Políticas

27/8/2009|1097

Diario del viaje

Primer día

Con los compañeros del Frente Nacional contra el golpe

Nuestro primer día en Honduras nos ha sorprendido. Llegamos en medio de fuertes rumores de una salvaje represión y cierto retroceso de la resistencia. Nos encontramos con una organización fuerte, unificada en el Frente Nacional contra el golpe, que agrupa a las organizaciones políticas, sociales, culturales y de la juventud contra el golpe y por el retorno de Zelaya.

Honduras vive una tensa situación política, cubierta por una relativa calma. Algunos consideran que es por la visita de una delegación de la OEA, que está investigando las violaciones de los derechos humanos por la dictadura. Nos dicen que la presencia policial y militar es mucho menor que en semanas previas. Distintos representantes del Frente Nacional aseguran que, aunque el número registrado de asesinados por la dictadura asciende a veinte compañeros, creen que la cifra es mayor porque la represión fue muy fuerte en los pequeños pueblos alejados de la capital. La resistencia apunta como una victoria que, gracias a la movilización popular, no quede en prisión ningún preso político. Las últimas detenciones masivas fueron en una violenta represión contra la última movilización desde el interior a la capital, que nucleó miles de personas.

La organización del Frente Nacional contra el Golpe es sorprendente: nos hicieron reportajes en cuatro radios y en un programa de TV. El Frente Nacional nos garantiza la estadía (hotel, comida y viáticos). Tenemos las 24 horas una combi a disposición con por lo menos tres agentes de seguridad (algunos reservistas del ejército y otros reclutados en la campaña contra el golpe). Custodian la entrada del hotel y los restaurantes donde comemos. Están identificados con chalecos del Frente que indican que son de seguridad. Las medidas de seguridad son mayúsculas. Tenemos prohibido salir sin la seguridad a ninguna parte. La principal preocupación son los grupos de sicarios, ligados a las bandas policiales y militares.

Dentro del Frente Nacional conviven varios grupos. La relación política es muy buena. Mañana iremos a tres medios de comunicación y tendremos reuniones con una organización feminista y con el grupo cultural del Frente, que organiza el festival. Fuimos invitados formalmente a la conferencia de prensa de mañana, que anunciará el festival y su lugar de realización. Hasta ahora se mantenía reservado por motivos de seguridad. Como un dato que indica nuestra buena relación, nos ofrecieron hablar en el acto. La conferencia de prensa será una excelente oportunidad para contactar otras organizaciones.

La situación es tensa, como al borde de un estallido. Si nos dejamos llevar por nuestra experiencia, la organización popular ha crecido fuertemente en Honduras y el golpe parece estar muy debilitado. Algunos mencionan que el imperialismo está preparando la vuelta de Zelaya para fin de mes, pero son sólo rumores. También se comenta que hay cierta división en las filas del ejército, pero que el comando superior se encuentra firme.

A juzgar por lo que dice la gente, parece que nadie hubiera votado a Zelaya, pero hoy su vuelta es el centro del reclamo. Los compañeros nos informaron que Zelaya causó un gran impacto en los sectores más populares y que quebró una forma de gobierno extremadamente oligárquica. Desde su presidencia se daban entrevistas en la Casa de Gobierno a campesinos y trabajadores, algo que jamás había ocurrido. Esta apertura era denunciada por los diarios, indignados porque “entrara gente descalza o harapienta a la Casa de Gobierno”. Durante su gobierno el salario mínimo aumentó un 60%, al parecer, por el ahorro que significó la importación de petróleo venezolano. La derecha explotó su relación con Chávez, y esta cuestión pesa fuertemente en los sectores populares, que aún apoyando a Zelaya señalan que vieron pocos cambios en Venezuela, aunque Chávez lleva 10 años en el poder.

La acción más destacada de Zelaya, contada con orgullo y emoción por todos, es cuando se movilizó, en colectivos de línea, cargados de trabajadores, hacia la instalación militar donde se habían secuestrado las urnas del plebiscito que nunca se pudo realizar. Zelaya se ganó un respeto de los sectores populares que todavía hoy, no parecen serle incondicional. Muchos plantean que las primeras semanas, la movilización fue por Zelaya, pero que hoy es por el pueblo. La movilización no ha aminorado y hay huelgas diarias en el sector público y privado. Desde el golpe, el comercio interno se redujo un 60%.

