Políticas
4/4/2024
Dólar, cepo y deuda: los falsos “logros económicos” de Milei y Caputo
Sigue la crisis de reservas y crece la deuda del BCRA.
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Javier Milei.
El gobierno, que se jacta de estar transitando un sendero de recomposición de reservas y se esperanza con levantar el cepo cambiario, omite que el saldo favorable del Banco Central se obtuvo a fuerza de pisar importaciones y que se avecinan meses de enorme sangría a través de vencimientos de deuda. Otro mito difundido por el oficialismo es el de la supuesta reducción del pasivo remunerado del BCRA, el cual no hizo más que crecer desde que asumió La Libertad Avanza.
Como resultado del salto cambiario de diciembre, sumado al incentivo del dólar blend -que permite liquidar el 20% de las exportaciones al CCL-, la autoridad monetaria logró sumar casi U$S 11 mil millones a sus reservas en los primeros tres meses de gobierno de Javier Milei. Sin embargo, lejos de haber resuelto la bancarrota del Central, “faltarían unos U$S 4.000 millones adicionales para que el stock de reservas netas vuelva a terreno positivo” (BAE, 24/3). Aún así, se trata de un saldo favorable mentiroso.
Desde el 13 de diciembre 2023 hasta el 29 de febrero de este año, la deuda comercial por importaciones creció en U$S 9.390 millones. En diciembre, se pagó solo el 17% de las importaciones devengadas, en enero un 24% y en febrero un 42%. Es un pasivo que tarde o temprano ejercerá presión sobre las reservas.
Por otro lado, el segundo trimestre está repleto de vencimientos de deuda en moneda extranjera: U$S 1.316 millones al FMI en concepto de intereses, U$S 900 millones a otros organismo multilaterales de crédito y U$S 310 millones por deudas provinciales. En julio, se cancelarán U$S 2.000 a los bonistas privados que ingresaron al canje de 2020. Como vemos, no hay recomposición de reservas posible rescatando la usuraria deuda externa.
El gobierno apuesta a que el agro liquide la cosecha gruesa durante ese trimestre. Sin embargo, difícilmente lo haga sin obtener previamente un dólar más alto, ya que la inflación llevó al tipo de cambio real a niveles de enero 2022. Si bien Luis Caputo intenta por todos los medios evitar una devaluación brusca en el corto plazo, deberá hacer frente a las presiones del capital agrario y el FMI. La variante de ampliar el porcentaje del dólar blend choca con las directivas del Fondo y aleja la perspectiva de un levantamiento del cepo cambiario.
Es un espiral sin salida con potencial hiperinflacionario, dado que otra megadevaluación volverá a enardecer los precios y las tarifas, restándole nuevamente competitividad al tipo de cambio y reanimando las presiones devaluatorias. En el camino, se hundirán cada vez más los salarios y las jubilaciones.
Así las cosas, el gobierno ata el destino de las reservas a la posibilidad incierta de que arribe un nuevo préstamo proveniente del Fondo Monetario por U$S 15 mil millones que le permita levantar el cepo y proceder a rematar los activos nacionales (privatizando empresas estatales, trasladando al Tesoro el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, etc.), dando paso a una mayor colonización del país por parte del capital financiero internacional. Con todo, el FMI pondría severas condiciones para un nuevo crédito, más cuando ya advirtió sobre las dudas de que la política de Caputo pueda sostenerse en el tiempo, tanto económica, social como políticamente.
Parte de esas dudas provienen de otro falso “logro económico” de la actual gestión acerca del pasivo remunerado del Banco Central. Lejos haber disminuido, como lo presenta el oficialismo, el mismo se incrementó en U$S 10.751 millones desde el 13 de diciembre 2023 hasta el 18 de marzo 2024. Sucede que se redujo el stock de Leliqs, sin embargo, los bancos migraron a otras letras del BCRA como los Pases y las Lediv (para cubrirse frente a una nueva devaluación ya que están linkeadas al dólar).
También aumentó el pasivo potencial de la entidad, ya que en la mayoría de las licitaciones de deuda de los últimos meses Economía ofreció bonos del Tesoro con seguro de liquidez del BCRA (puts) para incentivar a los bancos a deshacerse de sus tenencias en Leliqs y comprar esos títulos. A tal punto que, a principios de marzo, el stock de puts alcanzaba los $16,3 billones (U$S 19.500 millones), según una estimación del broker local PPI. Por lo tanto, si los acreedores llegan a querer desprenderse de esos instrumentos, el BCRA deberá recomprarlos apelando a una emisión monetaria descomunal que desataría sin dudas una hiperinflación.
Finalmente, en lugar de revertir la quiebra nacional, Milei se coloca cada vez más a merced del gran capital responsable de la misma y pone todos sus esfuerzos en descargarla sobre los hombros de los trabajadores. Al festival de la banca y el agro debemos oponerle la huelga general, en función de derrotar la ofensiva antiobrera del gobierno y dar lugar a una salida política de la clase trabajadora, que contemple la nacionalización bajo control obrero del sistema financiero y el comercio exterior, el repudio de la deuda usuraria y la ruptura con el FMI. Única vía posible para terminar con el saqueo capitalista y abrir un rumbo emancipatorio.
https://prensaobrera.com/politicas/ahora-es-cuando-4
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