Políticas

21/8/2003|814

Declaración política del Partido Obrero de Tandil

Por salud, educacion y trabajo

El préstamo gestionado por el intendente Zanatelli durante el año 2000 con el Banco Mundial (a través del programa municipios del Tercer Milenio) hipotecó el futuro de toda la ciudad endeudándonos en un millón de dólares, con un interés de alrededor del 9%.


¿Fue un beneficio para la ciudad y su población? Todo lo contrario.


El programa desarrolla, a través de consultorías privadas, proyectos que luego el propio Banco Mundial impone (sobre ordenamiento territorial, obras sanitarias, administración y otros), donde lo que impera es el lucro para unos pocos y privatización y ajuste para el pueblo; es decir, ahonda aun más las penurias de la población (prueba de esto son las operaciones encabezadas por el Banco para privatizar Obras Sanitarias, empresa estatal que tiene superávit).


Lógicamente, estos “proyectos” luego requerirán de más endeudamiento para implementarlos.


La complicidad de la mayoría de los candidatos con este negociado nos muestra su nivel de demagogia y su compromiso con el capital extranjero: le presentan a la ciudad grandes planes y proyectos, a sabiendas de que en cuestiones fundamentales van a estar atados a los designios del Banco Mundial.


Peor aun: esta política reemplaza en la práctica al Ejecutivo y al Legislativo, ya que les impone la conducta a seguir en temas claves para la ciudad. Los concejales ni siquiera van a poder opinar si se estaciona en una o en doble mano en el centro.


Lo más grave es que muchos de los partidos cuyos concejales aprobaron este proyecto (revelando que ellos mismos se conciben como ineptos para gobernar, ya que tienen que consultar al Banco Mundial cómo se hace) nos piden nuestro voto para continuar con esta política.


El Partido Obrero llama a la población a tomar debida nota de esta política y a darle la espalda a los candidatos patronales.


Los trabajadores no necesitamos preguntarle al Fondo o al Banco Mundial qué obras hacen falta en los barrios, ni cómo mejorar la salud.


Para poder tener educación, trabajo, salud, obra pública, hay que romper con el Fondo Monetario Internacional y con el Banco Mundial, para que esos recursos se vuelquen a solucionar los problemas de las grandes mayorías.


Llevemos representantes de los trabajadores al Congreso, a la Legislatura y al Concejo Deliberante para imponer:


• Una Asamblea Popular con delegados electos en todos los barrios con capacidad de iniciativa y de veto sobre el accionar del Concejo Deliberante.


• Plan de obra pública que priorice la extensión de las redes de agua potable, cloacas y gas a todos los barrios, dando trabajo a los compañeros desocupados.


• Ampliación de las salas de salud barriales. Atención las 24 horas con personal especializado.


• Extensión de la iluminación en la periferia, comenzando por todas las garitas de los barrios.


• Nombramiento de personal y provisión de insumos y medicamentos en todos los niveles de atención médica. Red integral de ambulancias. Integración informática de los distintos niveles de salud.


• Por una política de prevención sanitaria que incluya, en primer lugar, un plan de nutrición infantil.


• Recolección diaria de residuos en todo el distrito.


• Cobro inmediato a los deudores que han acumulado riqueza a costa de todo el pueblo.


• Por frecuencias nocturnas fijas del servicio de colectivos.


Por una banca al servicio de los trabajadores.