. 




El sólo anuncio de la marcha del 17 fue la estocada final que desmanteló la maniobra delasotista -donde se había embarcado todo el cuadro opositor de juecistas y radicales. El contundente rechazo popular ya se había hecho sentir no sólo en las movilizaciones, sino en la propia audiencia pública convocada días antes en la Legislatura -que fue transmitida en vivo- donde el 100% de los participantes rechazaron la reforma. Lo mismo había sucedido en las audiencias del interior provincial (Villa María, Río Cuarto y San Francisco). Así las cosas, oficialistas y opositores acordaron en postergar la aprobación para febrero.




Este enorme triunfo se convirtió en el segundo revés del gobierno frente a los intentos de reforzar un estado de excepción y un cuadro represivo. Ya a mediados de año había naufragado el intento de delasotistas y radicales de imponer una ley antihuelga; el retroceso en este caso le valió a los gremios sólo una marcha de cuerpos orgánicos, empujados por el repudio generalizado de las bases.




Hemos obtenido un triunfo. Es necesario impulsar un gran movimiento provincial para lograr la anulación definitiva del Código de Faltas, rechazar la avanzada represiva el gobierno provincial y nacional, contra el gatillo fácil y la impunidad del poder.