Como marca el almanaque, empezamos la semana en domingo, esta vez en Matheu, Escobar, con un asado de ex obreros de Atlántida. Los 400 gráficos que compartimos 13 años de lucha y luego la imborrable ocupación piquetera de marzo-junio del '97, estamos marcados por esa enorme experiencia. La construcción del Polo Obrero y mi participación personal en ella, así como en el gremio gráfico, es para todos una forma de mantener viva aquella gran epopeya obrera.

 

Esa trayectoria está inscripta entre los trabajadores y activistas de la zona Norte. Con el núcleo organizador del asado planeamos futuras movidas durante el año, que nos reagruparán para constituir una red de apoyo a las candidaturas obreras y socialistas entre familiares, amigos, vecinos y nuevos compañeros de trabajo. Mi posible candidatura es un factor movilizador para la batalla política de octubre desde el lugar en que está cada uno.

 

 

La Plata

 

La crisis política provincial nos impulsó a realizar un acto fuera de programa en La Plata, el 2 de marzo. Reunimos en la Plaza San Martín unos 300 compañeros propios y varios oídos interesados que podrían haber sido muchos más de mediar un buen sonido. Se vendieron 40 prensas, y Radio Provincia presentó su reportaje en vivo marcando la “gran cantidad de asistentes”. Los reportajes radiales y televisivos se sucedieron en Berisso, Ensenada y La Plata antes y después, al punto que Universidad de La Plata lo hizo en programas en vivo a la tarde y a la mañana siguiente. Pero no pudimos o no supimos convocar a los medios nacionales y sus corresponsales platenses. Es un tema.

 

Fue un acierto. Intervinimos contra las mafias en pleno “conventillo”, al otro día de la apertura de las legislativas, donde Solá defendió los superpoderes porque “se otorgan hace 20 años a todos los gobiernos” ( Clarín, 2/3). Discuten el reparto de la “caja”, que son 3.000 millones de libre disponibilidad, y la fecha de internas para imponer sus camarillas, pero jamás se los oyó discutir cómo aumentar el básico docente; al contrario, el gobernador aprovechó el discurso de apertura para atacar el reclamo, no obstante el levantamiento del paro por la burocracia “transversal” de Yasky.

 

Desde la tribuna marcamos el retroceso evidente de la patota duhaldista, que tuvo otro mazazo con la derrota juarista-kirchnerista en Santiago. Pero señalamos que Solá es parte de ese retroceso, con todos sus punteros reciclados a kirchneristas, y forma parte de un agotamiento histórico del PJ que se prolongó en los gobiernos de Menem, de Duhalde y ahora de Kirchner; todos, al igual que De la Rúa-Cavallo, agentes del gran capital, de los banqueros y privatizadores. Llamamos también a poner a Duhalde y Solá por igual en el banquillo de los acusados por los crímenes del Puente Pueyrredón.

 

Dos días después se partían los bloques legislativos del PJ bonaerense. Rescatamos el acto plantense. Una rápida reacción, un nuevo tipo de acto, no preparado largamente, sino una acción política para intervenir en la crisis y lanzar un planteamiento de salida.

 

 

Junín

 

Esa salida es construir una alternativa obrera y socialista. Tal vez el plato más fuerte, en Berisso, Ensenada, La Plata y al otro día en Junín, fue la propuesta de una interna de la izquierda que lanzamos para la Capital con vistas a todos los distritos del país y también, por supuesto, a la provincia de Buenos Aires.

 

El punto llamó la atención de los comentaristas políticos y en el gran acto de Junín se lo llevaron puesto los militantes de la izquierda local que se hicieron presentes. La pregunta en los amplios reportajes televisivos de Junín fue: ¿se podrá hacer? Claro que sí, si hay voluntad política. Se necesita derrotar el faccionalismo y el frentismo de colaboración de clases que pretende poner a la izquierda como furgón de cola de alguna reedición del Frepaso.

 

Fue fuerte el acto de Junín, con 70 compañeros en el Club Villa Talleres. Se hizo presente una dirigente de trabajadores de la construcción de viviendas mediante cooperativas del municipio, que explotan a compañeros y compañeras por el plan Jefes y 150 pesos más por mes, en un plan de viviendas que no serán de ellos. Ella fue noticia el día anterior al reclamar aumento, estuvo en nuestro acto y es, al igual que la cooperativa ferroviaria, destinataria de la acción de lucha del Partido Obrero de Junín. Enlazamos su lucha de mujer albañil con el 8 de marzo y profundizamos nuestra denuncia política de las cooperativas flexibilizadoras del kirchnerismo.

 

El acto marcó la organización política de los trabajadores, en un distrito “a la Catamarqueña”, con un intendente radical desprestigiado, débil políticamente, y un PJ peor. La idea de una interna entusiasmó a los compañeros, por la movilización de activistas que significaría y la extensión posible a otras localidades, como Chacabuco.

 

La gira marcha. Pero son pasitos en la gigantesca batalla que nos espera. La clave es la continuidad; caminar los barrios con periódicos y volantes, incorporando nuevos activistas, que ya están, al PO de Junín.