Políticas

23/8/2016

Del informe de la UCA al informe del INDEC


La desocupación del segundo trimestre de este año, según el índice difundido hoy por el INDEC, alcanza al 9,3% de la población económicamente activa. Esto supondría alrededor de 1.400.000 personas.


 


Pero en los grandes centros urbanos, como los del Gran Buenos Aires, Gran Rosario, Gran Córdoba y Mar del Plata, entre otros, el porcentaje de trabajadores desocupados supera el 11 por ciento.


 


Los datos del organismo no computan a los que trabajan en negro y perdieron su trabajo, al igual que a los de pequeñas ciudades del interior que pasen por una situación similar.


 


Si se suma la subocupación que, para el instituto oficial, alcanza a otro 11,2%, es decir a unos 1.700.000 trabajadores, la suma de desocupados y subocupados llega a 3.100.000 personas sin trabajo o con uno que no le cubre mínimamente sus necesidades básicas.


 


El deterioro en los ingresos también se filtra en el informe del INDEC, en el porcentaje de quienes buscan empleo. No sólo procura un empleo un porcentaje mayoritario de los subocupados, sino que una cantidad aún mayor que esa son ocupados los que, obviamente, no cobran lo suficiente como para solventar los gastos de la familia.


 


Días atrás se publicó otro informe sobre este tema -de la Universidad Católica Argentina (UCA)- donde se indica que el 57% de los trabajadores del país (9,7 millones, sobre un total de 17 millones) tiene un empleo precario o directamente está desocupado. Aquí si aparecen computados los trabajadores en negro.


 


Además, según la UCA, la pobreza afecta al 32% de la población, es decir 13 millones de personas. Desde fines del 2015 hasta abril de este año, hay 1,4 millones de “nuevos pobres”. Al finalizar el gobierno de Cristina Kirchner ya llegaba al 29 por ciento.


 


A su vez, según la Universidad, la tasa de indigencia pasó, de diciembre a marzo últimos, del 5,3% al 6,9%, es decir unas 350 mil personas más, para llegar a un total de 2,3 millones.


 


Los nuevos directivos del INDEC plantearon que no iban a realizar comparaciones con el mismo período del año anterior porque las cifras de la época del kirchnerista Guillermo Moreno estaban bajo sospecha. En la comparación interanual, es decir respecto del segundo semestre del 2015, el crecimiento del desempleo alcanzaría a algo más de 400.000 trabajadores.


 


La manipulación de los índices en la etapa moreno-kirchnerista era sistemática y denunciada por los trabajadores del propio organismo, pero el gobierno de Macri ha tenido que reconocer que, en lo que va de este año, hubo más de 100.000 despidos de trabajadores en blanco, más los que no han sido computados porque trabajan en negro o están fuera del universo estadístico del INDEC.


 


A estas cifras hay que añadirle la creciente cantidad de suspensiones (petroleros, automotrices) que suponen un recorte sustancial de los ingresos y, en muchos casos, el paso previo a un despido. Las enormes luchas que llevan adelante los compañeros petroleros es la respuesta obrera contra este ataque a las fuentes de trabajo.