Casi 11 años y medio después, bajo el impulso de un grupo de familiares, fue remodelada completamente la estación del Subte H Once y renombrada como “Estación 30 de diciembre”. Para vehiculizarlo en la Legislatura, el proyecto fue presentado de manera común por el diputado Marcelo Ramal del Frente de Izquierda –Partido Obrero, Alejandro Bodart y Gustavo Vera.

 

Además de familiares y amigos, acompañaron la reinauguración Madres de Plaza de Mayo, familiares de víctimas del accidente del tren Sarmiento, y muchos otros.

 

Murales, fotos y diferentes imágenes fueron seleccionadas para recordar a 194 víctimas que perdieron la vida en aquella masacre y a más de 1000 que resultaron con heridas y secuelas. Y también para mirar desde otro lugar un hecho que quedará grabado en la memoria de una generación que un 30 de diciembre de 2004 presenció atónita cómo jóvenes, amigos, vecinos y familiares, morían cuando habían ido a escuchar a una banda.

 

Aquella noche, el Estado se mostró en toda su perversidad. No sólo se producía el incendio por su completa responsabilidad, sino que bajo la obsesión de tapar las imágenes delegó el operativo de rescate, que fue concretado mayormente por amigos, familiares y desconocidos que lucharon por salvar las vidas de los pibes y algunos de los cuales las perdieron también allí.

 

Santiago Morales, hermano de Sofi Morales, fallecida aquella noche, sintetizó en una impecable intervención la experiencia de todo este tiempo. “Es necesario que la memoria se convierta en acciones concretas de lucha para tratar de transformar aquellas situaciones de injusticia”, y así definió un hecho artístico como un hecho que actúa también para cambiar la realidad.

 

Las fotos de Juan Vera y de Carina Batagelj, los murales de Luis Damián Santaran (Frente de Artistas del Borda), el profesionalismo de compañeros curadores del Frente Darío Santillán, entre otros, fueron dándole forma a una obra que es mucho más que un cambio de nombre de un estación.

 

La lucha por terminar con la Ciudad Cromañon, la pelea para que Aníbal Ibarra sea castigado por sus responsabilidades, la denuncia de todos los ‘cromañones’ que se viven en la Ciudad (como aquel cuyo aniversario coincidió con el de la inauguración de la nueva estación, el del incendio del Taller de la calle Luis Viale), todo sigue su curso encarnado en viejas y nuevas generaciones de luchadores. Esta renovación de la estación se inscribe entre esas acciones.

 

Delia Fucci acompañó a los presentes cantando “Viejita”, en recuerdo de su autoría que evoca a aquella noche, a su hijo y de todos los hijos.

Los pibes de Cromañon y los luchadores que hicieron posible que no reinara la completa impunidad, ¡presentes!

 

 

“Viejita” Por Delia García de Fucci

La noche oscura jamás amaneció

el sol brillante mi alma abandonó

Un día un ángel vino y me tocó

dijo “viejita” juntos encontraremos el sol

Luego me dijo está con vos está con vos

él salió de tus entrañas y a tus entrañas volvió

Su alegría y su energía te dejó

si nunca callan los murgueros construirán 

un mundo nuevo que no pare de bailar

y que convierta en protesta este dolor

Vamos viejita vamos juntos a bailar

con los murgueros para que el sol no deje nunca de brillar

Vamos viejita vamos juntos a bailar

con los murgueros para que el sol no deje nunca de brillar

Letra: Delia Fucci