Políticas

20/4/2017|1454

Diputados: la crisis política, a toda orquesta

Cinco sesiones en 24 horas


Entre las cuatro de la tarde del 18 de abril y la misma hora del 19, fueron convocadas cinco sesiones especiales de Diputados. Récord sin precedentes, ni explicación alguna que no sea la de una crisis política.


 


La primera fue del oficialismo y fracasó por falta de quorum. Se hizo por orden del Presidente Macri para repudiar a Maduro, una ofrenda en el terreno del golpismo continental reclamando la aplicación de la “carta democrática”.


 


Cambiemos prefirió un bochorno típico de la oposición –una sesión especial fracasada- para mostrarle al imperialismo su alineamiento, pero no fue seguido por ningún otro sector de la burguesía, a excepción del diputado salteño. Alfredo Olmedo. Como se ve, una sesión tan “escuálida” como sus objetivos políticos.


 


Al otro día se sucedieron las otras cuatro sesiones especiales. La primera, pedida por el FR de Massa con el objetivo de armar una “mesa de diálogo para los docentes”, no sólo fracasó sino que fue levantada por los propios organizadores antes de sentarse. Todo indica que hubieran exhibido tales disidencias internas que habría resultado un tiro al pie de todo el Frente Renovador.


 


A la siguiente sesión especial, también por los docentes, y con el único temario de la convocatoria a la paritaria nacional del gremio, a iniciativa del FpV concurrieron 85 diputados de unos 15 bloques, y entre ellos Daer y Plaini de la CGT. Pero no tuvo quorum porque Libres del Sur, el GEN y el FAP, el Movimiento Evita y el Frente Renovador de Massa no bajaron. Sí lo hicieron otros sectores del peronismo como el bloque puntano de Rodríguez Saá y el Bloque Justicialista con el propio Bossio. No dieron los números, pero se vieron notorios realinemientos políticos.


 


Más tarde funcionaría la única breve sesión que aprobó la ley de gratuidad en el servicio eléctrico para pacientes electrodependientes que se podría haber sacado por decreto hace rato. Sólo con pensar que se sacó por DNU una ley de inmigrantes que afecta a varios millones de personas, cualquiera se da cuenta que fue una maniobra para fingir que el Congreso funciona.


 


Luego vendría la quinta sesión especial con unas 20 leyes propuestas por el oficialismo, con modificaciones al Código Penal y otras, que fracasó.


 


Cuando el país está atravesado por grandes huelgas que cuestionan todo el sistema educativo, en medio de un agravamiento de la crisis industrial y la inflación en vísperas de las paritarias, y con contradicciones explosivas en la política monetaria y de deuda, el Congreso está paralizado.


 


La explicación de que las elecciones “paralizan al Congreso” no alcanza para dar cuenta de lo que ocurre en Diputados. Lo que sí importa es que ese proceso electoral se encuentra sacudido por luchas obreras y sociales, que han provocado un cimbronazo en la “coalición del ajuste”. El PO-FIT se destacó con intervenciones de fondo en favor de la nacionalización educativa, planteando el compromiso de todas las fuerzas del régimen en una liquidación de la escuela pública que viene de décadas y que lleva el hilo conductor del Banco Mundial. Intervinimos también denunciando la responsabilidad del Estado en el crimen de Micaela y atacamos las represiones de Macri, a través de nuestros tres diputados.