Políticas
10/7/2025
Cortes de suministro de gas a industrias y hogares y la desinversión de las petroleras
¿Crisis de abastecimiento o crisis de producción?
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Los funcionarios eluden la responsabilidad estatal en los cortes.
El corte de suministro de gas a industrias, usinas, estaciones de servicios y domicilios, por ejemplo en Mar del Plata, en la propia Rincón de los Sauces y otros lugares, fue presentado por los medios oficiales desde el ángulo más conveniente de la “ola polar”, para ocultar la parte que le cabe a la responsabilidad empresaria de las petroleras. La calamidad de carecer del fluido básico para producir electricidad o calefaccionar un hogar durante los días de clima polar que hubo en el país se debe también al retaceo de inversiones y mantenimiento y al desinterés de los gobiernos de destinar los fondos para las obras públicas que se necesitan.
Si bien la situación climática de muy bajas temperaturas en todo el país estaba anunciada, el gobierno nacional y los organismos pertinentes no tomaron las previsiones del caso en nombre de no afectar el sacrosanto “superávit” fiscal. Pero, como el año pasado, tuvieron que recurrir cuando ya el drama estaba desatado a la importación de gas hasta de Chile, un país sin hidrocarburos propios.
Es la huelga de inversiones… estúpido
Desatada la crisis gasífera, se dejó correr la versión del cuello de botella en las inversiones en gasoductos y las limitaciones en la evacuación de una producción en alza (no se ha construido la segunda mitad del ducto hoy denominado Perito Moreno ni se han terminado de realizar las obras para la reversión del gasoducto norte). Este aspecto es largamente conocido, y era la versión de menor costo político para los gobiernos. Pero lentamente aparece otra causa: se inyectó menos gas desde Vaca Muerta en los días de la crisis energética. Y esto influyó en el déficit de abastecimiento de gas natural a diversas actividades económicas y para el uso domiciliario.
Este aspecto se fundamenta con datos que sacan a la luz que al menos dos yacimientos gasíferos de Vaca Muerta bajaron su entrega del hidrocarburo durante las fechas de la crisis gasífera y que también se ha registrado una baja en la cantidad de pozos conectados. Y esto es huelga de inversión pura y exclusivamente empresaria.
Los datos dicen que en mayo de este año se terminaron apenas 12 pozos gasíferos en todo el país, de los cuales unos 8 fueron pozos nuevos en Vaca Muerta. Y, en los primeros cinco meses de este año, se pusieron en producción apenas 35 pozos gasíferos nuevos en Vaca Muerta. La producción total de gas del país actualmente se ubica en volúmenes similares a los de hace 12 meses atrás. Y el caso es que los nuevos pozos que se incorporan apenas alcanzan a compensar el declino de los ya conectados anteriormente. Para dar un salto que no produzca crisis gasíferas como la vivida estos días se debe perforar y conectar mayor cantidad de pozos, pero eso implica mayores inversiones en los yacimientos y en las obras de evacuación, acondicionamiento y presurización. Algo que no está ocurriendo a la altura de lo que reclama alcanzar esa meta.
El gobernador de Neuquén en EEUU vende humo
En los días de la crisis energética y el papel jugado en ella por las empresas que operan en la provincia, Rolando Figueroa andaba por Estados Unidos buscando fondos y reiterando conceptos que la realidad que se vivía en esos momentos en su provincia desmienten rotundamente. El gobernador en EEUU habló de “previsibilidad” y que "la potestad de los recursos naturales en la Argentina es de las provincias”. Si hubiera “previsibilidad”, el país no tendría que cortar el suministro de gas a los domicilios o las industrias en los días de más bajas temperaturas, cuando el ingreso de una ola polar estaba perfectamente anunciado por los servicios meteorológicos.
Y en cuanto a la “potestad” de las provincias, los hechos demuestran que queda reducida a papel mojado, porque, en la práctica, los recursos naturales son de las empresas, no de los estados. La “potestad” del estado provincial termina donde comienza la superficie de la concesión hidrocarburífera: desde ese límite hacia adentro del área es la dictadura del capital la que ordena. Y si en pos de la obtención de una renta se debe disminuir el nivel de inversiones, se hace. Y la provincia no tiene facultad, ni poder fáctico alguno, para revertir esa situación.
Las plantas compresoras, de adecuación del fluido que se extrae y todas las obras de acondicionamiento están dentro de los yacimientos, bajo la batuta empresaria. Y los CEOs saben que si en medio de la estepa patagónica habrá temperaturas de 10 o más bajo cero, esas plantas se afectan en su funcionamiento. Pero como eso ocurre nada más que en invierno y por pocos días, las inversiones para evitar que se afecten no se hacen. Sería una inversión “no rentable”. Y esto ocurre bajo las narices de la supuesta “potestad” estatal sobre el recurso.
Ligado a esto cabe mencionar una confesión de parte. En el marco de un par de inspecciones laborales en Añelo (corazón de Vaca Muerta), el subsecretario de Trabajo, Pablo Castillo, afirmó que “el objetivo no es sancionar por sancionar, sino acompañar a las empresas para que regularicen situaciones y mejoren las condiciones laborales y de seguridad” (Vaca Muerta News 4/7/2025). Hablando de trabajo no registrado o de incumplimiento de normas de seguridad, los funcionarios no muestran una disposición para actuar con “potestad” estatal ni sobre este tema, ni sobre ningún otro.
