La Lista Magenta obtuvo el 24% de los votos en las elecciones de Comisión Directiva de Adulp, sindicato docente universitario de La Plata. Un crecimiento del 45% respecto de elección anterior. De contar con un estatuto democrático con distribución proporcional de cargos, la Magenta hubiera alcanzado cinco secretarías.

 

La gran elección de la Magenta enfrentó un aparato que cada vez que firma un acuerdo paritario recibe como "premio" el 1% de la masa salarial y que tiene el apoyo de la gestión en varias facultades (especialmente Periodismo, Bellas Artes, Humanidades e Ingeniería).

Los números globales y las maniobras ocultan que en varias Unidades Académicas se impuso la Magenta. Los votos de Agronomía, por ejemplo, fueron mezclados adrede en la urna con Periodismo. Lo mismo ocurrió con el Liceo, obligados a votar en el Nacional, a varias cuadras de su colegio. En el Jardín Maternal y en la Anexa, la Magenta obtuvo más del 50%, resultado que se "distorsionó" porque en la misma urna votaba el Observatorio.

 

Fue muy buena la votación en el Nacional, en Trabajo Social y en Humanidades-Psicología. En la urna en la que votaban Ingeniería, Exactas y Arquitectura sacamos el 30%. Tuvimos votos en Bellas Artes, otra facultad hegemonizada por una gestión vinculada con el gobierno. Entre los pocos afiliados de Derecho y Económicas ganó La Magenta. Hasta en la Escuela Técnica Inchausti, de 25 de Mayo, hubo votos Magenta y varios anulados que demuestran el descontento con la conducción.

 

El resultado sorprendió al oficialismo azul que depende por completo del apoyo de las gestiones kirchneristas (en especial la de Florencia Saintout, decana de Periodismo y candidata a intendente), y está cada vez más distanciada de la base docente.

 

Nuestro desafío es avanzar en la lucha por una Adulp independiente del gobierno y de las autoridades. Hay que reconstruir el gremio en la mayoría de las facultades porque la Azul lo ha vaciado de contenido de lucha. Preparar y reclamar la elección de delegados donde no existen o no actúan; afiliar nuevos docentes y reafiliar a los que se fueron hastiados de los manejos de la Azul. Del avance en esta dirección depende que podamos hacer realidad la vigencia del Convenio Colectivo de Trabajo, conquistado luego de 30 años de organización, y la Carrera Docente que implique la estabilidad laboral y el derecho a promoción de todos los docentes.

 

Nos preparamos para explotar a fondo la quiebra que ya se expresa en la base de la Azul a medida que el gobierno impone techos salariales y ajuste y que el alineamiento con Scioli seguramente va a profundizar.

 

La agrupación Naranja se va a empeñar en este rumbo, defendiendo el frente único que se ha puesto en pie contra la burocracia.