Políticas

24/11/2011|1204

Polémica: De qué hablamos cuando denunciamos el “tarifazo”

Roberto Pianelli, secretario general del sindicato del subte, afirma -en un reportaje de “enelSubte.com”- que los que ganan ‘ocho lucas’ (como él) deben pagar un aumento del boleto del subte. La bravuconada del compañero es curiosa, porque una de dos: o demuestra que el último aumento que obtuvo fue desmesurado (pues incluía un boleto devaluado) o justifica que lo que él puede pagar, la patronal tiene derecho a cobrarlo. Ni lo uno ni lo otro: si hay aumento de boleto, habrá que aumentar los salarios y, por otro lado, los Roggio ya han saqueado bastante. Si ‘ocho lucas’ son un lujo, la Presidenta tendría algo de razón cuando reclama un tope a las paritarias (que están entre siete y diez puntos por debajo de la inflación corriente).

Al insinuar que está de acuerdo con la segmentación del ‘tarifazo’, Pianelli empalma con otra posición: la de que deba haber obreros que no ganen el costo de la canasta familiar (en la que está incluido el transporte). Con el mismo razonamiento, habría que segmentar todos los consumos. Lo que esto significa es que los Roggio continuarán cobrando subsidios por el uso del transporte de la población segmentada. A fuerza de querer mostrar ‘realismo’ frente a las posiciones que considera ‘infantilistas’, en lugar de una defensa de los trabajadores, tenemos la defensa del orden establecido y de los capitalistas que lo usufructúan.

Esta posición ignora el tema de los costos del transporte el secreto íntimo del capitalista. Sólo aclarando esto podríamos conocer los beneficios reales de las gerenciadoras.

El meollo del ‘tarifazo’ es que desnuda el fracaso de la política de subsidios del gobierno K que fue un intento de salvar a las privatizadas por el menemismo del derrumbe de 2002. La ‘normalización’ fue condicionada, luego, a que los ‘capitalistas amigos’ tomaran las privatizadas extranjerizadas. Ahora, las ‘normalización tarifaria’ significa un ajuste brutal contra los trabajadores, el cual se suma a una inflación del 25%. Lo que corresponde hacer es nacionalizar sin pago a las privatizadas.

Es sobre esta base que nos oponemos a la política oficial, reclamamos la apertura de los libros de las empresas, gerenciadoras o concesionarias bajo el control de los trabajadores. A partir de aquí, nos debemos un debate amplio sobre los alcances más generales de estas políticas y alistar ai gremio para una campaña de oposición con el conjunto del movimiento obrero.