Políticas

18/10/2007|1014

De carapintada a pingüino, y viceversa

Aldo Riko

San Miguel trajo una de las perlitas de la etapa final de la campaña electoral bonaerense: la reaparición pública del carapintada y ex intendente Aldo Rico, de la mano de Carlos Kunkel, del círculo íntimo del matrimonio K.


Kunkel, otrora dirigente montonero y ex preso político durante la dictadura, fue el enviado oficial al acto proselitista por la reelección de Oscar Zilocchi, el intendente riquista de San Miguel, que lleva a Cristina K como candidata a Presidenta en su boleta.


Con semejante padrinazgo, quedaron claras las preferencias K en un distrito que tiene otras dos colectoras: Joaquín De la Torre (hombre de Franco La Porta, capo de Loterías y Casinos de la provincia) y la de la frepasista Stella Prunotto (vinculada a los piquetruchos).


El retorno de Rico se da tras años de "retiro político", en los que se dedicó a "emprendimientos privados", la mayoría de ellos vinculados al regenteo de empresas contratistas de servicios municipales. Siguió, desde ese lugar, monitoreando los negociados de una camarilla que en su momento saltó a la fama por sus vínculos con la trata de blancas, la prostitución y el narcotráfico.


El ex carapintada reconoció especialmente en su discurso semejante gesto: "no puedo dejar de agradecer la presencia del compañero Kunkel, cuyo apoyo político es importantísimo porque representa la intimidad del Presidente, pero ese apoyo político realmente me parece que queda en un segundo plano porque la presencia de él en este acto significa que cuando hay proyecto en común, que cuando hay objetivos claros y cuando hay un profundo amor a la Patria pueden quedar de lado y allanadas todas las diferencias de muchos años de desencuentros. Como peronista me siento profundamente agradecido" (Aquí la Noticia, 8/10).


Kunkel, a su turno, recogió el guante: "largos años hemos pasado de desencuentros, muchas veces nos hemos visto envueltos en luchas entre hermanos, muchas veces hemos puesto sacrificio y militancia y nos han arrastrado a falsas ideologías" (ídem). Se ve que ahora si hay lugar para la reconciliación con quienes impusieron la sanción de las leyes de impunidad, repudian el juicio y castigo a los genocidas y fueron jefes de la Bonaerense del gatillo fácil.


Menos mal que éste era el gobierno de la "memoria" y los "derechos humanos".