En la noche del día lunes, luego de que hayan circulado mensajes por grupos de WhatsApp del barrio advirtiendo de que se irían a realizar “saqueos”, un grupo de personas llevaron a cabo robos en algunos comercios de la villa 1-11-14. Los vecinos, que se vienen organizando hace tiempo contra la inseguridad que existe con la connivencia de la Gendarmería y la policía, lograron frenar al grupo.

Como se pudo observar en videos que circularon por grupos del barrio, redes sociales y hasta en canales de televisión, los vecinos salieron organizados para frenar a esta banda que algunos relacionan con el narcotráfico y con los “soldaditos de la droga” y que habría salido como represalia contra los comerciantes que no están dispuestos a pagarle para evitar que les entren a robar.

La organización de los vecinos para hacerse cargo del tema apunta a imponer un orden frente a los robos sistemáticos. Pero la salida no pasa por un enfrentamiento entre distintos sectores del barrio, sino que hay que apuntar a desmantelar la red de protección que brinda el Estado para amparar el delito, denunciando las responsabilidades que el poder político tiene en esta situación. Tanto Horacio Rodríguez Larreta y su ministro de seguridad Eugenio Burzaco, como Alberto y Aníbal Fernández, son responsables del crecimiento del delito y del crecimiento del narcotráfico en los barrios y villas del país y la ciudad.

Las declaraciones en medios de comunicación diciendo que “patrullamos y nos organizamos entre nosotros”, junto con las alarmas que instalaron por sus propios medios, muestran que solo los propios vecinos pueden frenar el avance del narco y la delincuencia, que crece producto de la descomposición social de un régimen que condena a los trabajadores al hambre y la pobreza, y que actúan con la complicidad de las fuerzas represivas que organizan el delito que financia sus cajas negras. También mencionan los vecinos que “todos saben dónde se vende la droga” pero la Gendarmería y la policía se pasan la pelota y dicen que no es su jurisdicción cuando se hacen las denuncias. “Los gendarmes toman mate en las garitas en vez de cuidarnos”, señalaron.

Frente a estos hechos de inseguridad es fundamental la organización de los vecinos para terminar con el narco y la delincuencia, que actúan bajo la tutela de las fuerzas represivas que engrosan sus cajas negras organizando el delito, desmantelar estas fuerzas mafiosas y armar una fuerza de seguridad bajo control de los vecinos y trabajadores. A su vez, es clave establecer la elección popular de jueces y fiscales. Sumado a esto, hay que pelear por la urbanización real de los barrios, la instalación de luminarias y la creación de centros de atención de adicciones.