Políticas

8/1/2017

Córdoba: ´zona liberada´ en Villa Allende y nueva crisis policial

Apel


Víctor Ariel Barrionuevo, jefe de Investigaciones de la comisaría de Villa Allende, fue detenido acusado de integrar una banda que asaltó a políticos y funcionarios judiciales, lo que ha desencadenado una nueva crisis política respecto a la seguridad y la policía de la provincia de Córdoba.


La detención se produjo momentos después de producirse el robo en  la casa de María Teresa Paneta, quien fue funcionaria de Comercio Exterior de la Provincia; en el domicilio había una fiesta donde estaban -entre otros- el camarista federal Luis Rueda; el vocal del Tribunal Superior, Sebastián López Peña; el ex fiscal general Darío Vezzaro; el ex ministro de Gobierno José Cafferata Nores y la ex candidata a intendenta y ex esposa de José Manuel de la Sota, Olga Riutort. Del lugar se llevaron teléfonos celulares, carteras, billeteras, tablets y dinero, además de ropa.


Pocos días más tarde, fueron removidos el comisario y toda la brigada de Investigaciones.


El asalto se produjo en la ciudad de Córdoba, pero el papel que Barrionuevo jugaba en la comisaría de Villa Allende fortaleció las denuncias de que allí funciona una “zona liberada”. Lo probarían una seguidilla de hechos “llamativos” en los últimos días: la fuga de un detenido de la comisaría, el asalto a la madre del exintendente Héctor Colombo y el robo a la ex esposa del golfista Pato Cabrera, Silvia Rivadero, quien vive a 50 metros de la dependencia policial de esa localidad.


Esta crisis es una nueva expresión de  los enfrentamientos dentro del aparato policial que en 2013 produjeron el motín del 3 y 4 de diciembre. La crisis nunca se cerró porque es la expresión de la disputa al interior del aparato policial y del propio Estado provincial por el manejo del delito.


Este nuevo escándalo es precedido por las fuertes denuncias y hechos que afectan a la jefatura central de la policía. Por caso el de uno de los jefes de la división robos y hurtos, que tenía 700 llamadas cruzadas con el principal reducidor de autos de la provincia. O el robo de armas dentro de la propia central.


Todas las facciones que gobernaron la provincia –De la Sota, Schiaretti, los intendentes K- pactaron con las mafias enquistadas en la policía.


Terminemos con esta descomposición: apertura de los libros de las comisarías, juicio y castigo a los corruptos,  reorganización de la seguridad sobre nuevas bases, elección y revocación de jueces, fiscales y comisarios por el voto popular.