Políticas

28/7/1993|397

Defendamos el Frente de Izquierda

Sin lugar a dudas, la no con­creción del Frente de Iz­quierda ha ampliado las po­sibilidades electorales del centroizquierda y del riquismo. Estos últimos días, en especial, se produjo el derrumbe de la por cierto “pinchada” candidatura de Erman González en la Capital Federal. La reacción popular ante las amenazas y agresiones a estudiantes y periodis­tas desnudó aún más la autoría del gobierno en dichas agresiones, reve­lando a la Casa Rosada como un “nido de espías” El debate Cavallo – Terragno sirvió para poner en pantalla que ambos carecen de propuestas para salir de la crisis, reflejando la impasse general en que se encuentra la burguesía y el “plan Cavallo”. El “tractorazo”, precedido por moviliza­ciones similares en algunas provin­cias, refleja que una parte importante de la pequeña, mediana y gran bur­guesía agraria ha salido al choque abierto con Cavallo y el gobierno me­nemista. Las ocupaciones de vivien­das muestran la verdadera cara del “capitalismo popular de mercado”. La enumeración podría proseguir, en todos los casos la conclusión es la misma: el “plan Cavallo” está agota­do, el gobierno menemista se mueve en la “tangente”, la oposición popular aumenta.


Por esto mismo fue que caracteri­zamos de criminal la postura, o más bien la impostura, de la dirección del Mas de desertar del Frente de Izquier­da La constitución de dicho Frente hubiera actuado, de inmediato, como un factor de reagrupamiento de la van­guardia obrera y de la izquierda para intervenir en todos estos conflictos y luchas, y hubiera servido como una plataforma más amplia para denunciar y desnudar la cobardía, complicidad y sostenimiento del centroizquierda del régimen menemista.


Aun así, a pesar de la deserción de la dirección del Mas, el Frente de Iz­quierda tenía amplias posibilidades de desarrollo si el PO y el Mst concreta­ban el Frente, planteamiento que for­mulamos públicamente, y lo amplia­ban al resto de las corrientes de iz­quierda. Sin embargo, al día 28 de julio, las posibilidades de que este Frente se concrete son realmente di­fíciles, por no decir remotas. La direc­ción del Mst, desde el día siguiente a la deserción del Mas, ha colocado como una condición para formar el Frente que las principales candidaturas na­cionales en la Provincia de Buenos Aires estén en sus exclusivas manos. Luis Zamora no solo debería encabe­zar la lista de diputados nacionales sino además Silvia Díaz debería se­cundario. La amplia mayoría de las diputaciones provinciales deberían también estar en manos del Mst y todas las primeras candidaturas muni­cipales en el conurbano.


Hace más de un mes atrás había­mos alertado (PO del 23 de junio) que las vertiginosa campaña del Mst por promover sus candidatos para “enca­bezar” el Frente de Izquierda, cuando recién comenzaban las reuniones en­tre el PO, el Mst, y el Mas, podrían conducir, no a un frente, sino a un aborto de frente.


La dirección del Mas desertó del Frente de Izquierda con el pretexto de que Zamora sería el primer candidato a diputado nacional en la Provincia, sin comprender que, por encima de esa candidatura, un frente de organizacio­nes de izquierda abría la posibilidad de reagrupar a miles de luchadores y mi­litantes de izquierda. Ahora la direc­ción del Mst propone que no haya un frente de organizaciones sino una monopolización de candidaturas (y otras exigencias que se sumarían si se aceptase esta absurda propuesta).


Demás está decir que la no forma­ción del frente de izquierda constituye un factor de desmovilización de la vanguardia obrera y de izquierda, que, además, disminuye sus ya disminui­das posibilidades electorales. La des­composición de la corriente morenista, de la que provienen el Mas y el Mst, no le permite ver a la dirección del Mst todo lo que se alejan con este ultimá­tum de concretar su consigna funda­mental y requetefundamental, “Zamo­ra diputado”.


El 1º de Mayo planteamos formar un comando político de la izquierda para intervenir en forma unificada en todos los terrenos de la lucha de cia­ses. Las direcciones del Mas y del Mst respondieron que no al comando polí­tico pero que estaban dispuestas a formar un frente electoral. La dirección del Mas desertó del Frente y ahora la dirección del Mst plantea un no-frente.


Todo esto ha servido para que la corrompida política burguesa y cen­tro izquierdista sigan monopolizando el escenario político.


El PO insiste. Abajo los condiciona­mientos y monopolios. Sí al Frente de Izquierda.