Nuestro día ha sido por demás positivo. La propuesta de realizar un congreso latinoamericano de la juventud y los trabajadores en Honduras fue muy bien recibida y las agrupaciones ya están discutiendo su viabilidad. El lunes tenemos una reunión para definir un plan de trabajo en vistas de concretarlo. Hay previsto un encuentro de campesinos latinoamericanos para mediados de octubre, que puede ser un gran difusor de la convocatoria.

Para cerrar el día nos invitaron a un bar a escuchar a unas de las bandas que tocara en el festival. El show fue en una de las zonas más acomodadas de Honduras. La gente no parece sobresaltarse por el golpe, se divierte, concurre normalmente a las actividades nocturnas. Casi no vimos presencia policial.

Nuestro primer día fue una sorpresa. Por lo visto, deberíamos decir que por el grado de movilización y organización popular que apreciamos, el golpe no se encuentra bien plantado. El conjunto de la sociedad se encuentra en debate: con todos los que nos cruzamos se suscitan discusiones políticas. Es el clima general. Son las 2 de la mañana en Tegucigalpa (las 6 en Buenos Aires), concluimos la jornada con un saldo enormemente positivo. Con relaciones políticas, con nuestra propuesta en debate dentro del Frente Nacional, con una gran publicidad mediática de nuestra presencia.

Segundo día,a la mañana:

Una prensa golpista

Todos los periódicos hondureños de difusión masiva (que están todos alineados con el golpe) publicaron como tema central que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) prohibió el desembolso de cualquier tipo de fondos y préstamos a Honduras. La decisión fue tomada por el gobierno de cada país miembro, si bien el organismo posee sus fondos con calificación a largo plazo brindada por firmas como Moodys y Standar and Poors. Los medios derechistas intentaron mostrar que la decisión no cuenta con el aval del capital financiero y que, con esta medida, el BCIE se arriesga a perder recursos económicos “por obedecer a determinaciones políticas”. No está claro que sea así. La derecha organizó una raquítica movilización a la sede del BCIE para denunciar esto, pero pasó desapercibida. La noticia es importante porque en el actual escenario político, la derecha parece haber perdido toda posibilidad de ganar a un sector de las masas populares, con lo que se vuelve muy visible su preocupación por el alineamiento  del imperialismo y los gobiernos del mundo. La otra noticia del día es el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde se reconocieron “situaciones de uso excesivo de la fuerza en algunas marchas, algunas detenciones ilegales, algunas acciones de represión y cuatro muertos”. El pronunciamiento no es contundente contra el golpe y los diarios lo utilizaron para desmentir al comité nacional de lucha que cuenta por lo menos veinte asesinatos.

Los sectores populares se encuentran bastante inmunizados contra la prensa escrita y televisiva. Hay un gran descreimiento y en cada acto o actividad se denuncia su complicidad con el golpe. El Frente Nacional imprime un periódico semanal –a través de un comité integrado por las organizaciones del frente, con una tirada de 50.000 ejemplares de difusión gratuita.

La televisión hondureña es obscena en su ataque a Zelaya. Pasan spots publicitarios explicando qué es el populismo: “presidentes que hablan mucho pero confuso”; “son dadivosos pero irresponsables porque gastan lo que no tienen”. Al mismo tiempo es tremenda la publicidad contra Chávez. Se lo denuncia de infiltración extranjera y de intervenir en los procesos de otros países. Se difunde mucho un discurso en el que de Alan García dice “o con Chávez o con el Perú”, señalando para Honduras la misma perspectiva. No encontramos un solo chavista, y las organizaciones con las que hablamos no consideran ninguno de los gobiernos latinoamericanos como referentes. A pesar de esto ven con buenos ojos el ALBA y las iniciativas nacionales abiertas.

Un ataque que preocupa a los militantes es la campaña de organizaciones golpistas en favor de los 200 días de clase, que denuncia a los docentes por estar en las calles en vez de estar en las aulas. Los trabajadores de la educación son uno de los sectores más movilizados. El 31 de agosto se habilitarían las campañas electorales. El Frente Nacional considera poco probable la realización de elecciones en estas condiciones y plantea el boicot. Una vuelta incondicional de Zelaya parece que ya no alcanzaría para detener la movilización popular. La mayoría de las agrupaciones del Frente plantean que se debe convocar a una Asamblea Constituyente soberana con la presencia de las agrupaciones populares. Zelaya no es, definitivamente, el fin del problema.

