Políticas

8/2/2022

Carne

“Cortes Cuidados”: la reedición de una política fracasada

Este lunes 7 entró en vigencia el nuevo acuerdo de precios de la carne, Cortes Cuidados. El programa que se esbozó de cara a las fiestas del 24 y 31 de diciembre, en el marco de un encarecimiento sideral de los distintos cortes incluso por encima de la inflación, se extenderá durante todo el año 2022. Ahora bien, la inclusión de la carne en los “Precios Cuidados” no hace más que vaticinar otro fracaso de una misma política reinventada bajo varias denominaciones por parte de la Secretaría de Comercio para contener los aumentos de precios, cuando en especial los cárnicos llegaron a acumular hasta un 90% solo en el último año y empujaron a la pauperizada población trabajadora a detentar el consumo de carne más bajo en un siglo.

A cambio de integrarse al programa y “ampliar la oferta” en el mercado interno, el gobierno otorgará a las patronales ganaderas un esquema de subsidios a tasa bonificada que fue formalmente anunciado el 1 de febrero pasado, así como una mayor ampliación de los cupos de exportación. Después de haber insistido tanto en el “acople” entre los precios del mercado internacional y el local, el gobierno termina priorizando la exportación como vía de recaudación de divisas al servicio de pagar la deuda externa al FMI.

Estas medidas , incluido el cierre temporal de las exportaciones, poco y nada hicieron para detener la marcha de los precios de la carne, dejando cada vez más lejos la promesa de “la vuelta del asado” esgrimida en la campaña electoral del Frente de Todos en 2019. Los capitalistas todos se valen de múltiples artilugios para birlar o retacear los productos congelados o incluso bajarles notablemente la calidad, como recordaron los usuarios de redes sociales replicando imágenes de los cortes de carne que se vendían en las góndolas a precio “congelado”, donde la mayor parte del producto era grasa o hueso. Además, este programa no alcanza a las carnicerías sino solo a grandes supermercados, es decir que excluye al grueso del consumo.

Feletti habla de que estamos ante una “inflación monopólica”. Es cierto que diez frigoríficos concentran el 65% de la exportación de carne, con enormes consorcios como ABC, con gran participación de pulpos extranjeros. Pero el gobierno no combate esa concentración. Para verificar la acusación habría que abrir los libros de toda la cadena, del faenado a las góndolas, al control obrero. Por el contrario, mientras se siguen dilapidando las reservas del país en el pago de la deuda y la fuga de capitales, raíz de la depreciación de la moneda nacional, la “política antiinflacionaria” seguirá dictada por el Fondo: desindexación de salarios y jubilaciones, ajuste fiscal y endeudamiento (para no emitir pesos).

La novela de la carne demuestra que es necesario un verdadero programa de transformación social que liquide a un régimen de hambre, que parta del repudio al pago de la deuda externa fraudulenta y usuraria, y la nacionalización del comercio exterior bajo control de los trabajadores.