Duhalde quiere convertir a la provincia en un Estado policial
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La bárbara represión a los estudiantes platenses no es un hecho casual, ni un exceso.
Hace pocas semanas, la misma policía de Duhalde apaleó a los trabajadores estatales y municipales que protestaban frente a la Legislatura bonaerense contra la negrera reforma de los estatutos para la administración pública, salud y municipalidades
Prosigue el encubrimiento del asesinato del estudiante Miguel Bru, que cumple ya tres años. Las pruebas abrumadoras sobre la responsabilidad policial han sido ‘cajoneadas’ sistemáticamente por la ‘justicia’.
El secuestro del obrero Núñez sigue sin esclarecerse.
Lo mismo ocurre con la muerte, hace seis meses, del pibe Alderete, de Villa Rosa, secuestrado por la policía a la salida de una fiesta.
En el Gran Buenos Aires hubo, en 1995, 123 ‘víctimas fatales’ a manos de la policía de ‘gatillo fácil’ (informe del CELS). Hace sólo unas horas, un policía bonaerense mató de un balazo a un padre que llevaba a su hija al Hospital Fiorito para internarla de urgencia.
Duhalde está convencido de que la situación desesperada de las masas de la provincia se va a agravar aún más y que para hacerle frente no le van a alcanzar los dineros de ningún ‘fondo histórico’. El presupuesto de la provincia ha entrado en estado de coma como consecuencia del hundimiento del ‘plan’ Cavallo. Por eso Duhalde despide trabajadores de todo el territorio. Para enfrentar la rebelión popular que ya está provocando su política, Duhalde está armando un Estado policial.
Las movilizaciones de vecinos, trabajadores y médicos contra el desmantelamiento y privatización de los hospitales; la movilización de los municipales contra los despidos en masa; la lucha de los sin techo; el movimiento de los desocupados; la resistencia de los docentes y los padres al desmantelamiento de la educación pública; la organización creciente de los estudiantes secundarios; contra esto Duhalde levanta su Estado policial.
A falta de soluciones sociales, represión.
Esta política explica el obstinado empeño de Duhalde de prohibir el funcionamiento de bares, restaurantes y discos a partir de las 3 de la mañana. Pretende limitar la libre circulación de las personas para dar piedra libre a las ‘identificaciones’ y detenciones de las ‘patrullas’ bonaerenses. Todo régimen de Estado de Sitio se caracteriza por el “toque de queda” nocturno. La “seguridad “ de Duhalde se lleva casi el 20% del gasto público provincial —sin contar los ‘fondos reservados’ — y por eso existe desde hace tiempo una “orden interna” que premia “a los efectivos que participen de enfrentamientos armados”.
Se acabó la ficción de la ‘isla’ duhaldista ‘al margen de la crisis’. Duhalde acumula una deuda pública gigantesca; el grueso del ‘fondo de reparación histórica’ va a los bolsillos de los contratistas y a la publicidad de sus ‘obras’. Duhalde se ha empeñado en despedir a 40.000 estatales; en privatizar la salud, la educación y lo que queda de las empresas públicas. Con esto quiere ganarse el apoyo capitalista para el ’99 y ‘hacer caja’ para su promoción electoral.
Por eso va a pasear con el interventor yanqui James Cheek.
El PO plantea: investigación y castigo a los represores, impulsar la organización popular contra el Estado policial, fuera Menem-Cavallo y sus gobernadores. Asambleas Populares que impulsen la huelga general para que la crisis la paguen ellos.
23/2/96