Hoy participamos de la conferencia de prensa por el festival en calidad de convocantes y fuimos uno de los cinco panelistas que expusieron sus planteos ante la prensa. La Fuba intervendrá con cinco minutos de tiempo en un acto que espera juntar 50.000 personas. Lo más importante es la reunión que tuvimos con el Frente de Reforma Universitaria, el grupo que dirige la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y está en todas las sedes de la universidad del país. Acá no existe la federación universitaria, las autoridades la eliminaron de los estatutos hace cuatro años. Ellos cumplen este rol y estan preparando elecciones generales para tener nuevamente una federación. Recibieron nuestra propuesta de excelente manera y concertamos una reunión para el lunes donde en principio llevarían un texto de convocatoria que firmariamos en común. Luego de la entrevista televisiva nos juntaremos con el Frente Cultural en el Frente Nacional. Les entregamos la porpuesta de convocar el Felco en Honduras y una declaración política del MUR. Para el lunes, conseguimos el contacto con las dos agrupaciones campesinas más importantes del Frente: Copinh y la Vía Campesina.
Casi podría decirse que nuestro planteo y nuestra presencia se han colocado como el centro de la escena. El grado de camaradería y de apertura al debate y a las propuestas es extraordinario. El festival dura desde las 9 hasta las 21 horas. Esperamos contactar allí a otros sectores y a personas no organizadas, algo que por las precauciones y las razones de seguridad es difícil.

Segundo día, a la tarde:

La fuerza de la cultura

La reunión con los artistas del Frente Nacional contra el golpe fue un éxito. Discutimos la posibilidad de hacer el Felco en Honduras, que empalmó con un proyecto suyo de realizar una gran jornada artística centroamericana. Extenderla al plano de toda Latinoamérica les pareció excelente. El golpe y la represión se han podido documentar al detalle, al punto de que uno de los objetivos de la represion policial es la sustracción de cámaras y filmadoras.  Los compañeros están en la primera fila de la lucha y de la organización de las actividades del Frente. Acordaremos una fecha y la metodología de la convocatoria ya que además de documentalistas hay movilizados importantes grupos de teatro y artes plásticas.

La participación en varios programas de la Radio Globo nos permitió comprobar una enorme producción popular de poesías y canciones contra el golpe; la gente hace cola en la radio para recitar y cantar. Esta radio, la única alineada con la resistencia, fue atacada varias veces. Se ha convertido en la más escuchada de Tegucigalpa.

Ayer nos reunimos con campesinos y esperamos hoy profundizar los debates durante el Festival. El Copinh se basa en las comunidades indígenas. Como reclaman la tierra, se agrupan detrás de la bandera del campesinado pero hacen hincapié en la pertenencia histórica y la defensa de las costumbres de las doce comunidades que sobreviven. Son un 12% de la población y uno de los sectores más reprimidos por el golpe. Les han sacado sus tambores, la dictadura los considera como armas. En la Vía Campesina también hay indígenas pero plantean más directamente la reforma agraria. Hoy esperamos quedar en contacto, ya que se está preparando un encuentro campesino centroamericano.

En los estudios de televisión pudimos ver videos de las movilizaciones en el interior del país. Las banderas rojas y blancas del Partido Liberal eran mayoría en las caravanas. Definitivamente, el partido de Zelaya, dividido luego del golpe, es el sector más numeroso en la oposición al golpe, está dentro del Frente Nacional. Las caravanas de autos son un recurso de la pequeño burguesía para expresarse. Hubo caravanas de hasta 20 mil autos, y diariamente se suceden en los pueblos caravanas de miles de vehículos. La mujer de Zelaya y su hija participan, y se han convertido en una suerte de Evita hondureña.

Las movilizaciones de la derecha (autodenominadas “marea blanca” porque van vestidos de ese color, que es el color del partido de la reacción) son garantizadas por los evangelistas, quienes tienen curas multimillonarios que se movilizan en ferraris y son parte de la financiación del golpe. La política de los golpistas es demostrar que nada pasa en el país, tratan que el funcionamiento de la ciudad, la universidad, los bancos sea normal. Sin embargo, las ventas internas están en picada. Además de las consecuencias de la crisis internacional, casi un 25% de las empresas se encuentran con huelgas obreras. En las tiendas hay carteles de saldos con descuentos de hasta el 70%.

El festival de hoy se coloca directamente en el centro de la escena política y puede ser un golpe contundente en esta semana de definiciones.

