Detrás de los festejos del 25: “Las fuerzas armadas han copado todo”
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César Milani.
Una cuidadosa puesta en escena, cuyo rasgo distintivo fue el protagonismo de las Fuerzas Armadas y de su jefe.
El gobierno de CFK organizó una remake de los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo. Una cuidadosa puesta en escena, cuyo rasgo distintivo fue el protagonismo de las Fuerzas Armadas y de su jefe. Para un cronista: “las fuerzas armadas han copado todo”, en una puesta de escena patética dirigida a enaltecer a jefes militares “que no mataron gente” (Mosconi, primer presidente de YPF; Leal, explorador de la Antártida; Storni, fundador del Instituto Oceanográfico, entre otros).
Una de las actividades principales fue el desfile militar que acompañó el traslado del sable corvo de San Martín desde el Regimiento de Granaderos a Caballo hasta el Museo Histórico Nacional, donde Cristina encabezó un acto con el jefe de Ejército a corta distancia. Más importante que la foto fue el mensaje de CFK, al reivindicar el traslado del sable corvo de San Martín como “la reconciliación del pueblo con el ejército sanmartiniano”, una reconciliación planteada en su momento por el riojano innombrable y de la que el pueblo, esta vez, tomó conocimiento por cadena nacional.
Julio César Milani no es sólo la cabeza del Estado Mayor y el responsable directo de un servicio de inteligencia que reúne a esta altura 1.403 efectivos, algunos provenientes de la dictadura militar. Ha sido defendido tenazmente por el gobierno “nacional y popular” en su función actual a pesar de haber sido acusado reiterada y fundadamente por la “desaparición” del conscripto Agapito Ledo y otras atrocidades. A esta altura, no ha prosperado una sola de las causas por los crímenes de lesa humanidad instaladas en Tucumán y La Rioja, a pesar de que “por mucha menos sospechas, hay muchos militares detenidos” (Urgente24, 22/5).
El gobierno CFK está planteando una defensa estratégica de las fuerzas armadas, y los desfiles militares y el protagonismo de su jefe en el nuevo aniversario de la Revolución de Mayo son expresión de esta política. Es necesario tener presente que las fuerzas armadas constituirán una carta fundamental en la próxima etapa política, frente al ajuste que los tres principales candidatos presidenciales tienen en carpeta y la “conflictividad social” que esto puede desencadenar.
La política orientada a imponer la intangibilidad de las fuerzas armadas fue una constante de todos los gobiernos de la democracia: Obediencia Debida y Punto Final bajo Alfonsín; Indulto bajo Menem; Reconciliación con De la Rúa, que acaba de ser absuelto por las matanzas de 2001. El gobierno CFK, con la defensa de Milani, está intentando un nuevo Punto Final, en la misma línea de los que le precedieron.
Los juicios a los genocidas, cada día más ralentizados, se producen más de treinta años después de la dictadura y son la cortina de humo sobre el accionar represivo del conjunto de fuerzas a lo largo y ancho del país, con centenares de jóvenes caídos por el gatillo fácil, o presos, o presos y torturados.
¿Quién no está por la reconciliación?
El operativo de intangibilidad e impunidad de las fuerzas armadas recorre, además, a toda la oposición política patronal. No sólo al PRO. No sólo a De la Sota -que impugnó incluso la política actual planteando que era de “resentimiento” y que había que negociar con los genocidas la flexibilización de sus penas a cambio de información.
¿Alguien recuerda quién hizo la siguiente declaración? “Es muy difícil tomar una posición a favor o en contra porque creo que en toda era deben haber habido injusticias, debe haber habido mucha gente que pagó con su vida las culpas de otros. No se puede tener un concepto o una definición generalizada para esa situación tan delicada, porque en muchos casos, si las Fuerzas Armadas no hubiesen actuado, no sé hasta dónde habría llegado todo aquello”? Fue Daniel Scioli.
Si se le cree a Perfil, “Milani tuvo una reunión en Carmelo (Uruguay) a fin del año pasado con Scioli y éste le prometió que, si es presidente, va a seguir al frente del ejército”.
Milani y Malvinas
El jefe de Ejército se opuso tajantemente al desfile de los Veteranos de Malvinas. No dio razones, pero se pueden presumir.
En el festejo del Bicentenario de la Revolución de Mayo hubo una exhibición del martirio de nuestros soldados en Malvinas, pero ninguna imagen que puntualizara la defensa de la guerra nacional contra el ataque imperialista, o la cobardía y la traición histórica del alto mando militar, que respondía en esa ocasión a la dictadura militar.
Ahora, no hubo siquiera un desfile de los veteranos.