Políticas

19/9/2001|722

Córdoba: Votoblanquistas, votemos ahora al Partido Obrero

De la Sota concluyó sacando la Constitución que estaba buscando, aunque para La Voz del Interior no sería tan mala como se había previsto. De la Sota habría renunciado a imponer una cláusula de “gobernabilidad”, que le otorgaba al primero en votos la mayoría absoluta de la nueva Legislatura.


Pero De la Sota obtuvo el “unicato” político que estaba buscando, porque forzó la disolución del Senado actual, donde tenía mayoría. Al mismo tiempo se asegura esa mayoría absoluta, el próximo 14 de octubre, como consecuencia del hecho de que 24 de los 70 legisladores provinciales serán elegidos por el voto de mayoría, no proporcional, de sus distritos. También se liquidó virtualmente la inmunidad parlamentaria al limitarla a las opiniones que se viertan en la Legislatura. En este punto, el Fujimori de Córdoba metió una cláusula antidemocrática que Izquierda Unida le había soplado desde Página/12, el 5 de setiembre pasado.


La mayor vergüenza de la “Constituyente” trucha, no la protagonizó el oficialismo, sin embargo, sino la oposición. Se retiraron todos sus partidos para disimular su complicidad con la legitimación de la convocatoria a ella. Sin la participación de los opositores, De la Sota habría sido derrotado. Sólo el Partido Obrero luchó por el boicot.


La UCR se retiró de las deliberaciones en protesta por el despido de los actuales legisladores, cuando fue precisamente el radicalismo el que propuso apurar la reforma de la Constitución para eliminar el Senado y establecer una cámara única. Sin la cláusula de la “gobernabilidad”, el engendro que impuso De la Sota es incluso más democrático que los impuestos por los radicales con anterioridad.


También se retiró el Frente Grande, pero en este caso se trata de un acta de defunción.


Izquierda Unida también se retiró, esgrimiendo un pretexto que la desnuda: que la “Constituyente” rechazó proclamarse soberana. Se trata de una pavada, porque con una mayoría del 70%, el delasotismo habría impuesto lo que impuso, “soberana” o no. Peor todavía. Si la “Constituyente” se hubiera declarado soberana, su autoridad se habría incrementado y le habría permitido ir más lejos en el cercenamiento de los derechos ciudadanos.


Para quienes la nueva Constitución es un atropello, el repudio no debe ir sólo a De la Sota sino por sobre todo a los opositores y, entre ellos, especialmente a Izquierda Unida, que fue la que ejerció la mayor hipocresía electoralista y mediática contra los intereses de la democracia.


Esta es la realidad que hay que desnudar ante los electores desinformados, para llamarlos, a partir de esta denuncia, a votar el 14 de octubre al Partido Obrero. Como lo denunció anticipadamente el PO, ahora está más claro que nunca que De la Sota va a un sistema de patacones, que ha quebrado a la provincia, que las privatizaciones incrementarán las penurias del pueblo y que los despidos seguirán indefinidamente.


Por un Congreso Obrero y Piquetero en la Provincia.


Por una huelga general para derogar el ajuste y reincorporar a todos los despedidos.


Por una bancada obrera en la Legislatura y en el Congreso Nacional.


Votoblanquistas: votemos ahora por la Lista 14 del PO.