Políticas

9/6/2005|903

Diario de campaña XI: Una dama que no encaja

En estos días avanzamos en el Gran Buenos Aires. Más de 500 compañeros protagonizaron asambleas o actos en Lanús, Florencio Varela, Tigre (en dos días) y Pilar.


En materia de medios estamos hablando de once apariciones radiales, cinco diarios y cuatro canales televisivos. Gran cantidad de programas en vivo, largos reportajes. Claro, esto requirió arrancar temprano y giras demoledoras, pero valió la pena. En otros casos, los canales vinieron al acto o a la asamblea, y eso también es bueno. Pero nada supera una nota de 15 o 20 minutos donde explicamos a los oyentes o televidentes nuestros ejes políticos.


En este plano se destacó la Radio Ciudad de Lanús, de gran alcance, a donde llovían los mensajes de oyentes con riquísimos problemas políticos. Sorprendentemente, apareció otra vez la cuestión de “no diluirnos en alguna variante del PJ como termina ocurriendo con tantos”. Desde luego, la fuerza del planteo del PO en torno al Frente de izquierda es que la izquierda misma y los movimientos de lucha se levanten como polo político. Es un golpe a esta perspectiva traer elementos emigrados (¡transitoriamente!) del moyanismo o el pejotismo, como Alicia Castro o Mario Cafiero, que no expresan ningún movimiento de lucha sino que, por el contrario, juegan para contenerlos en los márgenes del nacionalismo capitalista y clerical.


En una radio católica de Tigre, recibidos por un staff entero encabezado por su director, pasamos por todas las cuestiones políticas, económicas y sociales, incluido el derecho al aborto y la Ley Federal de Educación, a propuesta de oyentes que manifestaron seguir desde años mi lucha política y social. Tal vez hubiera allí alguna de las militantes católicas por “el derecho a decidir”, pero en cualquier caso la experiencia mostró el profundo interés de las más diversas capas populares por la anticoncepción gratuita, el derecho al aborto y su atención gratuita en el hospital público, e incluso el derecho a la atadura de trompas y la vasectomía masculina. En este punto aclaramos nuestro repudio a las políticas de Estado de control de la natalidad, que instrumenta el propio imperialismo.


El carácter negativo de la Ley Federal de Educación apareció otra vez en un extendido reportaje en Varela. Hay, a estas alturas, un cierto balance popular acerca de la destrucción de los Enet, de la degradación educativa del Polimodal, en el marco del derrumbe general de la educación.


El ida y vuelta con oyentes y periodistas habla de una percepción del agravamiento de la pobreza bonaerense. Traduce un clima político de descrédito frente a la guerra interior del PJ y una violenta contradicción entre tanto festejo por las recaudaciones fiscales y el estado catastrófico de la salud bonaerense, donde, según sea el distrito, se llega al extremo de que el 45% de la población no tiene otra cobertura que la del hospital público.


Pero para que esa percepción se convierta en ruptura política y encarne con nuestras candidaturas obreras y socialistas habrá que trabajar mucho, saliendo en carne y hueso a los barrios, sistematizando la propaganda, in terviniendo políticamente como Partido Obrero en los conflictos y movilizaciones populares, logrando la conciencia en nuestra juventud y nuestro Polo Obrero de ganar la calle para la lucha política hombre por hombre, como ganamos la calle para la lucha reivindicativa.


En este plano, una gran experiencia, superadora de lo realizado hasta acá, se dio en Tigre, en la zona de Bancalari. Allí las activistas del Polo Obrero, jóvenes militantes del Partido, salieron casa por casa a convocar por mi llegada, visitaron los comedores de la zona de otras organizaciones piqueteras y fueron hasta “el fondo” de una de las zonas más explotadas del distrito. La concurrencia superó los 100 compañeros, de los cuales el 60% o 70% no están organizados con nosotros.


Los vecinos mostraron conocerme, tener caracterizado que no transamos con ningún gobierno, y testimoniaron con los pies su interés político. Algunos compañeros de base de organizaciones piqueteras abstencionistas o despolitizadas mostraron estar por delante del horizonte de sus organizaciones, en la búsqueda de una salida, a la que tiene que contribuir el reagrupamiento político electoral. Se denunció allí que obreras de fábricas de golosinas ganan 1,25 la hora; que los mayores de 40, si tienen suerte, consiguen un trabajo de vigilancia por 450 mensuales a razón de 12 horas diarias; y, como en innumerables distritos, apareció la lucha del hospital, de los trabajadores de la salud y de los vecinos, en este caso con un traslado de hospital del centro de Tigre a Pacheco, en lugar de dejar el existente y abrir uno nuevo. La luz, al igual que en Las Tunas, donde estuvimos antes, la garantiza la organización vecinal, no hay para pagarla; la seguridad no existe, se la brindan los vecinos a sí mismos. Los municipales ganan chirolas, los maestros como en toda la provincia, los médicos igual. La consigna es: Que se vayan. El Tigre de las palmeras y el turismo no tiene nada que ver con el Tigre obrero y popular; el punto es conseguir un voto con conciencia de clase que ataque el plebiscito de Kirchner y a los gobiernos capitalistas locales.


