Del mismo lado del mostrador
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El balotaje ha destado una deliberación política.
Los barones del conurbano fueron aplastados.
El derrumbe del oficialismo abre la posibilidad de que el derechista Macri alcance la presidencia.
El kirchnerismo, por un lado, convoca a votar por Scioli incluso “con la nariz tapada”.
Los opositores, a su turno, nos convocan a votarlos contra la corrupción y la prepotencia de un aparato en descomposición.
Pero en este caso, no hay un mal menor ni un mal mayor.
El ajuste y la corrupción están en las dos candidaturas.
En materia de intereses sociales, Macri y Scioli están del mismo lado del mostrador.
Un foro empresarial acaba de juntar a uno de los principales asesores económicos de Scioli -el banquero Marangoni- con su par de Macri -el ex menemista Melconian.
El organizador del evento sacó sus conclusiones: “coincidieron en casi todo”.
Devaluación, ajuste de tarifas, arreglos con los usureros internacionales para endeudar todavía más al país.
Hasta Aníbal Fernández sentenció que (el sciolista) “Marangoni se parece cada vez más a Melconian”.
No hay un choque de principios, por parcial y restringido que sea, entre Scioli y Macri.
Son variantes de un mismo polo, el de la clase capitalista.
Nuestro llamado a votar en blanco es parte de la lucha por hacer prevalecer la unidad de los trabajadores, frente a la tentativa de dividir a la clase obrera y a la juventud detrás de uno u otro de nuestros enemigos.