El sábado 23 de octubre se hizo la acostumbrada caminata en contra del emprendimiento minero Agua Rica y de todas las empresas que pretenden explotar yacimientos mineros en las montañas de Andalgalá. La marcha, en esta oportunidad, fue dedicada a Mariano Ferreyra, asesinado por una patota sindical, sumándose al pedido de juicio y castigo a los responsables. En la caminata participaron alrededor de 800 personas, los que caminaron alrededor de la plaza principal. En el pueblo de Andalgalá está fresca la situación vivida el 1º de septiembre, cuando la empresa puso en frente de sus oficinas patoteros de Tucumán y de Catamarca para enfrentar a la movilización popular que se estaba produciendo para reclamar la expulsión de Agua Rica. La policía, que el 15 de febrero reprimió brutalmente a los luchadores de Andalgalá, ese 1º de septiembre también organizó una suerte de zona liberada para que las patotas pudieran actuar.

Entonces todos los hechos -patotas, zonas liberadas por la policía- que condujeron al crimen de Mariano Ferreyra despertaron de inmediato el repudio y la solidaridad de la población.

Hoy más que nunca tenemos que unificar las luchas a nivel nacional y repudiar a todos los que, de distintas formas, quieren detener o regimentar la lucha.

Desde Andalgalá, juicio y castigo a los asesinos del compañero Mariano Ferreyra.

No pasarán, no a la megaminería.