Una multitudinaria asamblea-festival

En el festival participaron unas 50 mil personas. Realizado en un campo de fútbol rodeado de laderas naturales, se convirtió en una gran asamblea popular, donde la gente interactúa con cánticos con los oradores y las bandas. En muchas ocasiones se votó a mano alzada ciertas consignas y se rechazó otras con silbidos y gritos. El caso más paradigmático fue el de un sacerdote salvadoreño, convertido casi en un héroe popular por sus años de lucha en el país, ovacionado por la multitud, pero abucheado cuando planteó que no había “un problema de clases sociales” sino de malas personas. Los participantes siguieron el evento durante más de doce horas con una atención sorprendente. En ese inmenso lugar solo se escuchaba lo que se decía desde el escenario y las respuestas de la multitud. Entre los oradores se destacó un discurso de barricada, llamando a profundizar la lucha y la organización y fue muy común a todos (votado varias veces por los participantes) el llamado a una Asamblea Constituyente con participación de las organizaciones populares.

El llamado telefónico de Zelaya y la intervención en vivo de su hija pusieron de manifiesto que para el movimiento la vuelta del Presidente es el primer punto del programa. A pesar de esto, nadie tiene por Zelaya gran confianza, pero su regreso se plantea como un paso importante para profundizar la lucha por las reivindicaciones pendientes. Las palabras revolución y socialismo fueron parte de las canciones, las obras teatrales y los discursos durante toda la jornada.

La intervención de la Fuba generó una enorme conmoción. La propuesta de realizar un congreso de trabajadores y estudiantes latinoamericanos en Honduras fue recibida con una extendida ovación y fue destacado por los medios como uno de los momentos más importantes del festival. La Fuba contó con una carpa en el festival, cedida por el Frente Nacional, y diferentes organizaciones campesinas, sociales y estudiantiles hicieron cola para debatir cómo impulsar el congreso de conjunto. Nos conectamos con una de las secretarías del Feuca (Federaciones de Estudiantes Universitarios de Centroamérica) que se sumó de lleno a nuestra iniciativa prometiendo impulsar la campaña en las universidades centroamericanas. Ellos ya se encontraban preparando un congreso regional, con lo que nuestra propuesta masifica y fortalece la suya. Surgió una gran crítica al funcionamiento de la OCLAE (Organización del Caribe y Latinoamericana de Etudiantes), que solo sacaron un comunicado sin realizar ninguna movilización.

La intervención de las Manos de Filippi generó un gran impacto. El público, acostumbrado a escuchar música folclórica, fue sacudido por la fuerza musical y política de una banda que ya se ganó un lugar en este pueblo y en su lucha. Las Manos recibieron afecto y reconocimiento durante toda su estadía, superando el mal momento vivido en el aeropuerto, cuando los demoraron por hacer comentarios antigolpistas. Antes de que terminara el show de Las Manos, se informó un sabotaje a los medios televisivos y radiales que cubrían el festival en vivo.

Cortaron la transmisión antes de que tocaran Los Guaraguau, banda venezolana muy popular.

El festival fue un gran golpe político al ya débil gobierno militar, profundizando la presión por el regreso de Zelaya antes del comienzo del proceso electoral. Los diarios comentan hoy con alarma que el llamado al boicot puede ser demoledor y hacer tambalear la presencia de algunos candidatos, que se retirarían para no quedar expuestos en una elección marginal. “Las diez familias” (así llaman a los oligarcas y los sectores que orquestaron el golpe) que dirigen Honduras ven resquebrajar día a día el apoyo. Junto a la baja de las ventas, las huelgas y las movilizaciones permanentes, se está impulsando una campaña para no pagar los servicios públicos.

Tercer día:

“Un pueblo feliz”

La movilización planteada para el 28 en la Argentina ante la visita de Uribe, coincidirá con una convocatoria a un llamado mundial a manifestarse frente a las embajadas norteamericanas de todo el mundo a dos meses del golpe. El redactor coordinador del periódico de la resistencia ya comprometió hacer llegar una declaración y un saludo a la movilización en nuestro país. Consideró un gran logro que la movilización sea en el centro del poder político, la Plaza de Mayo. Nos propuso que el encuentro de trabajadores y estudiantes en Honduras se transmita por videoconferencia a otros países, preparando proyecciones que amplíen la participación latinoamericana en esta cruzada antiimperialista.

A un día de nuestro regreso, podemos afirmar que superamos ampliamente las expectativas. Orgullosos de participar en un proceso político que, sea cual fuere su resultado, sacudirá  las relaciones sociales latinoamericanas. Para concluir nuestra estadía nos reuniremos con las organizaciones feministas en el Frente Nacional, que han jugado un enorme papel en esta lucha. En Honduras, más del 60% de las mujeres son madres solteras y son el sector social más oprimido. La Iglesia es un pilar principal del Estado.

