Políticas

12/8/2021

Elecciones 2021

Cruce Manes-Gollán: una pelea entre privatistas y ajustadores de la salud

Solo el FIT-U tiene un programa de defensa de la salud pública.

En medio de la disputa electoral, Facundo Manes, precandidato a diputado nacional de la lista de la UCR dentro de la interna Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires, criticó la gestión del exministro de Salud e integrante de la lista del Frente de Todos, Daniel Gollán. La calificó de “pésima” y “nefasta”.

En una entrevista, Manes expuso que la gestión del sanitarista dejó como resultado al menos 53 mil muertos (más de la mitad de los fallecimientos totales en el país) y que la pandemia la manejó “con miedo”. Lo que le critica el neurólogo es que Gollán no tuvo una política más aperturista, como la de Fernán Quirós y Larreta en la Ciudad de Buenos Aires, cuyos resultados no fueron sin embargo diferentes: durante gran parte de la pandemia la Ciudad concentró la mayoría de los casos medidos por millón de habitantes, consagrándose como el epicentro de la crisis sanitaria. A su vez, la atravesó con diversos reclamos de los trabajadores de la salud, particularmente de los residentes y concurrentes, que expusieron el ajuste del gobierno porteño.

Sin grieta en el fracaso sanitario

Por su parte, Gollán salió a argumental que Manes “no es un especialista” y que “nunca le interesó la salud pública”, pero la realidad es que el sanitarista tampoco garantizó la atención de la población… por auxiliar a las prestadoras privadas. En plena crisis sanitaria lanzó una serie de subsidios financiados desde Ioma para la empresas de la medicina, utilizando los aportes de los trabajadores del Estado provincial a su obra social para rescatar a los empresarios del rubro. Esto, cuando decenas de miles de afiliados padecían la suspensión de su cobertura médica y colapsaban los hospitales.

Esa política del gobierno de Kicillof, sin embargo, ni siquiera garantizó la reapertura de las 13 clínicas privadas clausuradas en la provincia durante 2020, cuyos cientos trabajadores y profesionales de la salud fueron víctimas del vaciamiento de las empresas de la medicina, al igual que los pacientes que no pudieron atenderse más en su zona de residencia, como sucedió con miles de afiliados de Pami (el sector más expuesto en la pandemia).

Por su parte, Manes intenta mostrarse como un radical “outsider” de la política, incluso para posicionarse en las Paso de Juntos por el Cambio como una renovación, pero el operativo choca directamente con el apoyo abierto que le brindó a Macri y Vidal durante sus gobiernos, cuando actuaba de consultor de la Gobernación de la última, durante la que no hubo año en que no enfrentara huelgas hospitalarias e inauguró la apropiación directa de los fondos de Ioma por el Ejecutivo.

Lejos de representar una renovación del paradigma de salud pública, forma parte de un espacio político que se encargó de sistemáticamente desfinanciarla. Hoy, los integrantes de la lista de Juntos son los exponentes de la gestión macrista que no solo rebajó la categoría del Ministerio a Secretaría sino que también recortó el presupuesto sanitario en un 60% en 2019. Es lo que confesó el exfuncionario Rubinstein.

Manes, un historial al servicio de las privadas

Egresado de la UBA, Manes se afilió tempranamente a la UCR y, según sus propias declaraciones, en sus años de universitario se acercó a la Franja Morada, fracción que ha jugado un importante rol dejando pasar los sucesivos intentos privatistas de la educación. Si bien se formó en la universidad pública, ninguna de sus contribuciones científicas se desarrollaron en ese ámbito. Ejerció de profesor en la Universidad Católica Argentina y de rector en la Universidad de Favaloro, dos instituciones privadas.

En el año 2005 fundó el Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), que luego catapultó la creación de la Fundación con el mismo nombre, una “organización sin fines de lucro que busca apoyar programas de investigación y difusión sobre prevención, detección y tratamiento de los trastornos neurológicos y psiquiátricos”, según su página web, pero que recibe “donaciones” de las principales empresas de la medicina privada nacionales e internacionales a través de galas. Por su parte, desde Ineco trabaja con prepagas y obras sociales, haciendo el enlace entre quienes acuden al centro por un diagnóstico y tratamiento y quienes finalmente lo llevarán a cabo. No solo eso, sino que también mantiene negocios con Mercado Libre, Unilever y Microsoft.

También guarda un pasado con el gobierno nacional. En 2019 fue galardonado por el presidente Alberto Fernández para que controle, de la mano de su Fundación, los planes sociales de ayuda alimentaria y formar junto a la UCA y distintas organizaciones sociales el Observatorio externo del Consejo de lucha contra el hambre. Además, en 2002 fundó un grupo con jóvenes empresarios llamado “1810” a través del cual pidió el cumplimiento de las “reformas estructurales” exigidas por el FMI en aquel entonces, las mismas que hoy en día Alberto Fernández lleva adelante a través de los ataques a los jubilados, las reformas laborales desde las modificaciones a los convenios colectivos de trabajo por sector y el ajuste en salarios, educación y salud.

La salida es por la izquierda

Los planteos en torno a la salud que hacemos desde el Partido Obrero y el Frente de Izquierda Unidad se encuentran en las antípodas de los que defienden los Gollán, Manes y Quirós. Planteamos la centralización del sistema de salud porque luchamos por el derecho al acceso de todos los trabajadores y trabajadoras, junto con la gratuidad y universalidad del mismo, en contra de las constantes privatizaciones que ha sufrido.

Luchamos contra el cierre de clínicas y hospitales y por la recuperación de estos en manos de sus profesionales, quienes han enfrentado la pandemia bajo salarios de miseria y un régimen de superexplotación. Es por ello que también exigimos un aumento salarial por encima de la canasta familiar, reparto de horas, contratación de personal y el otorgamiento de licencias y vacaciones, suspendidas durante el último año y medio. Planteamos una verdadera salida de la pandemia de la mano de la clase obrera, con el reforzamiento del sistema de salud, la triplicación del presupuesto sanitario, la recuperación de las obras sociales bajo control de directorios electos por los trabajadores, y la inversión en ciencia y técnica para el desarrollo de vacunas nacionales.