Políticas

21/11/1996|520

Dan un golpe de estado contra el PAMI

Mientras escenificaban para la platea un juego de enfrentamiento entre un ‘peronismo histórico’ y otro ‘moderni­zante’-, mientras en el Congreso fingían divergir sobre los proyectos de eliminación de las indemnizaciones y la liquidación de los convenios de trabajo por industria; mientras en los diarios protagonizaban el sainete de la presidencia para el 99; mien­tras hacían el trabajo distraccionista, que es el que mejor conocen; Duhalde y Menem, Menem y Duhalde, negociaban en secreto un artero golpe contra los jubilados.


El martes 19, Clarín y Ámbito coincidie­ron en informar que el gobierno había deci­dido liquidar el PAMI. No por medio de una ley, tampoco por medio de un decreto, ni siquiera de ‘necesidad y urgencia’, sino mediante convenios con las provincias. El primero, con la provincia de Duhalde, transfiere la atención médica de un millón y medio de jubilados, con la intención, dice la información, de “bajar costos y desmontar la actual estructura médica”. Se trata, en realidad, de un gigantesco paso hacia la privatización.


¿Qué dirán ante esto los Daer y Miguel de la Mesa Duhalde Presidente?


El convenio bonaerense crea un nuevo prestador, llamado Consorcio Agrupación Sanitaria-Provincia de Buenos Aires, que es una red de hospitales públicos, a los cuales se transfieren los contratos con las prestadoras actuales. La calidad de la nue­va prestación puede ser imaginada sin la menor dificultad, considerando que la cápita que se aplicará de ahora en más es un 50% inferior a la vigente, de 23.50 pesos contra unos 30-40 actuales. La reducción del ‘costo’ será bancada por la reducción del nivel de calidad de la atención. La nueva cápita es, precisamente, lo que los ‘lobbies’ privatizadores han calculado para la aten­ción mínima de los jubilados. Un diario atribuye a Bramer Markovic la autoría de esta ‘idea’.


Ámbito calcula en 700 millones de dóla­res el dinero que engrosará, de este modo, la ‘caja’ de Duhalde, lo que supera con holgu­ra al fondo de reparación histórica. El ami­go de Pierri se alza así con una bolsa que lo hace imbatible para cualquier otro rival electoral. Duhalde podrá, ahora, repartir los ´manes’ del PAMI para toda clase de desmanes y compra de ‘lealtades’. El manejo que hizo del acto en Racing, el sábado pasado, llevando a miles de perso­nas a cambio de pesos o comida, es apenas un poroto de lo que se pretende hacer.


Los trabajadores del PAMI ahora enfren­tan de un modo más nítido que antes la amenaza del despido masivo. Sus organiza­ciones sindicales, sin embargo, no se pusie­ron de acuerdo en realizar una nueva mani­festación de protesta el miércoles 20, porque están divididas entre ir a la Aduana con la burocracia de la CGT o al Congreso con la de la CTA. El ataque al PAMI ha dejado en orsai a ambas manifestaciones de ‘soberanía’ y ha desnudado la completa inconsistencia política de ambas centrales sindicales.


El pacto Menem-Duhalde constituye un golpe de estado con todas las letras, porque soslaya al Congreso y a la legislación vigen­te, la cual no admite la disolución del PAMI y exige que sea dirigida con la participación de los jubilados. El ‘eje’ Menem-Duhalde es la nueva base de la ‘gobernabilidad’ del régimen, sólo falta saber si también cuenta con el apoyo de la Iglesia.


Llamamos a impulsar un paro general de 48 horas por la defensa del PAMI y la expulsión del interventor Bramer Markovic; por el retiro de los proyectos antiobreros del congreso; por la victoria de todas las luchas en curso.