Volví a Bancalari cuatro días después; fue una gran actividad que nos tiene que servir de ejemplo. Los responsables locales del distrito siempre tienen que estar en las actividades para afrontar las contingencias y llevar al éxito la actividad en cualquier variante.


En Varela recorrí medios y a la hora del acto fui suplantado por Daniel Rapanelli, quien habló junto a Edgardo Mari, dirigente local, en un acto con 150 compañeros bajo una lluvia torrencial. De esa manera asumí la trinchera de Parmalat, lucha largamente aplaudida por el acto varelense al justificar mi ausencia. El distrito de Varela es corazón del movimiento piquetero; días antes se habían movilizado allí 2.500 personas contra la impunidad en el asesinato de Andrea Viera, precedido por torturas de la policía. Los mataderos trabajan con jornadas negreras sin horario de salida, frenados en su lucha por la burocracia de la carne; se movilizan los estudiantes de la Media Nº 8 Julio Cortázar por seguridad y ahora se sumó el Homero Manzi. La “canasta social” no existe en Varela, y recientemente, en el barrio Santa Rosa, una encuesta midió un 70% de desocupación.


El coqueteo del intendente Pereyra entre la mafia duhaldista y la felipista resulta repugnante en esta Varela sumergida y piquetera, que es un polvorín social. El PO constituye una salida con sus ejes de transformación social para acabar con la pobreza y no para “manejarla” en función de la “gobernabilidad”, para acabar con la impunidad disolviendo “la Bonaerense” y planteando la elegibilidad y revocabilidad popular de los jueces. Hemos ganado una autoridad en la lucha, vamos ahora por todo, para encarnar políticamente la ebullición social del distrito.


En Pilar, donde estamos hace años, encontramos un PO diferente, capaz de reunir a más de 80 compañeros en dos actividades de un día lluvioso. Empezamos a insertarnos en el Pilar obrero, del parque industrial “franco”, donde no rigen los convenios colectivos ni los sindicatos, escenario frecuente de los piquetes de Parmalat, entre la juventud más explotada, cuyo único futuro es ser servidumbre de los 200 countries de la Pilar burguesa. Pero como dice la carta que publicamos en esta edición de Prensa Obrera, “nuestro” Pilar es mayoría. El saludo espontáneo del curita “socialista”, que no conocemos todavía, enviado a través de una compañera, habla de la repercusión de la visita anunciada previamente por los diarios y fuertemente registrada por los medios locales. La lista local llevará dirigentes de ATE, de Par malat, activistas docentes y dirigentes piqueteros. Afinando la agitación y sumando brazos podemos ser sorpresa en esta tierra de disputa de punteros pejotistas y patistas.


Puede decirse que arrancamos antes que el PJ. Cristina se demora porque no sabe de qué partido es candidata; cada día que pasa se agrava una crisis irreparable sin unidad o con ella, antesala de una nueva división. Habrá que ver si la “dama de los shoppings” es la mejor candidata de la brutal polarización social bonaerense, en un conurbano con la desocupación en ascenso, en el país del levantamiento popular y en la provincia de la “dama”. La dama de blanco encaja cada día menos.


Cinco días de gira en una semana y media. En el mismo lapso tuvimos la disputa política piquetera con Kirchner. Batallamos por medio centenar de radios y canales y por siete programas de cable. La inserción de la candidatura dio un salto, necesitamos que la actividad dé un salto de la misma altura, en pintadas, en volanteos, en charlas políticas para sumar más y más compañeros, distrito por distrito, barrio por barrio.


La provincia es un país y el PO es un partido que busca estar a la altura de ese país, en desarrollo en 80 distritos. Pero no necesitamos demostrárnoslo, el salto es cuánto nos dirigimos a los trabajadores, cuánto los convocamos, cuántas veces, hasta convencerlos, hasta encarnar y ganarla por abajo, que es la nuestra, la del crecimiento, la de los socialistas revolucionarios. Parafraseando a Mario Benedetti: con Frente de Izquierda, mejor, sin frente… también.