Huelga de inversiones: crisis de producción
En un fundado estudio publicado en Econojournal del 7 de julio pasado, el vicedecano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, Raúl Bertero, demuestra que, en los últimos días de junio y primeros de julio, el déficit de carga de gas en los ductos estuvo entre los 17 y los 26 millones de metros cúbicos por día. Una enormidad.
Y afirma que “Lo que no estaba previsto, y fue declarado como fuerza mayor por los productores involucrados, fue la caída repentina de producción en Neuquén debido a desperfectos técnicos. La evolución de la inyección a gasoductos en Neuquén pasó de unos 107 MMm3/d el viernes 27 de junio a 99 MMm3/d el lunes 30 de junio” (Ídem). Es decir, una buena parte del déficit de carga se generó en la caída del volumen de producción en Vaca Muerta.
Una de las áreas a la que se responsabiliza de esa caída en la producción, es La Calera (YPF S.A. y Pluspetrol). Precisamente los primeros días de mayo, el gobernador, acompañado de los CEOs de ambas empresas, inauguró la ampliación de la planta de procesamiento de gas de ese área. La que a partir de ese momento “puede procesar hasta 14,5 millones de metros cúbicos diarios de gas (provenientes de 90 pozos), y está orientada a atender la demanda del invierno” (Neuquén.com, 7/5). No fue así.
Otra área es Aguada Pichana Este (Total Energies). En este caso también se acaba de inaugurar a mediados de mayo la obra de electrificación de la planta de procesamiento de gas de ese área que permite inyectar 14 millones de metros cúbicos diarios de gas al sistema. Obra que también fue inaugurada por el gobernador y ejecutivos de la petrolera francesa. En esa oportunidad Rolando Figueroa dijo: “esta obra va a permitir un mejor desarrollo de toda la Cuenca neuquina y de manera sustentable" (MejorEnergía, 23/5). Tampoco fue así.
La “falla técnica” de la que se habla es que “varias compresoras quedaron inactivas por horas e incluso días” (RN, 5/7). El vicedecano de Ingeniería de la UBA es lapidario cuando en su informe dice que Argentina es “el único de los grandes sistemas de gas natural del mundo con fuerte estacionalidad que no tiene almacenamiento”(Econojournal, 7/7). Huelga de inversiones.
Más específicamente en el suplemento MasEnergía del 7/7, Cristian Navazo informa que “En el caso de La Calera, un recambio de válvula afectó la producción entre el domingo y el lunes, aunque fue resuelto rápidamente y la planta retomó operaciones normales desde el martes”. En Aguada Pichana Este, en cambio, se tuvo que detener su funcionamiento de forma preventiva durante unas seis horas el lunes 30 para revisar la planta ante el disparo de alarmas, y luego volvió a producir a full cuando se constató que no se registraron desperfectos”.
Se trata de plantas recién ampliadas o modernizadas, lo cual desmiente la “previsibilidad” que se proclama oficialmente y reafirma la huelga de inversiones bajo la forma de obras precarias y con materiales de bajo costo, además de la desidia oficial. Porque no se trata solo de hacer obras (invertir), sino de hacerlas con los niveles de tecnología necesarios. El uso de materiales de menor precio o calidad es un tema que comienza a mostrar otro aspecto de la huelga de inversiones. Porque por estos días, en otra área (Lindero atravesado), falló una válvula durante la operación de fracking en un pozo.
La madre del borrego
Conocidos los datos de producción de mayo 2025 (los de junio aún no están disponibles), según el GAPP (Grupo Argentino de Productores Petroleros) del 1º de julio “la producción de gas en Neuquén alcanzó en mayo los 102,38 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d), en línea con el inicio de la temporada de mayor consumo interno”, y agrega que “tres bloques explicaron la mayor parte del volumen. Fortín de Piedra, operado por Tecpetrol, produjo 18,9 MMm³/d y se mantuvo como el principal yacimiento gasífero del país. Aguada Pichana Este, bajo la operación de TotalEnergies, aportó 11,6 MMm³/d. Por su parte, La Calera, a cargo de Pluspetrol, alcanzó una producción diaria de 10,2 MMm³/d".
Si durante la crisis energética disminuyó la producción de dos de los tres bloques que mayor producción de gas de Vaca Muerta aportan al sistema nacional, y esto ocurre en días de pico de consumo por una circunstancia climática profusamente anticipada, y esto ocurre por “fallas técnicas” en obras recientes, no hay ninguna “previsibilidad”, pero sí hay huelga de inversiones. Sucede que en esos días de crisis de producción a fines de junio, Vaca Muerta produjo menos que en el mes anterior (102,38 MMm3/día versus 99 MMm3/día).
Está todo dicho. Solo la nacionalización bajo control obrero de toda la industria energética sentará las bases para que nunca más falte gas para producir o calefaccionar los hogares. Y será la única manera que el tercio de la población que aún carece de gas por redes, pueda tenerlo.

