Políticas

17/11/2016

Diana Conti, con el “fachista” Olmedo, a favor de los galgueros

@tomaseps


En el debate congresal sobre la prohibición de las carreras de galgos, que se resolvió con 132 votos a favor, 17 en contra y 23 abstenciones, la diputada Diana Conti, del Frente para la Victoria, hizo una defensa encarnizada de este negociado mafioso. Su intervención en el debate fue precedida por el accionar de la patota movilizada por el derechista Alfredo Olmedo, diputado aliado de Cambiemos, que atacaron a las organizaciones proteccionistas de animales y a una asesora del bloque del Frente de Izquierda.


La intervención de Conti fue de antología, tanto por su “apasionada” defensa del negocio galguero como por la “calidad” de los argumentos.


La resolución que establece la prohibición de la actividad fue catalogada por la diputada como “la criminalización de argentinos y argentinas, la mayoría de bien, que encuentran un trabajo digno en esa actividad”; al tiempo que defendió a los explotadores de las carreras de galgos como “sectores de la microeconomía” que involucrarían a profesionales y generan fuentes de empleo. Las declaraciones encubren y embellecen el negocio de las apuestas basado en el maltrato animal y la explotación de la ludopatía, una actividad capitalista dominada por organizaciones mafiosas.


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La legisladora arguyó la incompetencia del Congreso Nacional para legislar sobre asuntos que competen a las autonomías provinciales. Un manto de federalismo para encubrir a las mafias ligadas a los punteros zonales y al poder político, que garantizan su impunidad.


La prohibición de las carreras de galgos sería “fachista”, dijo Conti, que votó a favor de las Leyes Antiterroristas exigidas por el Departamento de Estado norteamericano y pesan como una espada de Damocles sobre las movilizaciones populares. No le valió el mismo calificativo el accionar de las patotas contra organizaciones populares, en las afueras del recinto.


En el último minuto de la obra, Conti volvió a los gritos sobre los argumentos federalistas: “Culturalmente el galgo está instalado en la idiosincrasia, no de la Capital Federal de los porteñitos que miran mucho TN (Todo Noticias), está instalado en la cultura popular” -algo así como la “identidad villera” que suelen predicar los K a la hora de justificar la perpetuación de la miseria bajo sus gobiernos.


Conti concluyó, buscando la épica y cayendo en el ridículo: “Ustedes entre dar empleo y quedar bien con los artistas que defienden a los animalitos, están con el plástico, son de plástico y porque son de plástico, yo y quienes me quieran acompañar, voy a votar que no aunque me linchen en la calle”.


La diputada contó con el aplauso entusiasta de quien vistió de gorras amarillas a las mafias del negocio, Alfredo Olmedo –un “fachista” de carne y hueso.