Políticas

17/4/1997|535

Cutral Co está organizada en una Asamblea Popular

“Tenemos mucho que aprender de la pueblada neuquina. EN CUTRAL-CO HUBO UNA REVOLUCION”, decía Prensa Obrera (4/7/96) en referencia al levantamiento de Cutral Co y Plaza Huincul, hace diez meses.


Pero el levantamiento que se inició la semana pasada, ha demostrado que en Cutral Co hay, sí, en marcha una revolución.


El pueblo de Cutral Co y Plaza Huincul se insurreccionó, cortó las rutas con barricadas y enfrentó a las fuerzas de gendarmería y de la policía provincial, a las que puso en fuga. Derrotó política y militarmente a la gendarmería. En la ciudad no hay caos, sino un orden revolucionario establecido por los “fogoneros”. El pueblo está organizado en una ASAMBLEA POPULAR, que toma las decisiones democráticamente. Ha elegido un secretariado de 12 miembros, que es renovado por tercios ante cada gestión ante los poderes. Este criterio ha sido adoptado para impedir que los dirigentes sean corrompidos por el Estado y/o los partidos patronales (como lo fueron varios piqueteros surgidos del Cutralcazo de junio del 96).


No existe otro gobierno en la ciudad que esta Asamblea Popular.


El control de las rutas está organizado: sólo se deja pasar a quienes contribuyen con la lucha popular. Los burócratas de la CGT Neuquén y nacional, que fueron a llevar a su ‘solidaridad’ con una ‘demora’ de 40 días, fueron echados a patadas. Sólo se deja pasar a los camiones que llevan comestibles.


La huelga general en Cutral Co y Plaza Huincul es por tiempo indeterminado, pero los comercios y las estaciones de servicio pueden abrir dos horas por la mañana y dos por la tarde.


La Asamblea Popular ha votado un programa. Por un lado, la suspensión de los oficiales que dirigieron la represión; la investigación de la muerte de Teresa Rodríguez; la destitución de los comisarios; el retiro de la gendarmería; la libertad a los fogoneros detenidos; la anulación de los procesamientos contra el pueblo alzado en Neuquén.


Por otro lado, la Asamblea Popular rechazó el paliativo de Sapag de otorgar 1.600 puestos de trabajo de 200 pesos cada uno en los planes contra la desocupación. En contraposición, reclama el control municipal de El Mangrullo y la necesidad de poner en marcha un polo petroquímico en la zona, y que el 50% de las regalías que se obtienen de las empresas petrolíferas y gasíferas se queden en Cutra Co y Plaza Huincul “hasta el año 2010” (Clarín, 15/4).


Estamos ante un programa de reorganización social bajo la conducción de los explotados.