Políticas

3/12/2021

Datos oficiales

Crecen las cesantías pero el gobierno anuncia el fin de la prohibición de despidos

Aumentaron los retiros "voluntarios" y la no renovación de contratos.

La vocera presidencial, Gabriela Cerruti, anunció con ínfulas las cifras de empleo privado formal del mes de septiembre 2021, recientemente publicadas. Allí se observa que creció un 1% la cantidad de trabajadores en relación a diciembre 2019 y un 0,6% en términos interanuales. Sin embargo, omitió que, en paralelo, también aumentaron las bajas en el mercado laboral.

Los datos se desprenden de la última Encuesta de Indicadores Laborales realizada por el Ministerio de Trabajo, correspondiente al mes de septiembre. El informe toma como muestra la realidad de 3.424.766 trabajadores formales del sector privado, repartidos en siete ramas, nucleados en 16.420 empresas de distintos tamaños, distribuidas en 13 conglomerados de todo el país, generalmente sitios aledaños a las grandes ciudades.

En primer lugar, si bien el índice actual de empleo privado registrado es el más alto desde que comenzó la pandemia e incluso supera los números de diciembre 2019, la base de comparación es extremadamente baja teniendo en cuenta que durante el mandato de Macri se perdieron 232 mil puestos de trabajo formales en el sector privado. Así las cosas, la jactancia oficial sobre que “el empleo deja atrás la pandemia” es como mínimo injustificada.

A su turno, la evolución del empleo no ha sido homogénea. Algunas ramas de la economía tuvieron una variación negativa en el trascurso de un año, tal es el caso del comercio, los restaurantes y hoteles (-0,5%), del rubro transporte, almacenaje y comunicaciones (-2,6%) y de los servicios financieros y a las empresas (-0,5%).

A su vez, el informe en cuestión arroja que la tasa de desvinculación también creció de un año a otro. Lo hizo en un 0,8% entre septiembre 2020 y septiembre 2021 y se ubica en el mismo porcentaje que en septiembre 2019. Ahora bien, ¿Cómo se explica que a pesar del decreto que prohíbe despidos hayan aumentado las bajas en el mercado laboral? Muy simple, los empresarios han logrado burlar la disposición ante las narices del gobierno.

Como era de preverse, en el ámbito formal la tasa de despidos “sin causa” no varió. Sorpresivamente, sí aumentó la tasa de renuncias, un 0,4% en relación a septiembre 2020 y un 0,3% comparado con septiembre 2019. Lo anterior deja entrever un salto en la cantidad de “retiros voluntarios”, que no son otra cosa que despidos encubiertos. En esos casos no existe ningún acuerdo equitativo entre las partes como se pretende mostrar, sino una fuerte presión de las patronales a fin de reducir personal.

Por otro lado, también creció la tasa de salida bajo la forma de “finalización del contrato a plazo fijo”. Este tipo de desvinculación se incrementó en un 0,3% respecto a septiembre 2020 y en igual porcentaje en relación a septiembre 2019. Aquí vemos cómo la precarización laboral reinante, plasmada en los contratos temporales, deja el camino allanado para que las patronales despidan con mayor facilidad, directamente no renovando el contrato.

El oficialismo, por su parte, ha actuado desde el principio como sepulturero de su propia norma antidespidos, ya que nunca cuestionó la aplicación de retiros voluntarios ni el régimen de contratos precarios -que, vale mencionar, son moneda corriente en el Estado. Es decir, han permanecido intocables todos los elementos que transforman en letra muerta al decreto vigente.

En cuanto a las suspensiones, el informe tampoco es muy alentador al aclarar que “el porcentaje de empleos suspendidos pasó del máximo de 8,8% en mayo de 2020 a 1,3% este mes (septiembre). No obstante, la incidencia de las suspensiones en el empleo registrado privado sigue siendo elevada en relación a la serie histórica”.

Como hemos señalado en Prensa Obrera, el gobierno ya anunció que tanto la prohibición de despidos como la doble indemnización tienen fecha de caducidad, lo cual sin dudas agravará el cuadro de cesantías. Las centrales sindicales, que no hicieron nada en el pasado en pos de defender los puestos de trabajo, tampoco moverán un dedo para detener la sangría que se viene. Por el contrario, bendicen el acuerdo con el FMI, el cual brega por una reforma laboral en Argentina que otorgue mayores facilidades para despedir. Es más, la burocracia sindical se compromete a vehiculizarla sector por sector, como acaba de ocurrir en Toyota.

Por lo tanto, los trabajadores debemos intervenir en este escenario planteando la prohibición de los despidos y las suspensiones, el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario y el trabajo bajo convenio para todos. Frente a los ataques que se avecinan, se hace preciso defendernos mediante la ocupación de toda empresa que cierre o despida, exigiendo la apertura de los libros y la preservación de todas las fuentes de trabajo. Romper con las direcciones sindicales que nos entregan y pelear para recuperar nuestras herramientas de organización son aspectos insoslayables de esta lucha.

El 11 de diciembre tenemos una parada clave. Copemos la Plaza de Mayo para desplegar un programa contra ajuste del gobierno, la oposición patronal y el FMI, en favor de las mayorías populares.