A 17 días de entregar el gobierno a Javier Milei, el Frente de Todos le hace un favor enorme a los “liberales” llevando el precio final del dólar tarjeta y el dólar ahorro caso al nivel del tipo de cambio paralelo, ubicándolo hoy en $950 por dólar. Se trata de una devaluación encubierta por vía de mayores recargos impositivos que sirven a acortar la brecha cambiaria afectando el ahorro y consumo de los trabajadores.

La medida fue dispuesta por la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) e implica un aumento en la alícuota de percepción del Impuesto a las Ganancias –para este tipo de transacciones- del 45 al 100%. Sumado el anticipo de Bienes Personales –que Massa llevó del 5 al 25%- y el Impuesto País que se mantiene en el 30% estamos ante un recargo impositivo del 155% que lleva el precio del dólar ahorro, dólar tarjeta y dólar Netflix alrededor de $950 actuales.

Estamos ante un encarecimiento del 27,5%, saliendo de los $744 preexistentes. Cuando Massa dijo que no habría una nueva devaluación oficial tras el zarpazo del 22% posterior a las Paso abusó de las definiciones “técnicas” del asunto. Estamos ante un aumento del 27,5% real, facilitando la futura eliminación de impuestos para ocupar ese lugar por la devaluación lisa y llana.

Además, estamos ante una nueva medida confiscatoria sobre la población trabajadora y los pequeños ahorristas: Massa viene de garantizarle a los exportadores la posibilidad de liquidar un 50% de sus divisas al Contado Con Liquid, mostrando las prioridades sociales del gobierno en retirada.

Con esta maniobra el gobierno le garantiza parte de la “transición cambiaria” a Javier Milei, acotando el impacto real de la brecha entre el tipo de cambio oficial y paralelo, lo que seguramente vuelva a repercutir sobre la cotización paralela del dólar. Sumados a esto, con la implementación de las “microdevaluaciones”, también se busca evitar nuevos desfasajes en la brecha cambiaria.

Entre los fundamentos de la medida la resolución de la Afip argumenta que “razones de administración tributaria y de equidad tornan aconsejable” este incremento. No hay ninguna equidad en sacarle plata a los trabajadores para pagarle al FMI o subsidiar a los capitalistas con tipos de cambio preferenciales. Para el caso de las devoluciones de las percepciones del Impuesto a las Ganancias que se practiquen desde esta resolución hasta fin de año las mismas serán computable en el periodo fiscal 2024, pudiéndose reclamar recién a mediados del 2025, cuando el peso no tenga ningún valor o ni exista.

Como en el pasado con Ganancias el gobierno utiliza la política impositiva para confiscar a ahorristas y trabajadores y beneficiar a los capitalistas. Medida de la que se valerá el próximo gobierno para eliminar esos impuestos a cambio de una devaluación y mayores prerrogativas para las patronales.

Esta medida no solo afecta a las posibilidades de ahorro de algunos pocos trabajadores no impedidos por la engorrosa normativa, o de quienes realizan compras en el exterior, sino que afecta también a los consumos en plataformas de streaming y de música a los que acceden millones de familias.

A 17 días de dejar el gobierno, las medida del Frente de Todos -devaluaciones parciales y desdoblamiento cambiario a medida de los grandes capitalistas- le allanan el camino a los planteos de dolarización de Javier Milei y el ajuste que este se trae entre manos, poniendo de manifiesto la falsa dicotomía entre “fascistas y democráticos”, cuando sobresale una línea de intereses sociales comunes de ambos sectores.

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