Políticas

4/2/1999|616

Declaración del Partido Obrero de Pehuajó

La carencia de agua potable viene castigando a los vecinos de Pehuajó y con particular dureza a los barrios de trabajadores, que en muchos casos dependen de una canilla de la que surge líquido en horas de la noche. Este flagelo lleva décadas, por la desidia y parasitismo de los gobiernos de cualquier signo, y de los intereses que se mueven tras ellos: los grandes capitales que chupan los beneficios de la región, arrojando a los trabajadores, incluidos los pequeños productores y comerciantes, a la miseria y el quebranto.


En estos 20 años no atendieron al (bajo) crecimiento de la ciudad. Ni al deterioro de la red urbana y del acueducto desde 9 de Julio –que implica la pérdida del 25 % del caudal–. Tampoco la mejora de la baja calidad del agua que tomamos.


Padecimiento popular, lucro capitalista


Ocurre que no es mera negligencia. Con la insuficiencia de agua hacen fortuna las empresas proveedoras de bidones y otras aguas envasadas, que los trabajadores de menores ingresos o desocupados no pueden adquirir. Las autoridades locales anuncian la “solución final”: la perforación de los pozos de Moctezuma, un acueducto de 18 km, reparaciones varias y una pequeña planta de abatimiento de arsénico y fluor, por lo que el Estado pagará 2.330.000 pesos. Y por la que habrá que esperar 540 días más sin agua. ¿Es la pirámide de Keops? Es que la empresa adjudicataria “debe adquirir la experiencia” se dijo. Otra vez el lucro capitalista está por encima de la urgencia del pueblo. Con la actual tecnología y aprovechando la numerosa mano de obra disponible la obra podría realizarse en un plazo sensiblemente menor, encarando en forma simultánea los diversos tramos. La provincia tiene profesionales de sobra para una obra sensiblemente menor, por ejemplo respecto del viejo acueducto de 9 de Julio.


La privatización de OSBA. Tarifazo


En vísperas de la privatización de OSBA, se manipula la desesperación por el agua para hacer pasar el consiguiente brutal tarifazo. A ello apunta la instalación de medidores domiciliarios, afectando a todas las localidades. Los vecinos pagarán doblemente: con sus impuestos por lo que gaste el Estado en la obra (que pasa gratis a los nuevos dueños privados de OSBA) y con mayores tarifas. Los próximos dueños se quedan con el negocio y las ganancias sin inversiones significativas y, por supuesto, atacarán a los trabajadores de OSBA con la excusa de “bajar costos”. Este es el esquema general de las privatizaciones, que están quebrando al país. Por eso el zar de la Cooperativa Eléctrica, Martín, quiere disputar el botín.


Agua para los barrios ya. Trabajo para todos


Las autoridades deben garantizar la provisión inmediata de agua por cualquier medio a los barrios que carecen de ella, sin costo para los desocupados y trabajadores con sueldos inferiores a la canasta familiar. Un vasto plan de obras comenzando por el agua ayudará a paliar el grave problema de la desocupación. Entonces, hay salida. Las organizaciones sindicales (SUTEBA, Luz y Fuerza, trabajadores de OSBA), las comisiones vecinales, las organizaciones populares deben romper con el PJ y la Alianza, responsables del cuadro actual, e impulsar la organización de los barrios y la lucha por:


-Agua para todos los barrios ya.

-No a la privatización de OSBA. Ningún aumento de tarifas.

-Extensión de la red de distribución a todos los barrios. Créditos y subsidios para las instalaciones sanitarias domiciliarias de los trabajadores y desocupados.

-Investigación de todas las denuncias de conexiones ilícitas por parte de empresas industriales y agrarias. Comisión popular de investigación.

-Impuesto especial a la gran propiedad agraria, industrial y comercial (Híper) para financiar las obras necesarias.

-Organizar comisiones en cada barrio para impulsar la lucha por el agua y por el trabajo para todos. Subsidio al desocupado por 500 pesos.