Políticas

23/3/2021

Después del “incidente” con Berni: Frederic y Alberto Fernández dan vuelta la página

En vísperas del 24 de marzo, Kicillof confirmó al médico-milico al frente de la Bonaerense.

“Voy a dar vuelta la página”, dijo la ministra de Seguridad nacional en una afirmación de alto poder simbólico. Palabras más, palabras menos, Sabina Frederic utilizó la misma expresión que Alberto Fernández al comienzo de su mandato, en este caso para referirse al nuevo incidente con Sergio Berni. Como se recordará, al principio de su mandato, Fernández invocó este dar la vuelta la página como un instrumento de reconciliación “nacional” con las FF.AA, que hoy se traduce en los hechos en el rechazo de todo el peronismo y las direcciones kirchneristas a movilizar el 24 de marzo.

En términos políticos, las declaraciones de Frederic dan cuenta de otro retroceso del “albertismo”, que viene de perder a dos de sus ministros claves. Pero es también una confirmación del peso que tiene el jefe de la Bonaerense en el gabinete de Axel Kicillof. Por lo pronto, el delfín de Cristina respaldó el accionar de Berni a pesar del violento choque que éste protagonizó con el segundo de Frederic, Eduardo Villalba. Según trascendió, Kicillof habría reafirmado ante el propio Alberto Fernández la continuidad en el cargo del titular del Ministerio de Seguridad bonaerense.

Berni y la camarilla kirchnerista

En verdad la apoyatura principal del excarapintada, y responsable del encubrimiento del asesinato de Facundo Astudillo Castro, no es otra que Cristina Kirchner, quien encumbró a Berni al frente de la Bonaerense como garante del círculo íntimo de la camarilla kirchnerista. El peregrinar de Berni por los medios como un político en campaña con perfil propio, y su proclamada definición como un “hombre de derecha” son mucho más que poses o exabruptos. Sergio Berni sabe que es útil al kirchnerismo para desgastar a Alberto Fernández; y quiere utilizar ese poder para ser gobernador de la provincia de Buenos Aires. Los elogios a Patricia Bullrich no tienen nada de inocente, como tampoco las amenazas de “saltar el charco” o de descarrilar a la Bonaerense.

A fuerza de “empoderar” a Berni, como ocurrió con la brutal represión en Guernica o la reciente golpiza a los obreros de ArreBeef, el “progresista” Kicillof viene atando buena parte de su futuro político a la permanencia de su ministro de Seguridad. El cuartelero Berni es el portavoz del gobierno bonaerense cuando se trata de cargar contra migrantes, exigir la baja de imputabilidad hasta los 14 años, o encubrir la violencia policial. El silencio de las burocracias de las dos CTA´s, que miran para el costado, y hasta justifican la permanencia del ministro derechista, equivale lisa y llanamente a complicidad.

Berni, reserva del ajuste

“Berni es así”, dicen tanto los Fernández como los Kicillof para avalar una política de mano dura en la estratégica provincia de Buenos Aires, donde más crece la desocupación, el hambre, la falta de tierra y viviendas, y los contagios por coronavirus. Berni y sobre todo la Bonaerense son la reserva que tiene el gobierno provincial para enfrentar los reclamos y las demandas populares en tiempos de ajuste .Esto cuando se acerca la segunda ola de la pandemia y el gobierno de los Fernández bajó la persiana a las limitadas medidas de contención social (IFE), como parte de las “negociaciones” con el FMI y el presupuesto nacional de ajuste.

El “Kici” no va a la zaga : la provincia no reglamentó siquiera las dispensas parentales para la docencia bonaerense, en lo que es una clara política de recorte y sobrecarga laboral en educación. Se trata de una ficción de “presencialidad”, mientras no se garantizan las condiciones para el retorno a las aulas. La propaganda oficial hace gala del “millón de vacunas” aplicadas en el territorio bonaerense -donde viven más de 17 millones- sin aclarar que sólo poco más de 200.000 personas recibieron las dosis completas. El propio ministro de Salud provincial, Gollán, se sumó al relato de la capacidad de inmunización que tendría la “dosis única” para disimular la falta de vacunas y la lentitud del proceso vacunatorio.

Toda la política del gobierno provincial está condicionada por la crisis social y una deuda externa que asciende a 12 mil millones de dólares y que a la fecha Kicillof no ha podido renegociar, pese a las sucesivas concesiones. El enfrentamiento entre Berni y Frederic no ha terminado, y está por verse qué pieza cae primero. La ministra de Alberto Fernández no sólo bajó el tono de la disputa sino que sugirió también que el conflicto principal era con su secretario de Seguridad, Villalba, dejando la puerta abierta a un eventual cambio de fusible en el propio Ministerio de Seguridad nacional.

A pesar del “malestar” y los desplantes contra Frederic, Berni sigue en su cargo y ratificado por Kicillof. Una radiografía también de la incertidumbre electoral, sobre todo si se dispara la segunda ola. Algunas de las encuestas publicadas en estos días confirman la caída de imagen del presidente, pero también un retroceso electoral del Frente de Todos en la provincia. La designación de Fernández al frente del PJ nacional y de Máximo Kirchner del PJ bonaerense es otra vuelta de tuerca del poder bifronte que representa el peronismo gobernante

Como señalamos en Prensa Obrera el “sainete” de Berni con Villalba sirvió para tapar la ineficacia conjunta de la Federal y de la Bonaerense. La aparición de Maia no fue producto del accionar policíaco sino del compromiso popular con su búsqueda, y fundamentalmente es el resultado de la organización de los barrios y la experiencia recorrida por el movimiento de mujeres.

La “vuelta de página” es funcional a la derecha

El Partido Obrero marcha el 24 de marzo contra la impunidad, para denunciar a los Fernández-Frederic que sostienen a los represores como Insfrán en Formosa y Arcioni en Chubut, y contra la maldita policía de Kicillof-Berni que amenaza a la juventud y a los trabajadores. A las consignas históricas de la jornada del 24 se suma con mucha fuerza el “Fuera Berni”, como una bandera de lucha por el desmantelamiento de la Bonaerense.