Sorprendentemente, en medio de un golpe militar sustentado por el imperialismo, el pueblo se manifiesta feliz. Llamativamente agradece al golpe el haber podido dar un salto en su organización, su unidad en la lucha y su politización. Nunca en Honduras el pueblo tuvo tanta participación, y hoy se adueña de las calles. La dictadura tiene los días contados.

Apuntes finales desde el avión de regreso

Nuestro último día en Honduras duró apenas algunas horas. Antes del vuelo completamos una deuda: asistir a una de las movilizaciones de la resistencia. Estas marchas se suceden diariamente, desde el día mismo del golpe. Por las calles irregulares de Tegucigalpa “cerro de plata” en aborigen (la ciudad se llama así porque se construyó para explotar las minas de plata que la circundan, hoy vaciadas por la explotación imperialista), miles de compañeros caminan durante horas debajo del sol  asfixiante del Caribe. En general, las marchas no tienen destino, se trata solo de ocupar las calles y caminar, desafiando la represión. La que presenciamos superó ampliamente a la de los “blanquitos”, que los golpistas hicieron el lunes para presionar a la delegación de la OEA. Es claro su aislamiento.

La visita de la OEA tenía como objetivo firmar el Pacto de Costa Rica, que plantea el regreso de Zelaya, pero con una serie de condicionamientos que inhabilitan, entre otras cosas, la convocatoria a la asamblea constituyente. La mujer de Zelaya declaró que si bien el pacto “ataba de pies y manos al gobierno de Zelaya”, este estaría dispuesto a firmarlo, para regresar a su cargo. La declaración no fue bien tomada por gran parte de la resistencia, que considera que la vuelta debe ser sin condicionamientos y que, justamente, debe tener por objetivo la convocatoria a una asamblea constituyente que refunde el país sobre nuevas bases sociales. Piden incluso que se extienda el mandato de Zelaya por cada uno de los días de su forzado exilio, para que haya tiempo para concretar la iniciativa. Los golpistas rechazaron la vuelta de Zelaya y el pacto. Denunciaron a la OEA por “parcializada” y la llamaron a no intervenir en las decisiones de su país.

En la movilización se informo que los voceros principales de los medios de comunicación estaban pidiendo asilo en Canadá. La gente estalló en un estruendoso festejo, extendiendo miles de manos que respondían a la pregunta del coordinador: “¿y cómo están los golpistas?”, “Así, así, así” (se abre y se cierran la mano como símbolo del susto). En la movilización charlamos con los principales referentes obreros del Bloque Popular, quienes nos invitaron a hablar ante la movilización. El saludo fue emocionante, y cada uno de las cientos de personas que en esas pocas horas se acercó a saludarnos, regalarnos fruta, intercambiar mails y hasta sacarse fotos, nos preguntaban cuándo sería el congreso de obreros y estudiantes, y por lo tanto nuestro regreso.

Nos despedimos de la movilización prometiendo difundir fuertemente en Sudamérica la heroica lucha del pueblo hondureño y convocarlos al encuentro, que se largará oficialmente la semana que viene. Camino al aeropuerto, pudimos leer por última vez “El Diario del Pueblo”. En Tegucigalpa no existe una casa o pared que no este pintada con consignas contra el golpe y por la vuelta de Zelaya. Las paredes son diariamente tapadas y vueltas a pintar, se notan las capas de pintura y los diferentes colores de aerosol.

Nos despedimos de Honduras siendo concientes de haber sido partícipes de uno de los procesos populares más importantes de América Latina. El llamado “eslabón débil de la cadena” se convirtió en ejemplo de lucha y resistencia. Honduras se suma a las grandes rebeliones populares del continente. La actual situación política no puede sostenerse por mucho más tiempo. Cada día, crece la resistencia y la lucha popular. El Estado cuenta con 15 mil militares y 17 mil policías, fuerzas muy pequeñas para detener un proceso masivo. Se calcula que las fuerzas de seguridad privada duplican las oficiales, pero son costosas y poco controlables (la mayoría reporta a la CIA). La única forma de que el golpe no caiga es por una intervención abierta del imperialismo. Esto modificaría la situación política de todo el continente.

No existen palabras que puedan explicar nuestro agradecimiento hacia los compañeros del Frente Nacional contra el Golpe y del Festival Voces Contra el Golpe, quienes garantizaron nuestra seguridad y se pusieron a nuestra disposición para que llegue nuestra voz a la totalidad de las organizaciones en lucha.

¡Abajo el golpe de Estado en Honduras!

¡Viva la resistencia del pueblo hondureño!

¡Fuera el imperialismo de América Latina!

¡Viva la unidad socialista de América Latina!