Políticas

27/8/2009|1097

Defendamos a los trabajadores del pulpo Robert Bosch

La empresa metalúrgica Robert Bosch, que despidió o suspendió a casi 70 trabajadores en lo que va del año, ha anunciado su traslado a Brasil.

El jueves 20 de agosto, unos 150 trabajadores realizaron una protesta frente al Concejo Deliberante de San Martín, para reclamar que finalicen los despidos y suspensiones e impedir que la empresa se vaya. El intendente Ivoskus (K) se negó a recibirlos. La movilización, en la que se hizo presente una delegación de la UOM San Martín, contó con la solidaridad de organizaciones políticas, sociales y de los trabajadores, un arco que viene luchando contra los despidos en Tatsa.

Robert Bosch es una multinacional con sede central en Alemania y acaba de concretar una reestructuración a escala mundial. Ha anunciado la apertura de 500 centros de servicio automotriz en México para 2015, ha comprado un 13,35% de la compañía alemana de sistemas de calefacción Buderus y ha vendido su planta en España. Acaba de adquirir la compañía Akustica, con sede en Pittsburg (Pensilvania), especializada en la producción de semiconductores y de sistemas eléctricos. Ha anunciado su desembarco en fotovoltaica y energías renovables, comprando dos empresas solares fotovoltaicas alemanas, Aleo Solar y Johanna Solar (con ingresos de unos 360,5 millones de euros en 2008). Por otra parte, con los principales pulpos dedicados a la industria automotriz, ha firmado un acuerdo estratégico de colaboración para la fabricación de técnica híbrida diesel que se utilizará en vehículos con tracción a las cuatro ruedas. Como parte de este acuerdo, la Bosch desarrollará, fabricará y suministrará los motores eléctricos y el sistema electrónico de accionamiento para la cadena cinemática híbrida diesel que se utilizará en vehículos de PSA Peugeot Citroën.

No hablamos, por lo tanto, de una empresa en desaparición.

Los despidos hormiga y las suspensiones que se vienen realizando en la tierra de la “capital de la industria” comienzan a transformarse en un ataque más decidido por parte de las patronales, ya que a una semana de los despidos en Tatsa, ahora se suma este intento de la patronal de Bosch que, no por casualidad, ha esperado el fin de la paritarias.

El Partido Obrero ha colocado la defensa de los trabajadores de Robert Bosch y Tatsa en el centro de su política. Reclamamos que la UOM, la CTA y la CGT definan un paro activo y una marcha para impedir el traslado y terminar con la “ley del despido” en el distrito.

Carlos Suárez