Crece la lucha contra el "rodrigazo" alfonsino-justicialista

Seguir
La lucha obrera contra el “rodrigazo” radical-justicialista continúa franca y firme. Destacamentos fundamentales del movimiento obrero han salido a la lucha, otros se preparan a hacerlo.
Los trabajadores de la salud pública, los del Área Material Córdoba, los telefónicos del Interior, los ferroviarios, los petroleros, los docentes, los pilotos, gráficos y trabajadores de sanidad han sido los protagonistas de un vasto movimiento huelguístico en los últimos días.
La amplitud de este movimiento, su combatividad y la profundidad de las medidas de lucha (Hospitales y algunas entidades docentes de base, como Tucumán, con paros por tiempo indeterminado) señalan la presencia de la tendencia a la huelga general, en especial si consideramos el aceleramiento que está sufriendo la crisis económica.
Estos combates han surgido en contra de la burocracia sindical. Tal es el caso de Foetra Córdoba, de los talleres gráficos y de sanatorios (ATSA), que se encuentran llevando adelante medidas de fuerza en forma aislada. Este es también el caso de los docentes de Tucumán.
Otro aspecto fundamental de estos movimientos huelguísticos es que en ellos han surgido o consolidado direcciones “no oficiales”, como las Circunvecinas fraternales o el Cuerpo de Delegados de los telefónicos cordobeses. Todo esto nos indica que estamos en presencia de un movimiento que surge de lo profundo de la clase obrera, que le marca límites muy precisos a las maniobras de la burocracia.
El gobierno enfrenta esta situación, especialmente en estatales, mediante un conjunto de acuerdos salariales (Ate-Salud Pública, Ferroviarios, telefónicos, anuncios de aumentos a los docentes nacionales) que la burocracia procura aprovechar para levantar las luchas. Se trata de un recurso desesperado pues choca con toda la política de reducción salarial. Esto ya nos está diciendo que el gobierno tiene la intención do producir una devaluación masiva del austral y activar aún más la inflación para compensar, y con yapa, los aumentos que les arrancan los trabajadores.
Después de meses de versear sobre la concertación, lo único que rinde es la lucha.
Los acuerdos alcanzados son, con todo, precarios, debido al ritmo de la carestía, cercana al 15 % mensual. El gobierno y la burocracia simplemente están pateando para adelante y lo único que lograrán es replantear estos combates.
La profundidad de la crisis y de los ataques patronales, reclaman un programa de acción claro. La viga maestra de este programa es el reclamo de un salario y una jubilación mínimos de ₳ 700 (indexado). Se trata de una cuestión de vida o muerte, frente a la catástrofe económica.
Ni qué decir que esto es imposible en el marco de paritarias regimentadas, con techo y emergencia económica.
Las luchas en curso ya movilizan decenas de miles de trabajadores.
Esta acción de masas, para triunfar, requiere una dirección consecuente, para la cual son necesarias: Asambleas generales y Comités de Huelga.
La fenomenal carestía desatada por las patronales y el gobierno convierte en letra muerta, a poco de ser firmados, los acuerdos parciales. Es necesaria una lucha de carácter general. Entonces, Coordinadoras de base de todos los sectores en lucha.