Lo que caracteriza la campaña electoral mendocina es la falta de ideas y debate, sumado a una gran demagogia. La dispersión de todas las fuerzas políticas ha colocado el centro de los esfuerzos en las internas de cada bloque.

Ninguna fuerza política quiere realmente un debate, pues debe dar cuenta de su responsabilidad por la situación social, económica y la avalancha de necesidades populares insatisfechas.

En este cuadro, el interés de la población por la elección tiende a cero, es justamente el punto de apoyo del radicalismo para “no hacer olas”. La lista del exoficialista Omar Demarchi se encuadra en la misma estrategia. Propone “la unión de los mendocinos”, que en abstracto significa mantener el dominio de los sectores concentrados y, por lo tanto, que el pueblo trabajador siga pagando la crisis. El peronismo se enfrasca en una batalla de demagogia, buscando despegar del desastre del gobierno nacional, pero todos sus líderes son tributarios de alguna fracción que sostiene a Alberto Fernández.

El partido verde de Mario Vadillo, ex Protectora, desarrolla una campaña sin un eje claro, más allá de la denuncia genérica a la casta y un ambientalismo de cotillón. Lo que sí se destaca es el rumor, desde su propio riñón, de un acuerdo con el cornejismo por una importante suma de dinero a cambio de dividir a los sectores opositores. Una forma bastante original de luchar contra la casta.

Nuestra campaña

La campaña de nuestra lista 2B del Frente de Izquierda se caracteriza por el impulso a una movilización de cientos de compañeros, sobre la base de un programa de medidas inmediatas, que tienen un carácter transicional. Este fue el resultado de la deliberación de sectores enteros del pueblo trabajador en asambleas y plenarios, atiende las urgencias como el trabajo y el salario; la vivienda y urbanización, la salud, educación y la preservación del ambiente, entre otros. En todos los puntos plantea una confrontación con sectores de las patronales.

Es justamente este aspecto lo que ha llamado la atención de nuestra campaña, sumando la adhesión de importantes franjas de trabajadores, que organizan la difusión de la plataforma en sus barrios. En las fincas, chacras, bodegas, escuelas, hospitales y lugares de trabajo crece la idea de enfrentar a los políticos que gobiernan a espaldas del pueblo trabajador hace décadas. El contraste con las otras listas es brutal, pues se limitan a planteos de reforma dentro del régimen, cuando el descontento y el cuestionamiento es con éste.

Plazazo con Romina Del Plá

La campaña tuvo su punto más alto en el Plazazo del martes 30 con Romina Del Plá, que llegó a la provincia a apoyar la candidatura a gobernador de Víctor da Vila y recorrió con él los medios.

La movilización de todos los núcleos militantes de la provincia reunió a más de dos mil compañeros, transformando la actividad de agitación en un acto.

En los últimos días de campaña concentrará el esfuerzo en conquistar hasta el último voto para tomar las riendas del FIT, en reclutar mil fiscales y consolidar el salto político que ya podemos afirmar que significó esta campaña de la izquierda que se plantó.

Se está procesando un desplazamiento político dentro del FIT, que tuvo su primera señal en la elección de Maipú, como señaló el compañero Víctor da Vila desde la plaza Independencia colmada de compañeros: “Desde abajo, estamos reconstruyendo la fuerza de la izquierda para darle una salida popular a la crisis”.

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