Políticas

6/9/2001|720

¿Depurar la Anses o purgar a Caro Figueroa?

Secretario de Trabajo con Alfonsin y Ministro de Trabajo con Menem, Caro Figueroa fue ungido ahora a la Jefatura de la Afip, el organismo encargado de cobrar los impuestos.


Según los diarios, con este nombramiento, Cavallo habría obtenido mayor poder en el gobierno y la cobranza de impuestos será más eficaz. Además, Cavallo quiere que el cargo tenga estabilidad y no pueda ser removido sino por acuerdo del Senado.


Por qué Cavallo puso en la Afip a una persona que no sabe nada de impuestos y nunca tuvo que ver con las cuestiones tributarias, es lo que se preguntan todos los diarios. La respuesta es simple: Cavallo quiere privatizar la recaudación impositiva para entregarla a grupos financieros afines. Con esto no busca mejorar la recaudación sino direccionar la cobranza de los impuestos hacia los autónomos, monotributistas y pequeñas empresas, de manera de proteger a las grandes. Y para garantizar eso, quiere que Caro Figueroa tenga “estabilidad”.


Caro Figueroa fue uno de los artífices de la jubilación privada y de la flexibilidad laboral. Junto a Cavallo, en 1994, logró entregarle un fabuloso negocio a las AFJP que en solo 7 años le permitió a los grupos financieros alzarse con comisiones por 8.000 millones de pesos.


Para impulsar la flexibilidad laboral, Caro Figueroa impulsó los “contratos basura” y el trabajo en negro. Para eso, desmanteló la Inspección del Trabajo y disolvió la inspección de la Anses sobre los aportes patronales. Con Caro, las patronales sabían que podían “negrear” porque nadie las controlaría.


Para ampliar el negocio de la jubilación privada, entre 1995 y 1997 Caro Figueroa impulsó la transferencia de las cajas provinciales al sistema nacional. Así, le transfirió al Estado el déficit de esas Cajas y le dio a las Afjp los aportes de los empleados públicos.


Para facilitar este negocio, Caro Figueroa no dudó en satisfacer los pedidos de los gobernadores menemistas que querían pasar las Cajas con jubilados truchos que ahora están siendo investigadas por la Justicia.


En 1997, al pasarse la caja de La Rioja, la Anses cuestionó por “truchas” unas 10.000 jubilaciones. Entonces, Menem convocó a Roque Fernández y a Caro Figueroa y los intimó a que firmaran un acta dando por válidas las jubilaciones truchas objetadas por la Anses. Tanto Roque como Caro pusieron la firma en defensa del régimen menemista y de la jubilación privada. En 1998, cuando Caro Figueroa fue reemplazado por Ermán González, hubo otro acta que firmaron Roque y Ermán ampliando la lista de los beneficiarios “truchos”.


Todo esto revela que Caro Figueroa es un agente de los grupos financieros, un flexbilizador antiobrero y vaciador de los recursos del Estado al servicio de los grupos financieros y patronales. Al frente de la Afip, seguirá en esa tarea.