Políticas

31/8/2017

Después de los ataques a los docentes, Bullrich hace campaña en las aulas


Mientras el macrismo y sus trolls pagos montaban una campaña de censura a la docencia que habla de la desaparición de Santiago Maldonado en las aulas, el ex ministro de Educación y candidato a senador por el oficialismo, Esteban Bullrich, reapareció haciendo proselitismo en una escuela primaria de la provincia de Buenos Aires, dejando al desnudo que la preocupación del gobierno nacional es censurar a los maestros y no el supuesto “adoctrinamiento”.


 


Las y los docentes estamos amparados por el Estatuto y por el reglamento escolar para poder problematizar con nuestros estudiantes sobre los derechos humanos, eje transversal a todas las asignaturas. El enojo del gobierno reside en que lo que sucede en las aulas es la expresión de una enorme preocupación del conjunto de la población por la existencia de un desaparecido más en democracia, y por la responsabilidad que le cabe al gobierno en general y a la ministra de seguridad en particular. La censura por parte de un gobierno siempre opera como un acto de autoencumbrimiento.


 


Adoctrinamiento estatal


 


Las currículas escolares y las reformas educativas son siempre impuestas por los gobiernos, sin ningún tipo de intervención por parte de la comunidad educativa. Son el resultado de la defensa de intereses particulares. Basta citar como ejemplo la reforma que impulsa Larreta en la Ciudad, que no es otra cosa que la aplicación de la receta de la OCDE y del Banco Mundial a la escuela media. Es la imposición de la doctrina del trabajo precario para los estudiantes y de la profundización del vaciamiento de los contenidos educativos.


 


Precisamente, la escuela Manuel Belgrano estaba tomada por sus estudiantes para defender a la escuela pública de esta reforma, y el gobierno mandó a la policía a la escuela para amedrentar al estudiantado e imponer, como sea, su línea educativa para la Ciudad.


 


Por otra parte, si de “adoctrinamiento” se trata vale recordar que el macrismo defiende la imposición de la educación religiosa en las escuelas de Salta y en todo el país. Dogma sí, pero discutir las problemáticas sociales en la escuela no.


 


Que no desaparezcan a Santiago Maldonado de las escuelas.


 


Abajo la censura y la represión.