El precandidato a presidente por el Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad, Gabriel Solano, refutó 5 mitos sobre la dolarización que propone Milei. En el video, sostuvo que los libertarios se aprovechan de la crisis generada por todos los gobiernos ya que esto lleva a que mucha gente, que ve mes a mes como su salario se desvaloriza, crea que la dolarización puede ser una salida, pero oculta cuestiones fundamentales por las que en realidad solo sería un gran negocio financiero, a costa de los laburantes.

Primero refutó la idea de que la dolarización automáticamente otorgaría salarios en dólares. “¿Cuál seria el monto de los salarios en dólares? Acá hay un gran problema porque Argentina atraviesa una gran crisis cambiaria, las reservas del banco central caen día a día. De acuerdo a las visiones más optimistas, las reservas netas del banco central no superan los 2900 millones de dólares. Para cambiar los pesos en circulación por dólares, el país necesitaría endeudarse y devaluar fuertemente su moneda. Si dividimos la base monetaria por las reservas en dólares del Banco Central, la dolarización llevaría al dólar a $1700. Aunque la realidad es aún peor porque no tomamos en cuenta los activos en pesos que también deberían ser canjeados por dólares. Así, un salario actual de $200.000 equivaldría a 112 USD. Sería la destrucción de los salarios. Esto ya pasó en Ecuador cuando el país dolarizó la economía, con Cavallo como asesor.”, sostuvo Solano.

El segundo mito tiene que ver con que “la dolarización impide la devaluación de la moneda”. Contra este punto, el legislador por el Partido Obrero refutó:  “Esto no es cierto. Para dolarizar primero hay que devaluar. El Banco Central no deja de perder reservas. Mientras el peso se devalúa actualmente hay 380 mil millones dólares en el exterior. El gobierno va a destinar este año 3.400 millones de dólares para pagarle al FMI y 2 mil millones de dólares en concepto de intereses para pagarle a los bonistas privados. Tanto con dolarización, como con pesos devaluados, esta situación es inviable. Solo se pueden evitar más y mayores golpes a los salarios y las jubilaciones con medidas de emergencia. Terminar con la deuda externa y la fuga de capitales, indexar salarios y jubilaciones a la inflación mensual y nacionalizar el sistema financiero y el comercio exterior para volcar los recursos del país a un plan de desarrollo integral.”

“Con la dolarización se acaba la inflación porque los gobiernos no pueden emitir”, sobre este punto Solano dijo: “La dolarización no elimina la manipulación monetaria, solo le transfiere la posibilidad de manipularla a la Reserva Federal de USA, una brutal cesión colonial de soberanía. Además, la inflación en USA, producto de la emisión monetaria para rescatar a sectores capitalistas, es un problema económico numero 1. La inflación interanual de USA, a junio 2022, llegó a 9,1%, para bajar esta inflación la FED decidió subir las tasas, esto llevó a la quiebra de importantes bancos y el gobierno de Biden fondeó a estas quiebras con una mayor emisión monetaria para salvar a estos bancos. Quien festejó esto? Libertarios como Marra, que hablan de ajustar el gasto público cuando se trata del presupuesto de salud o educación pero festejan el gasto público cuando se usa para salvar a los bancos.”

Sobre el mito que dice que “la eliminación de la inflación lleva necesariamente al crecimiento económico”, Solano sostuvo: “En Argentina los gobiernos patronales han fracasado en desarrollar al país tanto con o sin inflación. Un ejemplo es el menemismo que aplicó un régimen de convertibilidad de la moneda y de privatización de empresas públicas y terminó con una desocupación y pobreza récord, lo que terminó con la rebelión popular de diciembre de 2001. El movimiento piquetero nació justamente enfrentando esta política de desocupación masiva que Milei tanto elogia. Recientemente Cavallo, padre de la convertibilidad, declaró que para dolarizar hay que hacer una reforma laboral, es decir eliminar derechos centrales de los trabajadores como los convenios colectivos, indemnizaciones, vacaciones y aguinaldo. De lo contrario, advirtió, buena parte del aparato productivo del país va a ir a la quiebra, como consecuencia de la apertura económica que va asociada inevitablemente a la dolarización. Es decir la medida lleva a una parte significa de la economía del país a la quiebra y viene acompañada de una fuerte ofensiva contra los trabajadores.”

Al mito que dice que “con la dolarización se reduce el gasto político”, Gabriel refutó: “indudablemente que con una economía dolarizada hay una enorme restricción para el gasto público pero esto de ninguna manera impide la corrupción. En los ’90 tampoco se podía emitir y, sin embargo, el menemismo fue uno de los gobiernos más corruptos de la historia. Actualmente en Ecuador, el gobierno de Lasso está atravesando un juicio político por corrupción. La reducción del gasto público que pregonan los libertarios nada tiene que ver con el gasto político, el ajuste va a ser sobre la salud, la educación, la vivienda y las jubilaciones.”

Para finalizar, Gabriel concluyó en que la dolarización no es una salida a la gran crisis que tiene la argentina. Con dolarización va a haber más deuda, más quiebra del aparato productivo nacional, más desocupación y pobreza. Por eso afirmó que la salida viene por otro lado: “Tenemos que recuperar la soberanía del país sobre la política monetaria, sobre los recursos naturales, sobre el comercio exterior y sobre el sistema financiero, pero esto solo lo puede hacer un gobierno de los trabajadores y de la izquierda.”

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